debe famosas claraboyas á ese hábil vidriero político.
«Lo que nos hace falta, decía Laboulaye, son hombres de esos que no abandonan su puesto cuando retrocede el mar, y que, sin esperanza ni temor, han calculado y aguardan el momento de la plena marea.
«ESto no es solo indispensable para resistir al enemigo, sino tambien para luchar contra la desidia y la indiferencia pública, en los días de deshonra, de calumnia y de abominación para la libertad.»
Hé ahí un punto de vista, desde el cual se divisa mas arriba del nivel medio, la figura de Eudoro Avellaneda.
Desde su ingreso en la política local de Tucumán, abarco con segura mirada todo el campo de batalla en que desde hace muchos años lucha, renovándose por generaciones liberales y federales.
Con rápida penetración y rarísimo sentido práctico, Avellaneda eligió y obtuvo las posiciones políticas mas favorables para su struggle for life.