Página:Sevigne Cartas Escogidas.djvu/151

Esta página no ha sido corregida

VARTAS ESCOGIDAS 127

á los dos en los últimos: momentos; esto nos enterneció el corazón y nos hizo ver que se representa largo tiempo la comedia y que en la muerte se dice la verdad. Ya no os digo, hija mia, el día de mi partida :

Comment pourrois-je vous le dire? Rien n'est plus iucertain que Vheure de la mort (1).

Pero en fin, con tal que vos no nos ordenéis de no partir, es muy cierto que partiremos.

Dejadnos, pues, hacer : vos sabéis como yo odio los remor= dimientos; hubiese sido para mí un dragón perpetuo el no haber cumplido con los últimos deberes para con mi pobre lía. No olvido nada de lo que creo deber en esta triste ocasión. No he visto á Mad. de Longueville, no se la puede ver porque está enferma : ha habido personas distinguidas, pero yo no he estado y no tengo títulos para esto. No parece que la paz esté tan próxima como os había dicho; pero parece que por todas partes hay un aire de inteligencia y una prontitud tan grande en someterse, que parece que el Rey no tiene más que aproxi- marse á una ciudad para que se le rinda. Sin el exceso de bravura de Mr. de Longueville, que ha causado su muexte y la de muchos otros, todo hubiera salido á las mil maravillas; pero en verdad, la Holanda entera no vale la vida de un tal Príncipe. No olvidéis escribir á Mr. de la Rochefoucauld por la muerte de su caballero y la herida de Mr. de Marsillac. No vayáis á que- dar mal con él; he aquí lo que le aflige. ¡Ah, yo miento! entre nosotros, hija mía, yo creo que él no ha sentido la pérdida del caballero; él está inconsolable por el que todo el mundo siente. Es preciso escribir también al mariscal de Plessis. Todos nuestros pobres amigos gozan de buena salud. El joven la Troche (1) ha pasado á nado de los primeros; se le ha dis- tinguido. Si ya no estoy aquí, escribid una palabra á su madre.


e Este es el pensamiento de un madrigal de Monteuil. (1) Francisco Martín de Sayonniere de la Troche, entonces ae edad de 16 años. :