Antelo solo tenia la rudeza sin la lealtad del gaucho.
Flaqueó ante el peligro, necesitando Febre acudir á todo su prestigio para evitar tan peligrosa defección.
Segundo error!... O debió dejar seguir en su camino al Gobernador, ó debió hacerlo saltar del Gobierno.
La actitud del protegido nada bueno auguraba al protector!
A este le faltó perspicacia, y esa falta lo perdió.
Llegó el dia en que Febre, como Rocha, como Navarro, como Iriondo y como Gómez, quiso dejar de ser eslabón de la cadena, volver á campear por los fueros de su pueblo.
E hizo inútil alarde de independencia.
Peor que el curioso impertinente de Cervantes, teniendo un mal precedente de la fidelidad de Antelo, cometió la chambonada de ponerla á prueba!
En el pecado se llevó la penitencia.... de ese pecado y del de 1880.
Febre cayó.... El hombre de temple extraordinario vióse forzado á romper su espada, no como Nevers, en un arranque de generosidad indignada, sino en medio de la amarga