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CÁMARA DE DIPUTADOS

Tambien lo fueron sin discusion alguna las partidas 6.ª i 7.ª"

Partida 6.ª Para sueldos de varios jubilados de la Aduana estinguida de Santiago, de la de Valparaiso, de la de Santa Rosa de los Andes i Caja del Crédito Público. Documento número 11
$ 4,601 .5½
Partida 7.ª Para sueldos i gastos del Resguardo del Portillo. Documento número 12

2,081
Partida 8.ª En discusion


Partida 8.ª Para sueldos i gastos de las ocho restantes Aduanas i Resguardos. Documentos números 13 al 29
67,455

El señor Toro. —No pensaba, señor, tomar mas la palabra sobre este asunto; pero, sin embargo, no puedo dejar de hacer presente a la Sala que entre esas partidas se encuentra la de Aduana i Resguardo en Valdivia i de las mismas oficinas en Chiloé.

Cuesta la de Valdivia 6,308 pesos i produce 903 pesos 6 reales; la de Chiloé tiene de costo 8,045 pesos i produce 773.5 reales ¾; de suerte que la primera cuesta como siete veces i la segunda como once veces mas de lo que producen. A primera vista parece que la supresion seria una medida que dictase la prudencia i la economía; pero estoi mui léjos de aconsejarla, porque una de las principales cualidades de las rentas es el órden, regularidad i armonía con que se exijian en todos los diferentes puntos de la República.

Creo tambien que estas son consideraciones que deben mover a la Cámara a exijir o rogar al Gobierno para que haga estas reformas, conociendo la necesidad que hai de ellas. Sobre esto, señor, presentaria mil pruebas de lo mucho que necesitamos en este ramo.

El señor Gandarillas. —Ciertamente, señor, es mui notable ver que la oficina de Valdivia no produce siquiera para pagar sus empleados; pero de todos modos, es necesario que la haya, para decir a los buques estranjeros que hai Aduana; de otro modo, desde que supieran que no la habia, podrían llegar a Valdivia, i despues de descargar allí sus efectos sin pagar derecho ninguno, vendrían a Valparaiso i surtirían todos los puertos. De modo que es necesario conservar esa oficina, aunque nada produce al erario, por la razon que he apuntado; de suerte que creo que no debe tener efecto la indicacion del señor Diputado preopinante.

El señor Toro. —Yo no me opongo a esta partida: he hecho una indicacion mui distinta. He dicho que esas oficinas cuestan mas de la entrada que proporcionan al erario; pero tambien he dicho que debe haber aduana i resguardo; lo único que he deseado indicar, es que se reduzcan en cuanto sea posible. Me parece que de lo que he dicho a lo que se me ha comprendido, hai mucha diferencia. Sin que haya una aduana que cueste $ 8,045, puede haber el número de empleados para el objeto que ha indicado el señor Diputado, sin que se aumenten los costos de esa oficina once veces mas de sus productos. La suma que se pierde no es tan pequeña tampoco: $ 5,000 para Chile no es una cantidad despreciable. Si el señor Diputado cree que las oficinas de aduana son buenas, desde luego entraremos en discusion; pero si dice solamente que las debe haber en la indicacion, digo yo tambien que las haya pero que sean reformadas, para que no produzcan los inconvenientes que ahora tienen.

El señor Palazuelos. —Me permitirá mi respetable amigo decirle que todas sus observaciones se dirijen a mejoras que son objeto de una lei, de consiguiente, creo que el caso presentado no es oportuno para hablar de esas mejoras Se lo hago presente tanto para exonerarlo de que continúe haciendo sus observaciones, como tambien para que nos liberte de esta larga discusion. Habla un enfermo, i hablan muchos enfermos; que si no lo están del cuerpo, lo están del ánimo. Yo no puedo mirar sino como una desgracia esta larga permanencia en un asiento ingrato.

Se dió por aprobada esta partida.

Se aprobaron tambien las partida 9 i 10 despues de haber dicho sobre esta última.

El señor Toro. —Si es que tiene lugar en la presente lejislatura la mocion que he presentado sobre abolicion del estanco, parece que hai una contradiccion en votar esta partida. La voto solamente para el caso en que no tenga lugar la discusion en mi mocion. Yo me opongo, pero mientras tanto hago indicacion para que no se crea una contradiccion en mis principios: yo nunca me contradigo.

El señor Secretario. —Como el presupuesto de que nos ocupamos es para el año de 1845, es probable que aun cuando esa mocion se aprobase en este año, no tendria lugar en él.

—Fueron aprobadas todas las demas partidas del Ministerio de Hacienda, desde 11 hasta 26, a escepcion de la 14 i 20, las cuales quedaron para segunda discusion por haber pedido la palabra el señor Toro en oposicion a ellas.

Las partidas aprobadas son las siguientes:

Partida 9.ª Para sueldos de la factoría jeneral i provinciales del estanco i resguardo. Documentos núm. 30 al 34 $ 31,250
Partida 10. Para compra de especies estancadas. Documento núm. 35
14,000
Partida 11. Para gastos de co