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SESION EN 7 DE AGOSTO DE 1844

El señor Gandarillas. —Yo haria una indicacion, para que los actuales injenieros del pais tuviesen un aumento de sueldo, porque esos jóvenes, que en el dia se ocupan de este cuerpo, luego que tengan noticia de esta facultad para traer estranjeros que se le concede al Gobierno, podrian dejar el lugar que ocupan en el cuerpo, i habría que empezar por otros nuevos.

No me opongo a que se hagan venir estranjeros; pero a los que tenemos es preciso conservarlos i protejerlos.

El señor Ministro del Interior. —Me parece, señor, que de lo espuesto anteriormente por mí, no deberia deducirse la consecuencia que ha sacado el señor Diputado preopinante. Yo he asentado que por ahora no tenemos el número suficiente de injenieros que reunan los conocimientos teóricos a la práctica i este es un hecho. He agregado que a fin de remover los inconvenientes que se presentan a este respecto, el Gobierno desea que se hagan esos estudios teóricos en toda su estension, miéntras que se puedan hacer los prácticos por los mismos que deben ocuparse preferentemente de los primeros; de manera que dentro de algún tiempo tendremos jóvenes que no nos harán pensar en traerlos de afuera; mas por ahora existe esa necesidad. Repito que es un hecho i que si deseamos precaver las consecuencias de ese hecho, es preciso que nos conformemos con el medio único que puede adaptarse, cual es el que sujiere una de las indicaciones hechas anteriormente. Me parece que la partida debe eprobarse ccn la redacción que últimamente se ha presentado, porque aun cuando en el año 45 no se pagase las dotaciones de los injenieros que se trata de hacer venir, sin embargo es preciso que el Gobierno deba tener la facultad de hablarles de las dotaciones, para que se resuelvan a venir.

El señor Cifuentes. —Seria de desear que se agregase alguna otra aclaracion, porque la partida dice: para compostura i apertura de caminos, i se puede agregar de canales, formacion de puentes i calzadas, porque puede suceder que se suponga que el Gobierno no esté autorizado por esta partida para estos objetos importantes.

No habiendo oposicion a esta última indicación i consultando el espíritu de todos los que se habian hecho, se redactó la partida en la forma siguiente:

"Para sueldos i viáticos del cuerpo de injenieros civiles, compra de instrumentos i herramientas, compostura i apertura de caminos i canales, construccion de puentes i calzadas i para trasladar i dotar injenieros estranjeros $ 200,000".

En esta forma fué aprobada por unanimidad de 35 votos.

Partida 15 en discusion.

"Partida 15, para gastos de la Sociedad de Agricultura. Documento núm. 26, $ 7,667."

El señor Palazuelos. —Yo tambien soi miembro de la Sociedad de Agricultura, i tengo la honra de ser admitido a sus sesiones i tomar parte en sus trabajos; mas yo pregunto: estos trabajos, ¿qué han importado al pais desde tanto tiempo a que existe aquel cuerpo? Hago esta pregunta con tal seguridad, porque estoi seguro que la Cámara me acompañará en mis dudas. ¿Quién ha visto alguna cosa de provecho en los trabajos de esta Sociedad? i no se diga que faltan hombres de patriotismo i de toda la actividad que se necesita para que aquella Sociedad pudiese ser de provecho para el objeto al cual se ha dedicado. Pero, señor, debo hacer justicia a los socios que componen la Sociedad de Agricultura.

Todos son sujetos dignos de elojios por su patriotismo i por sus luces, pero desgraciadamente perdidos para el pais i para la Sociedad, porque en la manera que son dirijidos sus trabajos en el pié en que se encuentra la Sociedad, se halla ya sin vida, digámoslo así.

Es imposible, señor, que este cuerpo presente a los ojos de un observador cualquiera, otro cuadro que el de una tertulia.

Me veo en la necesidad de hacer este denuncio a la Cámara, porque el pais está gastando su dinero en vano: bastantes errores hemos cometido ya, para que sigamos repitiéndolos.

Sí, señor, repito que esa sociedad es una tertulia como la que pudiera haber en una botica.

Mañana se me antoja formar otra Sociedad, yo, i la llamo de medicina, i reúno unos cuantos hombres aficionados, i nos recomendamos al Gobierno, diciéndole: aquí estamos unos cuantos individuos que queremos encargarnosde este ramo, i pedimos al Gobierno $ 7,500 para poder hacer alguna cosa a fin de cumplir con la carga que nos vamos a imponer en beneficio de la nación. Yo pregunto al Gobierno ¿con qué derecho me negaría aquella suma? Mui bien lo podria decir, si me los negaba, que cometia una injusticia conmigo i con la Sociedad de Medicina, porque yo conozco la Sociedad de Agricultura tal cual es: conozco la pericia, la virtud i la capacidad de sus miembros. Sí, señor, pero así tal cual yo la conozco, digo que el Gobierno cometería una injusticia con la Sociedad de Medicina. (Risas).

No piense la Cámara que voi a molestarla con un largo discurso. Véase no mas cuántos trabajos hai en la Sociedad de Agricultura, comisiónese a alguna persona que diga si esos trabajos merecen ver la luz pública. Se dirá talvez que sí; pero aun cuando la viesen, que no la ven ¿qué provecho sacaremos de esos trabajos perdidos en la secretaría, sepultados en los archivos de la Sociedad? Digo, pues, que miéntras no hayan verdaderas relaciones entre la Sociedad de Agricultura i el Gobierno, que ínterin sus trabajos no sean dirijidos por los mismos Ministros del despacho, no serán aquellos de mucho provecho al pais.

Yo sé que se me va a decir que esta suma es