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CÁMARA DE DIPUTADOS

¿Se dirá que esto no importa, que fueron siempre servicios que prestaron los hombres a la revolucion?

Digo que no; porque el que no hubiese hecho el ánimo de sacrificar su memoria, su propia estimacion al hacerse un servicio semejante, es un menguado, es una bestia.

No se diga por esto que yo quiero condenarlos; a mí no me toca juzgarlos; no quiera Dios que se me pase por la cabeza tal pensamiento.

Lo que digo es que a nosotros no nos toca darles una estimacion que han perdido de hecho. Digo, pues, señor, que nosotros debemos dejar las cosas en el estado en que estan: debemos dejar al mundo que acabe su historia; porque a nosotros no nos es dado calificar los sucesos humanos, porque ninguno puede ser juez i parte a un mismo tiempo.

Si es verdad que ahora estamos saboreando el fruto de la revolucion, tambien es verdad que aun no hemos podido saber hasta d6 de está interesada la moral pública, i si no es dable que nosotros tengamos la conciencia de llamarla un hecho inmoral ¿qué esperanza hai para que nos separemos de la vanidad que nos inspira el equivocado concepto en que tenemos este hecho?

Pues, yo digo, señor, que si tratamos de hacer honores a los hombres que pecaron con un perjurio, a hombres que han pecado ante la faz del mundo, debemos procurar levantar altares desde hoi a todos los que hagan revoluciones en Chile; así como es disculpable a cualquier jóven un delito que cometiese arrastrado por una pasion, así los hombres que tomaron parte en la revolucion, pecaron como peca una alma elevada que mira de faz a faz todo lo que hai de grande i hermoso en esta vida; ¡la independenciala es esta! vida que debemos respetar i conocer. Hasta aquí hemos hablado de un hermoso crímen: ojalá que fuera así.

No hai tal hermosura, no hai tal, pecamos hemos pecado mui prosaicamente.

Por fin, la revolucion se hizo, i para concluir, yo diré que Chile es demasiado sensato, demasiado formal, es demasiado consecuente con los principios, sobre los cuales se ha establecido la Constitucion que actualmente rije el pais, para venir a sancionar un hecho inmoral, para levantar altares a los hombres manchados con este crímen. Pensar en que los hombres han tenido parte en un hecho tan inaccesible a todas las conjeturas humanas, es un absurdo, es negar a la Divina Providencia la parte activa que ha tenido en él, es un insulto que se le hace. I aun cuando no fuese considerado este hecho sino bajo este punto de vista solamente, yo negaria los honores que se piden para don José Miguel Infante, como los negaria para todo hombre que ha obrado por un acto de... Todo no se puede hablar!...

Dije que no queria traer a la memoria los nombres de aquellos que se mancharon en la revolucion de la independencia, pues no debe hacerse revivir una estimacion que ellos mismos creyeron que debian sacrificar por el hecho de mezclarse en la revolucion.

Con esto he dicho bastante para manifestar todo lo que hai de relijioso en mi opinion, i al mismo tiempo, el grande interes social que me inspira estas ideas.

Se procedió a la votacion de este proyecto, i resultó aprobado en jeneral por 28 votos contra 5.

En seguida se puso en segunda discusion la parte 7.ª, 8.ª i 9.ª del proyecto de lei sobre establecimiento de una Oficina de Estadística.

El señor Montt. — ¿I este artículo está conforme con el proyecto orijinal, señor? Hago esta pregunta porque en este artículo se enumera la remision que los escribanos deben hacer de las copias autorizadas de cierta clase de escrituras, i no de todos los contratos que pasan ante ellos. No sé si estoi equivocado en el concepto que he formado del artículo.

Se leyó el artículo i continuó.

Segun los tres números que se han leido del artículo aprobado por el Senado, queda a los escribanos la obligacion de remitir al archivo jeneral las copias de ciertos documentos, segun convenga o nó a los intereses de los particulares. El proyecto del Gobierno prescribe una obligacion jeneral con respecto a todos los instrumentos que se otorguen en sus oficinas. Me parece mas preferible esta disposicion que la que ha adoptado el Senado. Yo no veo por qué escluir de tal propósito los otros instrumentos. Si se manda a él las imposiciones de capellanías, testamentos, etc., etc., ¿por qué han de dejarse los otros al arbitrio de los particulares?

Creo que la modificacion que ha hecho el Senado, destruye completamente el archivo jeneral que se ha pensado formar con el objeto de que se depositen en él los datos y la constancia de todas las obligaciones i contratos de los particulares. ¿Por qué, pues, no se manda que se ponga en este lugar todo lo que tienda a este fin, todo lo que pueda conferir un derecho o una obligacion?

En consecuencia de estas observaciones, me parece, señor, que debe desecharse el artículo tal como ha venido del Senado.

El señor Presidente. — Las observaciones que acaba de hacer el señor Ministro preopinante, son tan obvias, que no pudieron dejar de ocurrirse a los mismos Senadores. Pero a mí me parece que cuando se resolvieron a exijir que sólo se pasase al archivo jeneral copia de ciertos instrumentos públicos i las que voluntariamente quisieran que fuesen al archivo, fué en el concepto de que se adoptase la idea de que los protocolos pasasen en un término bastante breve al dicho archivo.

Entre las modificaciones hechas por el Senado, veremos que con este artículo se entorpecen