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CÁMARA DE SENADORES

res estos fondos o se invieran en negocios que lo produzcan; i adelantando mi cálculo en este punto, se ve que puesta a interes, no digo compuesto, sino a un interes simple, i que fijo sólo a un 6 por ciento, produciría la suma antedicha, en los cinco años subsiguientes, la cantidad de 11,960 pesos; de manera que habrá un fondo total de 51,826 pesos.

Hasta aquí, lo repito, me he limitado solamente al primer año.

En el segundo año, el descuento de los 45 milésimos da 7,200 pesos i los 6,000 pesos del Gobierno hacen la cantidad de 13,200 pesos; el interes de los cuatro años anteriores produce 3,168 pesos, resulta una suma de 16,368 pesos.

Tercer año.— El descuento es el mismo de 7,200 pesos, la contribucion del Gobierno 6,000 pesos, interes en los tres años restantes 2,376 pesos, suma 15,576 pesos.

Cuarto año.— Los mismos 13,200 pesos que forman el descuento ya indicado, i los 6,000 pesos con que el Gobierno contribuye, suma que puesta a interes en los dos años siguientes produce 1,584 pesos que unidos al capital hacen la cantidad de 14,784 pesos,

Quinto año.— El descuento i los 6,coo pesos del Gobierno con el interes por el año restante que es 792 pesos forma la cantidad de 13,992 pesos.

El sesto año no son mas que los 13,200 pesos producidos del descuento de los 45 milésimos i de la contribucion de 6,000 pesos del Gobierno.

Reunidas todas las partidas correspondientes a los seis años que he espresado, suman la cantidad de 125,746 pesos, cantidad que en esta época, segun los datos anteriores, puede contarse como fondo del monte.

La Sala habrá advertido que en todo esto no he hecho mérito del interes compuesto que debe producir cerca de 2,000 pesos; pero no quiero ponerla para que se pueda cubrir aquellas vacantes que hayan en la colocacion de los fondos a interes; i para esas pequeñas vacantes dejo esa cantidad que he dicho. Rebajo tambien 7,000 pesos en los seis años, para costos de administracion, pues es probable que a esa oficina se le asigne mas sueldo como ha sucedido en la Tesorería, que por hacerse cargo de la Comisaría, se le ha aumentado 500 pesos a cada uno de los Ministros. Segun se ve señor, que al cabo de seis años hai un fondo productivo de 125,000 pesos, que unidos a los 6,coo pesos que da el Gobierno y el descuento de los 45 milésimos que hacen 7,200 pesos, i a mas de los intereses hai una cantidad suficiente para cubrir las pensiones del monte.

Pero se aducirá el argumento de que aun cuando haya ese capital productor, con la concesion de pensiones que se haga a los empltados de que habla la lei se desfalcaría este capital, dejando por consiguiente de ser productivo. Deseo hacer conocer a la Cámara que no es éste un desfalco de consideracion sino una cosa mui pequeña.

Es una cosa mui demostrada que la mortalidad asciende, o se aumenta en razon de las in comodidades, vicios i pobreza, i que decrece en razon inversa: todos los hombres que tienen de que vivir, que no son viciosos i guardan hijiene, viven mas; porque gozan de mas reposo; así es que yo creo, señor, que la muerte de los empleados debe ser bien rara especialmente en aquellos que pasen de 1,000 pesos de sueldo para arriba, i me fundaré para probarlo en los cálculos de mentalidad que resultan de los datos estadísticos publicados en los periódicos oficiales. Regularmente, señor, por una cuenta mui exacta, una jeneracion desde el nacimiento hasta 25 años pierde un 66 por ciento en Chile, de modo que desde los 25 años para adelante no queda mas que un 34 por ciento: me fijo en este término porque jeneralmente los empleados son de 25 años para adelante; así es que sólo les toca entrar en el número de los 34 restantes. Este número dividido entre las personas pobres i los pudientes están en proporcion como de uno a diez; así se verá en las listas de panteón que cuando de una a dos personas que han pagado su entierro, hai diez o doce de caridad.

Volveré a decir que la mortalidad de los empleados debe ser mui pequeña, aun en Santiago, que es el punto mas enfermizo, mas epidémico, í por consiguiente, el mas mortífero de la República. Es claro que si un cinco o seis por ciento de la poblacion muere anualmente, este cinco o seis por ciento puede distribuirse entre la jente pobre i la pudiente en razon de cuatro a seis, es decir, que cuando ménos hai un aumento en la muerte de los pobres de dos tercios miéntras que en los pudientes es sólo de un tercio.

De aquí resulta que si se computa el número de empleados en la centésima parte del 34 por ciento en que ántes he fijado el número de los que sobreviven, se tendrá reducido el número de empleados a 100 poco mas o ménos; los cuales como que gozan de las comodidades, no están tan sujetos como los pobres a una mortalidad crecida. Así, pues, aplicando el cálculo que ántes he hecho a estos empleados, puede considerarse muí pequeño el número de los que fallezcan. Por esto es que vemos que pasan muchos años sin que muera un empleado Este es el téimino que he tenido presente i he tomado por base para mi cálculo, a fin de que fuese mas exarto. Sin embargo, proseguiré con él para demostrar mas patentemente la pequenez de las pensiones que han de gravar al fondo del monte.

Dividiré los empleados en tres clases, a saber: la primera, que tiene el sueldo desde 1,000 pesos hasta 2,000 pesos; la segunda, de 2,000 pesos i la tercera de 4,000 pesos, i aunque entre estas cantidades hai fracciones no importa porque