463 MADAMÁA DE SEUVIGNÉ Á MADAME DE GRIGNAN París, viernes 9 de agosto de 1675,
Como no os escribí más que una pequeña esquela el miér- coles, olvidé varias cosas que tenía que deciros. Mr. Boucherat me dijo el lunes por la noche que el coadjutor había hecho maravillas en una conferencia tenida en Saint-Germain para los asuntos del clero. Mr. de Condom y Mr. d'Agen, me han dicho lo mismo queen Versalles: estoy persuadida de que hará tan bien su arenga al Rey; será preciso elogiarle siempre. Vod aquí, pues, nuestros pobres amigos que han repasado el Rhin muy felizmente, con mucha calma y después de haber batido á los enemigo. Esto es una gloria bien completa para Mr. de Lorges. Todos teníamos mucho deseo de que el Rey le enviase el bastón después de una acción tan bella y tan útil, de la cual á él solo corresponde el honor. Ha tenido un caballo muerto bajo de él de un tiro de cañón que le pasó entre las piernas ; de modo que puede decirse que estuvo á caballo sobre una bala de cañón. La Providencia había dado á ésta su comisión lo mismo que á las otras. Hemos perdido á Vaubrun en esta acción y acaso también á M. de Montlaur (1), hermano del Príncipe d'Harcourt, vuestro primo hermano. La pérdida de los enemigos ha sido grande; han tenido por confesión pro- pia, cuatro mil hombres muertos; nosotros no hemos perdido en esta acción más que siete á ochocientos. El duque de Sanlt y el caballero de Grignan, se han distinguido á la cabeza de su caballería ; los ingleses, sobre todo, han hecho cosas novelescas : en fin, esto es una gran felicidad. Se dice que Montecuculli (2) después de haber enviado á demostrar á
(1) Cesar, conde de Montiaur, fué muerto de un cañonazo.
(2; Generalísimo de los ejércitos del Emperador; — decía hablando de Turenuc: — «Yo siento y no dejaré nunca de sentir un hombre supcrior á los demás hombres, un hombre; que hacía honor á la yaluraieza humana. »