▼bello sexo, bella planta descuidada por nosotros i que sin embargo hace circular su savia por lo mas íntimo de nuestra sociedad.
La ▼enseñanza industrial no ha sido pasada por alto en la memoria; ni podemos considerar como una promesa estéril la que envuelve el siguiente período que de ella copiamos, porque en realidad es remarcable.
"No basta desarrollar la intelijencia de los ▼ciudadanos con las escuelas primarias, es preciso desarrollar tambien o aumentar sus medios de bienestar. El ▼cultivo del espíritu hace nacer necesidades ántes desconocidas; i si en la misma proporcion no se ofrecen recursos para satisfacerlas habremos hecho un presente funesto a los que instruimos. Ccn tal proceder hasta se multiplican los impulsos que inducen al crímen. Para salvar estos inconvenientes es preciso que a la instruccion primaria siga una instruccion de aplicacion, que proporcione medios de subsistir a los que la adquieren. Dificultades se presentan sin duda para la creacion de establecimientos de esta clase, por la falta de hombres aptos para dirijirlos i porque multiplicados como seria preciso, consumirían fondos considerables, reclamados tambien por otras muchas necesidades. Sin embargo, como aquellos son imperiosamente exijidos por la conveniencia pública, i cada dia con mas urjencia, el Gobierno trata de crear una Escuela de Artes i Oficios, que a mas de llenar su objeto principal, pueda suministrar maestros idóneos para plantear en toda la República escuelas del mismo jénero. Mirada ésta con relacion a la instruccion, ejercerá una influencia saludable sobre la ▼moralidad del pueblo i los progresos de la civilizacion: mirada con relacion al ▼bien material del pais sus ventajas para la clase trabajadora, i por consecuencia para la sociedad entera, son incalculables."
Por lo demas, lo repetimos, el fruto de las tareas de un Ministro de Instruccion Pública, entre nosotros mas que en otras partes, no es de aquellos que se ven i se saborean en un año ni en dos, ni en muchos: él vendrá envuelto quizá imperceptiblemente, en el manto misterioso del tiempo. Frutos estemporáneos ni son buenos ni los queremos.