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CÁMARA DE DIPUTADOS


Núm. 234

El Congreso Nacional ha discutido i aprobado el siguiente

PROYECTO DE LEI:

Artículo único. El Jeneral don José de San Martin se le considerará por toda su vida como en servicio activo en el Ejército i se le abonará el sueldo íntegro correspondiente a su clase, aun cuando resida fuera del territorio de la República. Dios guarde a V. E. —JOSÉ JOAQUÍN PÉREZ. —José Miguel Aristegui, Diputado-Secretario. —Santiago, Setiembre 28 de 1842. —A S. E. el Presidente de la República.

Núm. 235

El {MarcaCL|D|Congreso|OK|Comunicación de la ley relativa a los militares separados en 1830}}Congreso Nacional ha tenido a bien aprobar el siguiente

PROYECTO DE LEÍ:

Artículo primero. Serán rehabilitados a sus grados i empleos los jenerales, jefes i oficiales separados del servicio a consecuencia de los acuerdos del Congreso de Plenipotenciarios de 9 de Marzo i 15 de Abril de 1830, i decretos del Gobierno del mismo año;

Art. 2.° Las viudas, hijos i madres de los individuos designados en el artículo anterior que hubieren fallecido despues de dichos acuerdos i decretos, gozarán desde la promulgacion de la presente lei, del montepío militar, conforme al respectivo reglamento si por él les correspondiere. —Dios guarde a V. E. —Santiago, 28 de Setiembre de 1842. —JOSÉ JOAQUÍN PÉREZ. —José Miguel Aristegui, Diputado-Secretario. —A S. E. el Presidente de la República.

Núm. 236[1]

Habiendo sido ya sancionada en ámbas Cámaras el proyecto de lei que anunciamos en uno de nuestros números anteriores, dirijido a rehabilitar a los jefes i oficiales que estaban separados del servicio por causas políticas, i a reconocer i compensar los servicios prestados a la nacion por los jenerales San Martin i O'Higgins, nos toca ahora rejistrar este hecho en nuestras columnas.

Cuando anunciamos al público la representacion de este proyecto, nos entregamos desde luego al entusiasmo que el inspira a todo americano i escribimos algunos renglones con el objeto de llamar la atención en el estranjero sobre un hecho tan significante en la marcha del actual gobierno de Chile. Haciendo justicia al estado próspero del pais i tambien al carácter chileno, no trepidamos en anunciar que semejante proyecto seria prontamente sancionado; i lo ha sido en efecto; pero en su discusion se han presentado al paso algunos síntomas en nuestro cuerpo político, que aunque en cierto modo naturales, 1 de un carácter benigno, merecen la observación i algunas reflecciones.

La oposicion que ha sufrido este proyecto por parte de algunos miembros de las Cámaras, revela en Chile la existencia de esos principios que se hacen la guerra en todas las sociedades del mundo Aunque en la época presente no tenemos partidos políticos i aunque no hai lucha alguna, ni conocemos hombres obstinados contra la opinion del público, pero hai instintos, hai tendencias pronunciadas que solo permanecen ignoradas i en un estado de apatía hasta que se presenta una ocasion como la del proyecto de que nos ocupamos. Entónces se ven sus resuellos, pacíficos es verdad, i participando de la admósfera serena que rodea al pais pero que pueden aumentarse i que en circunstancias críticas tomarían el mismo carácter que en otras partes del mundo. No nos sorprende esto, ni pretendemos echar un borron sobre ninguna persona; pero en estos momentos de revelación i cuando aparecen disonancias, por pequeñas que sean, sobre asuntos vitales, nos toca a los periodistas mostrar la opinion pública, enarbolar las ideas mas reinantes i pensar con alguna seriedad sobre la marcha del gobierno.

El proyecto a que aludimos no ha suscitado una cuestion política; pero ha formado el programa de la presente administracion, i la ha colocado, para siempre talvez, en un terreno abierto. Ha mostrado que el actual gobierno no pertenece a ningún partido: que lo ocupa el porvenir del pais i no el recuerdo inútil de lo pasado: que tiene confianza en sí mismo, i que se siente con fuerza para crear i para levantar un nuevo edificio. Por el contrario, los opositores del proyecto han sido juzgados por el público si no nos engañamos como hombres de pequeño corazon que se asustarían de ver a su patria tomar un vuelo rápido i elevado: i a quienes se les antoja el porvenir del pais no mas que como una prolongacion del estado presente. Este modo de ver las cosas, talvez no será sino un error de las circunstancias mismas felices en que se halla el pais; pero es un error gravísimo que a nuestro juicio merece ser atacado sin cesar.

Chile tiene Constitución i tiene paz, pero ha menester desenvolvimiento i animación, i los hombres que están ahora a su cabeza, mas que nunca deben tener elevacion de ideas. Es preciso no desperdiciar esta época feliz en que nos hallamos. Es la época de crear i de asegurar el

  1. Este artículo ha sido tomado del Mercurio de Valparaíso de 28 de Setiembre de 1842. —(Nota del Recopilador).