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CÁMARA DE DIPUTADOS

cimientos i achaques, no le hubieran permitido fijar su residencia en este punto. Un atentado de tanto bulto cometido a la faz de la Nacion, un proveído de esta naturaleza, no pudo jamas justificarse; bien se mire el carácter de la persona, bien la manera i forma de proceder, bien sea las causales que lo motivaron. Como diputado del Congreso fui inviolable por mis opiniones; como ciudadano i majistrado debí primero ser oido, juzgado i sentenciado, nó por el Director Supremo, sino por las autoridades a quienes corresponde. La división e independencia de los poderes se ha considerado siempre como el jefe de obra de los gobiernos representativos, que la reunión del Ejecutivo i Judicial en una misma persona, seria la reunión mas monstruosa; porque no hai despotismo mas fiero que el que se practica a la sombra de la lei. Para cautelar estos inconvenientes, el artículo 19 dé la Constitucion de 23, prohibió al Director Supremo mezclarse en lo judicial a pretesto de policía, i el aplicar toda pena. Estos, S. S., son principios; detenerse en esclarecerlos, debilitar, habria sido la fuerza de la verdad o dudar del distinguido talento i penetracion de los S. S. de la Sala.

Pero el doctor Marin es revolucionario faccionista, comprometió el honor de Chile, dictaminó a favor del ausilio que debia solicitarse del Perú, i otros añaden, con imprudencia i descaro, que traicionó a la Patria, pidiéndolo a paises enemigos. Ah! Si el respeto debido al Cuerpo Nacional lo permitiese, si me fuera dado, repito, trazar con los caractéres de la pluma una carcajada de risa, sombreada con una mezcla de desden, éste seria el mejor modo de contestar a semejantes inepcias.

La instalacion del Congreso del año de 25 fué precedida de varios papeles públicos, donde el nombre de Bolívar se pronunciaba con ternura, con admiración, con respeto; que miéntras el Gobierno de las provincias unidas del Rio de la Plata se disponía a conferirle el mando de los ejércitos combinados contra las tropas brasileras, se insertó en la Gazeta de Chile el artículo titulado Peluca de Oro, dirijido a alabar su desinteres i patriotismo. Ahora bien, si el Director Supremo al consultar el proyecto de la espedicion de Chiloé; si los Ministros que asistieron a las sesiones del Congreso habidas con este objeto por ocho o diez dias consecutivos, si alguno de los señores representantes contempló, que de parte del Libertador habian miras ambiciosas; ¿por qué léjos de anunciarnos cosa alguna o de guardar un profundo silencio en la materia, el señor ex-Ministro Vial, fiel intérprete de los sentimientos del Supremo, recomendó la jenerosidad con que el Presidente de Colombia brindaba para la espedicion de Chiloé, buques, tropa, dinero i todos los elementos de la guerra?

Hasta aquella época se habia reconocido en el que suscribe, la imparcialidad de su carácter. El habia desempeñado las funciones de la majistratura, la de ciudadano i buen padre de familia con el honor que es notorio, i si me es permitido esprimirme así, su nombre habia varias veces resonado con elojio. ¿No se nos dirá, pues, por qué especie de májia se obró en él i en un instante, una resolución tan súbita, i una metamorfosis tan estraña? I qué! ¿no se necesita mas que un momento para pasar de la inocencia al delito? ¿La planta del vicio pudo arribar a su perfección, sin dar ántes gradualmente señales de que se va ulcerando el corazon? Nó; la naturaleza no ha formado por este estilo el corazon del hombre, ni es tal el curso i marcha de las pasiones; pues, tanto en el mal como en el bien, se reconoce cierta especie de gradación en el modo de desenvolverse las facultades del hombre así en lo físico como en lo moral; desengañémonos, señor, los que publicaron que los espatriados traicionaron a la Patria, en el hecho de solicitar ausilios de los paises estranjeros i enemigos, no hicieron otra cosa que presentar a un ambicioso el arbitrio de atacarnos, i comprometer por esta via la salud de la República.

Por otra parte, es constante que resuelta la espedicion a Chiloé por el Director bajo el pié de tres mil hombres, cuando mas llevó dos mil i tantos, inclusos mas de mil reclutas disciplinados en los meses de Octubre i Noviembre; que, para mantener el órden en la capital, fué necesario poner a sueldo las milicias de Aconcagua. No lo es ménos que, ausente el señor Freire, i desprovistas las provincias del Sur de tropas, el malvado Pincheira causó estragos; i que, cuando de antemano este bandido no se atrevía a atacar sino los puntos inmediatos a la Cordillera, se internó en estos últimos tiempos hasta la Nueva Bilbao, es decir, hasta las costas de Chile. En suma, malograda la espedicion del año 23, en la prudencia del Congreso estaba recuperar el honor i crédito de nuestras armas, por todos aquellos medios que estuviesen a sus alcances, porque ademas de ser aventurada la empresa, i su suceso debido últimamenie nó al valor de nuestras tropas, sino a intelijencias secretas i ciertas combinaciones, nosotros no habíamos celebrado pacto alguno con la victoria. En semejantes circunstancias, i cuando el desabrigo de las provincias, los perjuicios irrogados, cuando la sangre de tantas víctimas inmoladas al olfato del ídolo que desprecian, i de sus adoradores, no ha sabido valer una hecatombe, yo provoco el dictámen de los ciudadanos imparciales. A los amantes, pues, de la humanidad, a las familias desgraciadas, a los que saben el estado de bancarrota en que por entónces nos hallábamos, toca decidir si el impetrar el socorro de mil hombres i trescientos mil pesos en efectivo a cuenta de los caudales que se nos deben, se comprometió o no el decoro del Estado.

El que suscribe, S. S., jamas hizo ostentacion de su mérito; el honrado mas bien quiso ser, que