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CONGRESO NACIONAL

ñor Cordovez, el dictámen de la Comision de Lejislaeion i el particular del señor Pineda.

El señor Presidente pidió que se trajesen las actas de las sesiones en que se habia tratado esta materia. Despues que las leyó el secretario, el señor Presidente dijo: "Señor, a mí me parece que la mocion del señor Cordovez i de la Comision debían discutirse por separado; sin embargo, teniendo consideración al tiempo que vamos a perder, se podian reducir así la mocion del señor Cordovez como el informe dado por la Comision a una proposicion mas fácil de resolverse. Tal me parece que seria la proposicion que dijese que el Congreso en las actuales circunstancias no hallaba conveniente el planteamiento de la Constitución, i así, sin entrar en discusiones latas sobre si tal o tal artículo es conveniente o nó, podria salirse de ese paso i quedar el Congreso en situación de adoptar los artículos que quisiere i rechazar despues los que no hallase convenientes. Ni el mas afecto a la Constitución ni su autor ni autores dejarían de conocer que ya era inadaptable i que no son de las circunstancias esa distribución de poderes i otras cosas que establece la Constitución. Me parece que la discusión debería fijarse al hecho sin entrar en cuestiones abstractas de sus defectos o sabiduría, que nos van a hacer perder el tiempo i quizá a traer el descrédito del Congreso.

El señor Infante. —La cuestión de si la Constitución sea nula sin discusión o si se discute para anularla, me parece que desde que estamos en esta cuestión habia demasiado tiempo para haberse decidido. Yo creo que la Constitución podria ya haberse discutido i anulado, i se habría ahorrado algún tiempo.

La Comision de Constitución ha opinado que seria conveniente discutirla; yo insisto en ello a pesar de lo que he oido. Siempre sostendré que las leyes merecen mucho respeto. Ese Código ha sido formado por un Congreso lejítimo, se le debe mirar por esto con mucha consideración, i si no, se hará lo mismo con el actual. Ahora dictará este Congreso una Constitución, mañana habrá otro, i sin fundamento dirá que es nula porque le parece mala; este ejemplo lo vamos a dar nosotros si anulamos la Constitución sin que preceda algún exámen. Ya he dicho que basta examinar las bases de esa Constitución; si ellas son malas, aunque nada se toque de lo demás, debe ser nula. Para darme a entender con mas claridad, preguntaré: si este edificio material en sus bases o cimientos está malo ¿entraremos a ver si sus partes también son malas? Lo mismo digo de ese edificio político. Si vemos que sus bases o fundamentos son malos ¿qué necesidad tenemos de examinar artículo por artículo? Una de sus bases es que el poder lejislativo lo ejerza un Senado. Si esto es malo ¿tendremos que detenernos en las atribuciones de este Senado? Si creemos lo mismo de esta Cámara Nacional reducida solo a declarar una de estas dos silabas sí o nó, ¿qué tendremos que detenernos ni para qué vamos a examinar las atribuciones de esta Cámara? Yo creo, a lo ménos, por lo que respecta a mí, que no necesitaría hablar sobre la Constitución sino mui poco; i si otros individuos tomasen ántes la palabra quizá no tendré que decir nada. Yo veo en el manifiesto del Senado que los pueblos la recibieron bien, que los reclamos contra la Constitución han sido despues que ha sido anulada. Sin entrar en el exámen de los derechos qtle hai para anularla o nó, no podemos satisfacer la opinion de los pueblos.

Tan necesario creo el exámen de la Constitución que, aun observaciones que he oido a algunos de los que se han opuesto a ella, son la prueba mas clara de su necesidad. Unos de los señores, impugnando el argumento que se hace para examinar la Constitución, ha dicho que los pueblos no saben lo que hacen, i aun el mismo señor dijo que la Constitución de la Convención era obra de la trama i de la esclavitud de los pueblos; fué bien recibida por ellos. Así, no debemos creer que esa sea la opinion de los pueblos sino que sea la de los delegados. Los pueblos nos han enviado para que anulemos la Constitución i también para que examinemos si es buena o nó ántes de anularla. El Congreso sabe que ella ha sido mal aceptada; así no tendrá que demorarse en discutir los artículos sino los fundamentos legales; insisto, pues, que debe hacerse el exámen, porque de otro modo, el Congreso dará un paso falso i que espone a consecuencias que podrán ser sensibles en el trascurso de los años. Ya he oido que en la revolución francesa no se hacia ese exámen para anular las Constituciones; acaso eso fué la causa de los males que sufrió esa nación. Para no esponernos a ellos, el Congreso debe mirar con consideración esa lei; de otro modo los pueblos perderán el respeto a los cuerpos lejislativos.

El señor Vera. —Las discusiones serán mui breves, siempre que ante todas cosas se fije la significación de las palabras. Yo veo mucha diferencia entre estas palabras: anular la Constitucion o suspender sus efectos por implanteables. No creo que se presente hoi al Congreso la cuestión de si ha sido válida o nó; de consiguiente esa cuestión es inútil. Ella ha sido dictada por la Soberanía existente en ese tiempo, i no puede anularse una obra suya; pero ctra cosa es decidir si ella es planteable en el dia. Para esa declaración no me parece que son necesarios esos tres dias para examinarla. La Comision de Constitución asienta por su primer artículo, que ya está acordado, por el Congreso, se lea el mensaje del Senado. Todos creo que hemos leído este mensaje; todos habrán entendido que su objeto es solo fundar la Constitución. Habremos perdido el tiempo en leer ese mensaje, i éste no es obra de dos sesiones, sino que quizá no se acabará en veinte, i se verá entonces que sí ahora para decir cómo hemos de entrar en la discusión