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comprender que el sujeto no ejecuta necesariamente la acción del verbo, mientras que siempre es aquello de que se dce algo (V. CEJADOR, G. 208 y 220.)
8] Haremos, pues, de acuerdo en esto con Cejador (G. 220), una distinción bien marcada entre sujcto y agente: sujeto, será lo que ya hemos dicho; y agente, el que ejecuta la acción del verbo, Así, en la oración Pedro es golpeado por Juan, el sujeto será Pedro, y el agente, Juan; en la oración Zas hojas caen, las hojas Será sujeto, pero no agente; y, por fin, en la oración El águila vuela, el águila será a un tiempo sujeto y agente, es decir sujeto agente. (V. BASTIANINI, 4. 277, 1].)
o] Hay oraciones de sujeto tácito, es decir en que el sujeto no se expresa por no ser necesario, o por cualquier otro motivo de la misma índole. Ejemplos: Examinemos ahora el sistema de las donaciones (N. AVELLANEDA, 7. 49.): aquí el sujeto es nosotros.
10] Partiendo especialmente de dos casos de oraciones de sujeto tácito, suelen combatir algunos gramáticos las de- finiciones de oración donde entra el sujeto como elemento necesario, pues, según ellos, hay oraciones sin sujeto.
El primero de dichos casos comprende ciertas oraciones con verbo pasivo (BASTIANINI, 4. 185, 4]. ), como la siguiente, por ejemplo: en aquella hondonada se riñe; pero es fácil ver que aquí el sujeto no falta, sino que tan sólo se ha callado, y puede siempre expresarse: en aquella hondonada se riñe ANA gran batalla. (V. CeEjaDOR, G. 230.)
Más difícil de apartar es la segunda objeción, fundada en los verbos neutros sin sujeto expreso, que indican fenómenos de la naturaleza (BASTIANINI, A. 183, 3]. ), como amanecer, llover, tronar, ralampaguear, etc.
Estos verbos, se dice, forman oraciones como umanece, llueva, truene, relampaguea, etc., en que evidentemente no hay sujeto. Mas con mucha penetración demuestra Cejador (G: $ 93, 1.), que sí lo hay; y que cuando decimos amanecerá, el sujeto es lo que amanecerá, es decir ni más ni menos que /a