335 MADAMA DE SEVIGNÉ
Coste en Samnt-Brieuc. Mr. de Chaulnes estaba también : sis este gobernador, el novio se hubiera escapado.
Me parece que tengo que haceros muchas excusas por a sitio de Manheim ; se me aseguró con tal certeza que esto ne sería nada, que yo esperaba hacérosle pasar insensiblemente; pero, hija mía, ya pasó, y si voslo hubieseis deseado no hu- biese sucedido otra cosa. Tratad, pues, de dormir mucho y bien; yo os respondo del resto. La fábula de la liebre (1) está de tal modo hecha para vuestro estado que parece que sois vos quien la ha hecho :
Jamás un placer puro;
Siempre sustos diversos, ete Á lo cual podríais añadir:
Corregid esa falta,
Mas, ¿se corrije el miedo ?
Pero en cambio no podríais decrr :
Yo ereo que los hombres
Como yo tienen miedo; pues encuentro que los hombres no tienen miedo ninguno. Ea una vejez feliz la del señor arzobispo; me encuentro muy honrada con su recuerdo. Yo atacaré uno de estos días al coadjutor; le hablaré de la buena pareja que haciamos en París. Estoy encantada de que os ame más por él que por vos; pues no sería buen signo para su espíritu y para su razón el que se incomodase con vos. Yo amo á Paulina ; me la representáis con una bonita juventud y un buen natural ; la veo correr por todas partes y decir á todo el mundo la toma de Filisburgo; la veo y la abrazo: Amad, amad á vuestra hija , es la cosa más razonable y más bonita del mundo, pero amad siempre también á vuestra querida madre, que 0s quiere más á vos que á sí misma.
Mr. de Bailli acaba de salir; os hace cien mil fiestas, con tan
buena intención, que le debéis estar muy agradecida por ello,
(1) Fábula de la Fontaine : Las liebres y las ranas, libro 2.>,fab* 13.