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CÁMARA DE DIPUTADOS

cho, que talvez usted ignora, porque consagrado a cumplir modestamente el deber de un proveedor, no pudo alcanzar la importancia de haber servido con los víveres de su division, a la de vanguardia del Jeneral Solsa, que se hallaba en el centro de las cordilleras, en los mayores apuros, por no tener qué comer los soldados i oficiales. Usted no era el proveedor de esa division, ni los víveres que usaba eran para ella, sino para la division del centro; por consiguiente, si Ud. pudo servir oportunamente aquella division, fué por el resultado de su buena economía en la distribucion de ellos.

Todavía tiemblo al considerar los funestos resultados que un accidente como el que nos ocupa habria venido sobre la espedicion libertadora si la vijilancia de Ud. con la distribucion de víveres no hubiese dejado un sobrante capaz de salvar la division de vanguardia que no tuvo ni tenia otros recursos en medio de las cordilleras. ¿Igual ha sido el premio i la recompensa para un acto de tanto bulto? ahí está...¡pida Ud. limosna!... —Casimiro Albano.


Excmo. señor:

Don Fernando Olivares, con el mas reverente respeto a V.E. digo: que el estado deplorable a que ha venido mi fortuna me traen ante V.E. a implorar una gracia de que pende la subsistencia de mi avanzada vida i la de mis tiernos hijos. El entusiasmo que me arrebató en mi juventud para consagrarme a la causa de la independencia me ha dejado con gratos recuerdos i con una conciencia satisfecha de haber cumplido los deberes de patriota; pero al mismo tiempo hizo tambien que perdiera mis bienes de fortuna i el tiempo mas a propósito para asegurar la subsistencia de la vejez. En el dia, perdida toda esperanza de subsistir con el trabajo personal i rodeado de una familia que no cuenta con otro ausilio que los brazos de su anciano padre, tengo que hacer valer ante V.E. mis servicios i mis circunstancias para merecer de su munificencia la gracia de ser socorrido con una pension que me haga mas soportable mi situacion actual. Valga en favor mio los intereses que perdí por servir a la patria, los caudales i elementos de guerra que proporcioné por mi decision en circunstancias difíciles, válgame los servicios gratuitos que he prestado incesantemente desde el primer dia de la revolucion hasta los últimos acontecimientos de la guerra. La informacion de testigos que en forma legal acompaño prueban de la manera mas evidente los títulos con que solicito de V.E. aquella gracia. Por ella consta que los enemigos de la independencia, en odio a mi patriotismo, secuestraron el establecimiento de comercio que tenia en Chillan, pueblo de mi residencia, que salvé del poder de los españoles 400 fusiles i $30,000 que conduje con mis propios recursos al campamento patriota, que emigré a las provincias trasandinas en donde cooperé activa i decididamente a la organizacion del ejército libertador i que me he hallado presente en las principales funciones de guerra que tuvieron lugar en la campaña del jeneral San Martin. En el día soi por tercera vez miembro de la Municipalidad de Chillan, en donde he desempeñado casi incesantemente mil otras comisiones gratuitas i casi siempre honerosas. Si la patria no puede ver con ojo indiferente la desesperante agonía de un buen servidor, si se conduele de la miseria a que él i su familia se ven reducidos, dígnese V.E. acojer mi súplica i señalarme una pension vitalicia en la forma que tuviese a bien. —Es gracia. —Fernando Olivares.