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CÁMARA DE SENADORES

ante todas cosas tomar algun tiempo para meditar sobre lo que se ha espuesto por la comision de la municipalidad, porque hai varios puntos que demandan alguna detencion...

El señor Presidente. — ¿Quiere la Sala que se vuelva a leer el oficio del Gobierno con los datos que posteriormente se han recibido?

El señor Solar. — Seria bueno que se leyese el proyecto de lei remitido por el Gobierno, con los antecedentes.

El Pro secretario hizo presente que esta lei fué aprobada en la Cámara de Diputados despues de haber pasado a la comision respectiva. Leyó el informe de aquella comision, i últimamente los datos recibidos que constan del informe de la comision nombrada por la municipalidad de Santiago.

El señor Presidente. — Continúa la discusion jeneral sobre este proyecto.

El señor Egaña. — A lo espuesto por el señor Senador que acaba de hablar, añadiré que, segun el informe de la comision, no resulta ventaja alguna a los fondos municipales.

Su resultado es mui dudoso i por consiguiente es necesario meditar por ahora para deliberar si se admite en jeneral, porque desde que no ofrece utilidad alguna, es escusada su adopcion. Aprobando el proyecto segun lo han pasado, no se lograria en los primeros años ni aun el interes del tres por ciento anual sobre el capital que deberia invertirse, yo creo que seria mejor meditar mas.

El señor Bello. — La consideracion que acaba de esponerse por el señor Senador preopinante es de mucha importancia, pero para mí la consideracion principal es la salud i el buen servicio del público. Pero ¿dónde están las garantías? Cuatro mataderos ocasionarian sin duda mas costos de construccion i servicio que uno solo; pero si la division del establecimiento fuese indispensable para su salubridad, que es el punto de capital importancia, o debe adoptarse el arbitrio de dividirlo, a pesar del exceso de costo, o debe renunciarse al proyecto. Yo confieso que la acumulacion de tanta cantidad de materiales corruptibles en un solo paraje, me parece de grandísimo peligro para la salud de la poblacion.

Veo que en todas partes se trata de reducir a pequeñas dimensiones los mataderos, los hospitales i otros establecimientos semejantes, multiplicándolos mas bien, para hacer ménos poderosas las causas de infeccion. Esta es una consideracion que veo recomendada por los escritores de hijiene pública; para que un establecimiento como el que se proyecta careciere de peligros, seria necesaria una disciplina rigorosísima, en que se emplease una vijilancia constante sobre la ejecucion de reglas minuciosas i complicadas, en cuya observancia concurririan multitud de empleados. I en nuestro estado de inesperiencia ¿no seria temeridad contar con un resultado al que apénas ha podido llegarse en Europa, despues de muchos siglos de tentativas i trabajos? Es verdad que el cuerpo lejislativo no es el que suele encargarse de esta vijilancia en otras partes, sino la administracion ejecutiva; pero yo no encuentro en este proyecto nada que lo indique, ni la vijilancia del Ejecutivo que sólo puede ejercerse en grande i por mayor, inspiraria suficiente seguridad contra los malos efectos de un establecimiento radicalmente vicioso. Por todas estas consideraciones, creo que no se debe proceder a la aprobacion jeneral del proyecto sin nuevos datos que inspiren una plena confianza a la Cámara.

El señor Presidente. — Yo no me opondré a que la Cámara se tome todo el tiempo que crea conveniente para el exámen de los datos que se acompañan a este proyecto, pero tambien creo que éste no debe ser indefinido; es preciso que la Cámara determine un tiempo señalado para que tome todos esos conocimientos que ha indicado el honorable señor Senador preopinante, i vuelva a conocer el proyecto. Entiendo tambien que las bases no se han puesto en duda: éstas son sobre el establecimiento de mataderos que ántes deben apoyar la materia. Estas bases, vuelvo a decir, no se han puesto en duda, sino en cuanto al mas o ménos número de dichos mataderos. Pueden mui bien reservarse para la discusion particular; yo no encuentro tampoco dificultad en que el Gobierno tome las providencias que sean necesarias para el buen órden de estos mataderos; veremos, pues, si la lei le comete la misma facultad que tiene en Francia.

El señor Egaña. — Señor, volveré a tomar la palabra o a continuar en la palabra; dije, señor, "para que tome todas las providencias Convenientes a fin de que tenga efecto la presente lei." I ¿cómo se podrá creer que el Gobierno, al dictar las providencias de esta lei, no tomase en consideracion todo lo conveniente para la seguridad? Pero si algun honorable Senador cree que no está bien espresado, nada mas fácil que redactarla con mas claridad. Por otra parte, se ha dicho que sólo deben tomarse como objeto principal, en consideracion a las ventajas que la municipalidad señala en beneficio o salubridad del público. Si es así, como nadie puede dudarlo, aun cuando las utilidades que se deduzcan no sean sino las de un tres por ciento sobre los capitales que deben invertirse en el matadero, siempre seria mui digno de considerarse por los intereses comunes del pueblo. Pero como he observado tambien que la demostracion que ha hecho la municipalidad, abrazando sólo los seis meses de ménos consumo que son desde Abril hasta Setiembre, creo que sacada la cuenta daria un tres por ciento o talvez un cinco en los meses de mayor consumo: eso importa poco, pero sí importa mucho evitar los males que ha manifestado un señor Senador.

Estos males los estamos tocando. Del barrio