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SESION EN 13 DE AGOSTO DE 1845

haciendo mas preciso acreditar algunos Ministros, ya en Europa, ya en América, i no conviene que estos cargos vayan a ser desempeñados por personas que no tienen conocimientos de las prácticas: porque en estas materias deben considerarse como necesario aun el conocimiento de las mismas etiquetas, que acaso parecerán insignificantes, pero que son necesarias para proceder con acierto. ¿No debe el Gobierno ir educando estos hombres para poder echar mano de ellos cuando llegue la ocasion?

¿No se costea una Academia militar para sacar de ella buenos militares para cuando sea oportuno? ¿No se costean escuelas para que la juventud que en ellas se eduque venga a ser con el tiempo útil al pais.

Pues bien, una legacion con sus adictos es la escuela de donde deben sacarse los hombres que deben figurar en la carrera diplomática.

No deben considerarse inútiles estos adictos, sino de la mayor importancia; ni mucho ménos superfluo el gasto que se va a hacer, porque como ya otra vez he dicho, debe reputarse suficientemente recompensado con las ventajas que de ellos resultará al pais.

Voi a contraerme ahora a la indicacion que hice. Yo he pedido a la Cámara que tenga a bien incluir el gasto del Secretario en la partida que va aprobar, ya porque las Legaciones desempeñadas por un Ministro Plenipotenciario deben llevar un Secretario, uso al que se conforman tanto los Gobiernos pobres como los Gobiernos ricos, i ya porque en esta Legacion a Roma pudiera mui bien suceder una desgracia; por ejemplo, que el Ministro se enfermara, o que el Ministro muriese, entónces ya no habria quién tomase a su cargo los negocios, no habria quién diese cuenta al Gobierno de todas sus operaciones. Estas reflexiones, poco mas o ménos, se aplican con respecto al Oficial de la Legacion, tiene, pues, funciones efectivas, funciones reales que desempeñar.

En cuanto a los adictos a la Legacion, puede la Cámara determinar lo que quiera; no insisto en que vayan, i esto es por una razon especial, porque Roma no es el punto mas a propósito para el completo de la educacion de esos jóvenes.

Si la Legacion fuese a otra parte de Europa, entónces si que seria enteramente necesario que fuesen estos jóvenes. He dicho.

El señor Larrain. — Que el Gobierno haya formado el Presupuesto con arreglo a la lei vijente, me parece mui bien; pero cuando he manifestado que la Legacion a España fué sin Secretario; cuando se ha visto en el Perú que el señor Lavalle ha desempeñado igual cargo sin mas que un Oficial mayor, no creo, pues, de mucho peso las observaciones que se han hecho para sostener que debe ir tal Secretario en la Legacion. Sobre todo, señor, se acaba de decir que la Cámara puede formar estas partidas, i segun esto, si ella cree innecesario el Secretario, deberá suprimir esta partida; pero si cree que es necesario, puede tambien aprobarlo.

No sé cuáles sean las funciones efectivas del Oficial Mayor, no concibo en qué vaya a ocuparse. Suprimiendo el Secretario, tendria que hacer el Oficial i seria útil; este mismo podria recojer datos, i noticiar al Gobierno, si el Ministro falleciera, pero esta multitud de empleados, señor, no hai duda que tiene algo de lujo, i nosotros no tenemos todavía como hacerlo. Eso es dado solamente a las naciones europeas, i a los Gobiernos monárquicos, que gastan ese lujo: nosotros debemos separarnos de hacer estos gastos, porque, como he dicho, somos una nacion pobre i debemos hacer porque en esta Legacion vaya únicamente lo mui necesario. Esta fué una de las razones que pesaron en el ánimo de la Comision para hacer esta observacion; i como miembro de ella, insisto en que se supriman las partidas que he indicado. He dicho.

El señor Presidente. Yo me habia propuesto abstenerme absolutamente de usar de la palabra. He tenido el honor de ser elejido por el Gobierno para desempeñar esta Legacion, i me parece en cierto modo que no debia absolutamente haber determinado sobre el número de empleados de que debe componerse dicha Legacion; pero como acaba de hacerse una referencia a mí, me veo forzado a esponer lijeramente algunas consideraciones a la Cámara o a esplicar lo que talvez en conversacion con algunos amigos haya dicho.

Jamas he dicho que la República podrá enviar una Legacion caracterizada, como la que piensa mandar a Roma, sin Secretario.

Con motivo de ir a desempeñar esta Legacion, i debiendo hacer los estudios precisos, así lo material como lo principal de ella, he visto que talvez no se habrá presentado un solo caso en que en una Corte europea se presente un Ministro Plenipotenciario sin Secretario. Seria esto altamente chocante, seria en mengua del pais i de la nacion que lo enviaba. Nosotros no hemos tenido todavía ocasion de conocer cuáles sean los usos de la Europa; pero si no lo hemos podido conocer por nosotros mismos, si no lo hemos podido conocer en nuestra vecindad, ahí están las naciones europeas que nos lo darán a conocer.

Yo doi bastante importancia a lo que el señor Ministro de Relaciones Esteriores ha espuesto a la Sala en órden a que es conveniente que ciertos jóvenes vayan a la Legacion a Roma para que hagan su carrera diplomática, carrera en que tomarán su mayor validez, i con la que serán útiles al pais. ¡I quién sabe cuántas cuestiones desagradables hubiéramos evitado con naciones estranjeras, si hubiésemos tenido al ménos algunos encargados en ciertas Cortes de Europa o en los Estados Unidos!

Creo, pues, que para hacer esta carrera diplomática estos jóvenes, es necesario que se hayan