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CÁMARA DE DIPUTADOS

urjente que parece escusado recomendar a la Cámara que admita en discusion el proyecto.

Quedó admitida en jeneral, i se mandó pasar a la Comision de Lejislacion.

Se puso en discusion jeneral el proyecto de lei sobre autorizacion al Presidente de la República para transijir los pleitos pendientes entre el Fisco i los actuales poseedores de los terrenos inmediatos al puerto de la Serena.

El señor García Reyes.— Podría el señor Ministro de Hacienda, que está presente, dar algunas ideas sobre los derechos que corresponden al Fisco en la cuestión presente; porque sería conveniente que la Cámara estuviese al cabo de eso.

El señor Pérez.— Podría traerse el espediente; yo creo que he hablado a los señores de la Comision sobre esto.

Los títulos constan de ventas hechas hace cuarenta o cincuenta años. El Gobierno al presentar este Mensaje, se ha conformado con el dictámen de la Corte Suprema de Justicia que a pesar que aquellos poseedores no tenian títulos suficientemente claros i que a pesar de creer que el Fisco podría reclamarlos con justicia, aconseja este arbitrio sin embargo, porque de otro modo el pleito sería largo en atencion a que están en posesion hace mucho tiempo i por consiguiente se retardaría el arreglo de la poblacion en aquel punto, sobre lo cual ha escrito varias veces el Intendente, i sobre lo cual me han hablado varias personas.

Tambien dependen de la decision de este punto el que los dueños del canal de Bellavista den agua a aquellos terrenos; porque hasta ahora no se había pensado en ello por estar pendiente la decision de este asunto.

Es cuanto puedo decir sobre el particular. A los señores de la Comision prometí traer el espediente en que están contenidos los actuales poseedores; probablemente no lo tuvieron por conveniente, cuando no me han requerido por él.

El señor Palma.— Pido la palabra, señor, sólo para decir que este asunto es mui sencillo; porque darle al Gobierno la autorizacion para que haga las transacciones, no es precisarlo a que transija él mismo, a lo ménos es una precaucion para que pueda proceder con mas facilidad el Ministerio en el arreglo de este negocio a la transaccion con los vecinos del puerto de la Serena De todos modos la autorizacion es provechosa, porque entónces, viendo los interesados que el Gobierno va a transijir, harán propuestas talvez mejores que las que pueden sacarse de una sentencia.

Puesto en votacion este artículo, resultó aprobado por unanimidad.

Despues de esto se pasó a considerar en jeneral el proyecto de indemnizacion a los empleados superiores de la Casa de Moneda por la habitacion de que disfrutan, i tambien fué aprobado por unanimidad.

Concluido esto, se puso en segunda discusion particular la mocion del señor Diputado-Secretario sobre los terrenos abandonados por el mar.

El señor García Reyes tomó la palabra i dijo:— No se ha presentado, a mi juicio, esta cuestión por el señor Diputado que la ha promovido en el verdadero punto de vista que debía. Se ha dicho: si hemos concedido una parte del terreno abandonado por el mar a ciertos individuos ¿por qué no se concede a otros? Mas, para que los concediéramos a otros habría sido preciso que el señor Diputado-Secretario hubiera manifestado que todos se hallaban en iguales circunstancias, o que había alguna razon intrínseca que justificase esta dádiva. No debía, pues, haberse limitado a una razon de mera analojía: digo que es mui frájil esta razon i que tampoco es éste el modo cómo deben decidirse cuestiones de este jénero. Yo llamaré la atencion del señor Diputado a un punto cardinal, punto en que no ha fijado la consideracion.

He dicho otra vez que cuando la Cámara circunscribió el derecho de los propietarios riberanos a los terrenos que ocupan actualmente, declaró por el mismo hecho que no tienen derecho alguno sebre la accion marítima. Para dar esta resolucion la Cámara tuvo presente que ni el derecho actual positivo, ni las razones o principios de equidad les otorgaban tal derecho, i que mucho ménos podían tenerlo los vecinos de Valparaíso que no se habían apoderado de terrenos que el mar no abandona buenamente, sino que habían usurpado al mar su propio lecho.

Si los particulares, pues, no tienen ninguna razon intrínseca que favorezca sus pretensiones, lo que ahora se pide a la Cámara es una mera gracia. I pregunto yo: ¿qué razon tan poderosa hai para hacer gracia a estos individuos? ¿Acaso la Cámara, porque sólo le parece bien una persona, puede hacer que el público se desprenda de valiosas propiedades para darlas al primero que venga a demandarlas? Porque, en efecto, señores, la Cámara debe tratar de conservar los intereses públicos, puede darlos, pero en recompensa de servicios i virtudes públicas. Mas, darlos así a cualquiera, por la razon de estar al lado de otro que ha obtenido esta gracia, es una verdadera prodigalidad.

Establecido, pues, el principio de que los propietarios de que se trata no tienen derecho alguno a estos terrenos, viene a tierra por su propia virtud esta indicacion. Ella importa nada ménos que una gracia, i una gracia indebida, porque ni los individuos que van a ser favorecidos con ella son pobres, ni siquiera la han solicitado hasta la fecha. Si se concedió la propiedad de los terrenos abandonados por el mar a los que han construido hasta ahora edificios, fué porque la Cámara no tuvo presente todos los