CARTAS ESCOGIDAS 391
cónclave, es siempre el Espíritu Santo quien hace el Papa, Dios hace todo, es el señor de todo y he aquí como debería- mos pensar; yo he leído esto en buena parte : ¿qué mal pued suceder á una persona que sabe que Dios hace todo y que amt todo lo que Dios hace? Y con esto os dejo, mi querido primo
AL MISMO (1)
Grignan 29 de marzo de 1696.
Dejando á parte todas las cosas, yo lanzo altos gritos y lor: por la muerte de Blanchefort, este amable joven tan perfecti que se ponía como ejemplo ó los de su edad. Una reputaciól completamente hecha, un, valor reconocido y digno de st nombre, un humor admirable para él (pues el mal hume: atormenta), bueno para sus amigos, bueno para su familia sensible á la ternura de su madre, de su abuela (2), amán- dolas, honrándolas, conociendo su mérito, teniendo placer el demostrar su reconocimiento y en pagarles con exceso sI amistad; un buen sentido y una bonita figura; nada envanecidi son su juventud, como lo están la mayor parte de los jóvene: que parecen tener el diablo en el cuerpo. ¡ Y este amable joven desaparece en un momento, como una flor que el viento arre bata, sin guerra, sin ocasión, sin un mal aire! Mi querido pri mo, ¿se puede encontrar palabras para decir lo que se piensi del dolor de estas dos madres y para hacerles entender lo quí aquí pensamos? Nosotros no tenemos intención de escribirlas pero, si en alguna ocasión creéis conveniente nombrar á m hija, á mí, 4 Mr. de Grignan, ya sabéis nuestros sentimiento: acerca de esta pérdida irreparable. Mad. de Vins lo ha perdidi
_(1) Esta carta es verosíimilmente la última que escribió Mad. de Se vigné, que murió el 17 de abril. (2) La mariscala de Crequi y Mad. do Plessis Belliere.
