La figura del doctor Gallo resaltará doblemente en las sesiones de este año: como uno de los leaders de la fracción independiente del Congreso: y por la insignificancia de sus actuales adversarios, en su mayor parte bisoños en la disciplina parlamentaria.
El discurso sobre las elecciones de Catamarca quedará en el Libro de Sesiones como la nota afrentosa que el porvenir asentará al márgen de la página hoy abierta de nuestra historia, y de la foja de servicios nacionales con que Pino, Augier y Figueroa pretendan embaucar á la posteridad.
Del mal éxito de su filípica no se cure el Dr. Gallo: no salieron mejor librados Demóstenes y Cicerón.
Pero el hierro quedó en la herida.
El imperio de Alejandro sufrió la suerte de la víctima de Filipo; y César fué sacrificado sobre la tumba de la República que le debió la muerte.
El Dr. Gallo es joven, y como buen patriota tendrá la paciencia de esperar diez ó veinte años. ¿Qué es esto para la vida de un pueblo? La semilla de su oratoria honrada será árbol: dará benéfica sombra y saludables frutos.
Esto para el político. Ahora, una humilde indicación al orador.