minos cuando en la ▼sesion pasada, interpelé al señor ▼Ministro del Interior para que espusiese si creia conveniente los ▼fondos pedidos en esta partida para poner en accion los elementos que aquella oficina encierra. Hice la pregunta esperando que se revelase algun dato de que yo no estuviese en posesion i que hubiera quizas fijado la opinion del Gobierno para limitarse sólo a la suma de $ 108,000; mas el señor Ministro se contrajo a referir los trabajos hechos en favor de los caminos en el año pasado i el presente, sin decirnos cuáles eran los que debian emprenderse en 1845.
Sin embargo, este no era mi principal deseo, porque tratándose de ▼presupuestos para ese año, debemos mirar como única base de nuestra deliberacion, los objetos en que han de invertirse los ▼fondos que vamos ha acordar. Estoi, pues, en el caso de hacer valer mis informes privados, i voi a trasmitirlos a la Cámara para manifestar que la suma pedida no bastará para hacer la mitad de las obras que pueden emprenderse en favor de los ▼caminos, empleando sólo los mui imperfectos medios de que la ▼autoridad pública puede disponer.
Segun me ha espuesto el ▼director de la oficina de injenieros, se está invirtiendo mensualmente en los ▼caminos de Valparaíso como $ 7,840, a pesar de que la presente estacion es la ménos a propósito para los trabajos; pero suponiendo que se gastase lo mismo en los mas meses del año, resultará que en este solo camino van empleados mas de $ 94,000.
En el año próximo los trabajos deben continuar con la misma actividad que al presente, porque una obra como aquella no es para concluirse en breve tiempo; ántes bien habrá entónces que emprender la consiruccion de puentes que en muí breve espacio, absorben grandes sumas.
Habrá de destinarse, pues, para el camino de Valparaíso en 1845 lo mismo que se gastara en 1844, a saber $94,000. Tiene ademas aquella oficina en actual ocupacion las obras siguientes: el camino de Aconcagua a Quillota, cuyo plano está concluido i cuyo presupuesto lo estará sin mucha demora; el de Quillota a Aconcagua; el de Limache a Valparaiso, cuyo plano i presupuesto ha sido ejecutado por un injeniero mui capaz i se está revisando en la oficina; la canalizacion de los rios Ñuble, Perquilauquen, Lontué i Claro, a fin de echar sus aguas al Maule para facilitar la navegacion i allanar su barra, obra que se encomendó tiempo ha a una comision especial i se acaba de presentar al Ministerio; ella debe ser ejecutada por la oficina de injenieros con los fondos que vamos ahora a señalar; i finalmente, un canal de irrigacion para el departamento de San Cárlos. Tales son los trabajos que estarán preparados al cabo de pocos meses; i entónces, es decir, al comenzar el año de 1845, quedarán hábiles los injenieros para ejecutar otros muchos que se pueden llevar a cabo tambien en el mismo año.
Urjente, estremadamente urjente, es separar los caminos que conducen al norte i sur de la capital, tan interesantes a la ▼industria, tal es por ejemplo la carretera de Valparaiso. Los clamores que se levantan por todas partes por el abominable estado en que se encuentran, no pueden ménos que llegar a los oidos del Gobierno, ni es de creerse que éste los desatienda habiendo recursos i elementos de que disponer para satisfacer tan justa urjencia. ¿Cómo, pues, a vista de tantos i tan urjentes trabajos, podrá sólo asignarse para camino la suma que el presupuesto pide? Téngase, ademas, presente, que de los $ 108,000 de esta partida debe salir el sueldo de los injenieros i sus viáticos, i se verá cuan mezquino ha sido el pensamiento que precedió a su formacion. Casi llego a persuadirme que en esta parte del presupuesto ha puesto mano la ▼Contaduría Mayor, que se guia para redactar esta clase de documentos por los ▼gastos hechos anteriormente, sin tomar en cuenta lo que se debe o se puede hacer en lo venidero. El señor Ministro habría concebido sin duda pensamientos mas vastos que los que la partida anuncia.
Voi a hacer, ademas, otra indicacion. Sobre manera conocida es la necesidad de echar puentes sobre nuestros rápidos i caprichosos rios; pero en el país no hai personas que tengan la instruccion teórica, ni ménos los conocimientos prácticos que semejantes obras requieren.
Sí, pues, abundan en el ▼estranjero i hai en las arcas nacionales fondos cuantiosos de que disponer ¿por qué no hemos de hacerlos venir para aprovecharnos cuanto ántes de aquel beneficio? esta es una medida fácil i en gran manera necesaria; porque si tuviésemos que aguardar a que los actuales injenieros aprendiesen los ramos que se requieren para tales obras, mucho tendríamos que esperar; o cuando no correríamos los azares consiguientes al empleo de personas inespertas en trabajos delicados i costosos; no debo estenderme mas tratándose sólo de fijar los ▼gastos públicos para el año próximo venidero; pero con sentimiento pierdo la ocasion que se me presentaba de hablar sobre la oficina de injenieros a la cual están vinculados tan graves intereses, i que por desgracia está en un pié que puedo llamar ruin. La lei que la estableció fué ciega, no supo lo que iba a crear i resultó un absurdo que el Gobierno debe apresurarse a enmendar mui luego. ¿Cómo es posible que siete individuos puedan no digo ejecutar, pero ni siquiera pensar en la multitud de trabajos que se les aguarda, así en el ramo de caminos como en el de edificios públicos, planos topográficos, etc., etc. ¿Cómo esperar que se ofrezcan a servir por escasos ▼sueldos hombres de ▼carrera científica que encuentran en cualquiera otra parte ocupacion ménos ingrata i mas provechosa?