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SESION EN 4 DE SETIEMBRE DE 1844

cion del dinero, se vió que los títulos de las cosas i los signos de la propiedad podian circular del mismo modo de las cosas significadas; de aquí parece que dimanó la primera idea de los Bancos, dichos de circulacion. Antes que estos fueran instituidos, los principales negociantes recibían en depósito, mediante cierto premio o interes, la suma de algunos particulares, con condicion de no devolverlas, sino previo el aviso de un número determinado de dias.

Los negociantes se utilizaban de este dinero, o bien empleándolo en su propio comercio, o bien descontando letras de cambio, i daban al interesado un billete o documento que acreditaba las cantidades recibidas, el tanto por ciento en que se habían convenido, i la época de su reintegro.

Aunque estos bílletes podian negociarse como los demas, era sin embargo mas lenta su circulacion, en particular si el vencimiento del plazo estaba distante, porque era preciso hacer un prorrateo del interes que ganaban, cada vez que mudaban de mano.

Despues de repetidas observaciones se conoció que para acelerar el curso de estos billetes no habia mejor medio que de acortar los plazos aunque fuera mas bajo el interes, i finalmente se llegó a ver que se admitían con preferencia los billetes pagaderos a la vista, aunque no ganasen interes alguno. Hé aquí el oríjen de la creacion i emision de billetes o notas de Banco, que es como los llaman los ingleses, i que habiendo confianza en los que son responsables de ellos, son admitidos por el público con mas gusto todavía que el oro i la plata.

Las ventajas que produce este papel moneda, son las de dar maravillosa estension a las operaciones de comercio, i ésta es mayor en proporcion del número de las casas que hacen este jiro, habiendo llegado a tal grado la aficion a dichos Bancos en Inglaterra, que no hai ciudad algo importante en la que no se hayan reunido algunos individuos de crédito i buena opinion para formarlos; i por lo jeneral con buenos resultados.

Como estos Bancos no necesitan tener caja sino una mitad del valor de los billetes que han emitido, o ménos cuando la confianza es máxima, porque nunca sucede, sino en momentos de grande alarma, que los poseedores de dichos billetes vayan a reclamar a un tiempo su cambio en metálico, pueden los directores de estos Bancos emplear en el jiro de su comercio dicha mitad por lo ménos del capital que representa cada uno de los citados Bancos.

Modo de emitir los billetes. —Estos establecimientos formados con los capitales afrontados por los respectivos miembros de la compañía o asociacion, empeñados cada uno de por sí en consolidar su crédito, emiten sus billetes aceptando letras de cambio u otros créditos, mediante un proporcionado descuento, es decir, dando sus billetes pagaderos al portador i circulante como metálico en pago de valores, cuyo plazo está distante.

Emiten asimismo sus billetes prestando con algun interes a las personas abonadas, como se practica especialmente en Escocia; así es que algunos negociantes empeñan todos sus fondos en sus empresas, seguros de que hallarán en dichos Bancos el dinero de que puedan necesitar hasta que aquellas hayan sido realizadas. No disfrutan de esta ventaja los negociantes de Paris i de Lóndres, quienes deben tener constantemente en el Banco Público o en su caja particular las cantidades necesarias para hacer sus pagos.

De aquí resulta que los productos del trabajo que circulaban ántes con el ausilio del dinero i sucesivamente por medio de letras de cambio, circulan ahora al favor de los billetes de confianza, sin que sea necesario emplear en el jiro del productor al consumidor, sino una pequeñísima suma de moneda, que se reduce al pago de los operarios i a los gastos del diario consumo.


Núm. 162[1]

La importante cuestion de Bancos se ajita hoi en la prensa, i va a ser discutida en la Cámara con todo ese interes que inspiran las necesidades fuertemente sentidas del pais, con toda la esperanza que despierta la saludable influencia que han ejercido las instituciones de crédito en el desarrollo i felicidad de las naciones; con todo el temor con que se mira un gran paso decisivo i fecundo en bienes, pero que como todo instrumento de gran poder, es capaz, por su abuso, de producir grandes males.

Los principales obstáculos que en nuestra opinion se oponen a la realizacion del gran pensamiento de establecer un Banco Nacional en Chile, los presentan la ignorancia, las preocupaciones i la educacion; intereses particulares encontrados; por fin, la falta de hábitos de crédito, la novedad que causa en pueblos poco acostumbrados a las instituciones de crédito ó en que el crédito no representa el valor real con que la sociedad lo inviste, la mas sublime aplicacion de esos mismos principios de crédito a las transacciones llamadas de Banco.

Puede decirse que las ciencias económicas han sido descuidadas, mui descuidadas entre nosotros i que tanto entre la parte instruida de nuestros ciudadanos, tanto entre aquellos cuya carrera i cuyas diarias ocupaciones hacen necesario este estudio, como entre los que situados en una posicion inferior no han tenido ocasion

  1. Este artículo ha sido tomado de El Progreso del 23 de Setiembre de 1844, núm 4928. —(Nota del Recopilador.)