los señores que las han hecho que se fijen en esto.
El señor ▼Vial del Río.— Yo convengo con el señor Presidente en que alguno de los señores Senadores redactase el artículo pero querría también que tuviese presente al tiempo de redactarlo el indicar que los párrocos al tiempo que fuesen dotados que pudiesen cobrar ménos de lo que actualmente cobran por sus derechos.
El señor ▼Presidente. —Sí, señor, haciendo una distinción entre quiénes son los pobres, i quié- nes son los que deben ser acreedores a esa rebaja.
Se preguntará, pues, a la Sala si se aprueba o no este artículo.
—Se procedió a votar i resultó aprobado por unanimidad, con lo que se suspendió la sesión.
—A segunda hora se dió cuenta de un oficio de la ▼Cámara de Diputados en que se contiene un proyecto de lei sobre aprobación de los gastos de la administración pública en el año pasado de 1843.
El señor ▼Presidente.— Yo creo que este negocio debería tener alguna preferencia porque no hai asunto mas interesante que este; siquiera, para que por su órden se eximinasen las cuentas.
El señor Benavente.— Es una de las cuatro o cinco leyes constitucionales que no pueden dejarse sin efecto, por esto creo que debe tener preferencia.
El señor ▼Presidente - Con acuerdo de la Sala lo puso en tabla para segunda lectura en la pró- xima sesión.
El Pro-Secretario.— Espuso que había quedado pendiente la indicación hecha en una de las sesiones anteriores para que se diese preferencia entre los asuntos particulares al proyecto de lei en que se acuerda una pensión a la viuda del juez letrado de la provincia de Aconcagua, don José Posidio Rojo.
El señor ▼Vial del Río.— Yo recuerdo que habiéndose hecho una indicación por el señor Meneses con este objeto, yo me opuse a ella, i el señor Meneses la retiró.
Se procedió a votar i se resolvió por unanimidad que no tuviere tal preferencia.
Tuvo segunda lectura i se puso en discusión jeneral el proyecto de lei en que se concede una pensión al presbítero don José Lucio Fuentes.
El señor Vial del Río.— Excita toda mi compasión la solicitud del presbítero reclamante; pero yo observo que su solicitud es para que, o del Erario público, o de los fondos del panteón, se le diese una pensión.
Yo creo mas natural i prudente que se haga con el segundo estremo; porque es mui natural que los servicios que cualquier ciudadano haya prestado, los corresponda el establecimiento a quien se ha servido i con sus propios fondos, dándoles algun socorro cuando se hallen inutilizados por razón de ese mismo servicio.
Ya se ha visto que a un presbítero Valenzuela se le concedió una cantidad hasta que falleció, de los fondos del hospital; así es que me parece que es mui justo que se le conceda al presente lo que solicita de los fondos del panteón.
Allí sirvió 16 años, allí se inutilizó i allí fué, en fin, donde mas trabajó; es justo, pues, que se le conceda del panteón los 18 pesos que se le han señalado según el proyecto de lei.
El señor Presidente, — La duda que ocurre naturalmente al considerar la indicación que acaba de hacerse, es si habrá en los fondos del panteón con que cubrir esta cantidad.
El señor Vial del Río.-Aquí está el señor administrador que nos puede dar razón sobre esta materia.
El señor Portales.— Según la forma actual i por el nuevo reglamento, que acaba de estable- cerse, por las reglas que se han puesto i por el estado de los fondos del panteón, yo creo que no alcanzan los fondos, i que, por consiguiente, no es posible dar la pensión i vendría a ser ilusoria la concesion de esta gracia si se aprobara la indicación que se hace.
El señor Vial del Río. — Pues, señor, hago otra indicación. Las cuentas del panteón se ven por la Contaduría Mayor, i, por consiguiente, allí debe saberse si hai sobrante.
Quiero, pues, que se haga este gasto de los fondos públicos, pero con cargo de reintegro de los fondos del panteón.
Yo he visto que en estos últimos años se han concluido en el panteón obras costosas por su valor i por su belleza i quisiera que por lo ménos se asignase la pensión, con calidad de que el Erario sea reembolsado de los sobrantes de los fondos del panteón.
El señor Presidente. —Yo creo que sería conveniente votar primero sobre si se aprueba o no en jeneral el proyecto de lei aprobado por la otra Cámara i reservar la indicación propuesta para la discusión particular.
Se procedió a votar secretamente i resultó aprobado en jeneral por unanimidad.
El señor Cavareda. —¿No se pudiera, señor, despachar esta noche este asunto considerándolo en particular?
El señor Presidente.—Si hai algún Senador que lo proponga...
El señor Cavareda.— Yo lo propongo; porque este hombre está ya con un pié en el sepulcro, ya no se mueve i ha hecho muchos servicios.
Con el acuerdo de la Sala se puso en discusión particular.
El señor Vial del Río. — Reitero mi indicación. Se ha espuesto que los fondos del panteón no alcazarían a llenar la pensión para el presbítero Fuentes. Yo he visto que el panteón, no ha mucho tiempo, ha tenido los fondos sobrantes para formas el aseo i arreglo en que actualmente se encuentra, i si ahora no hai, mañana lo habrá; por