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CÁMARA DE DIPUTADOS

ferencia a otras que son de interes jeneral. Me parece que en todo caso deben ser estas preferidas; ademas hace mucho tiempo, señor, a que la Cámara, yo no sé en virtud de qué autorizacion, se ocupa en conocer de solicitudes particulares; digo que no sé en virtud de qué autorizacion, porque como miembro de la comision de hacienda examiné o mas bien diré, examinamos los miembros de aquella comision los fundamentos en que podria fundarse ese procedimiento, i no encontrando ninguno, lo creímos anti-constitucional. Puede ser este un equívoco de mi parte, como la de los demas miembros de la comision; pero miéntras la Cámara no resuelva si está en uso de sus atribuciones esta facultad, no debe continuar conociendo en solicitudes particulares. Es tanto el tiempo que se pierde en esto, son tantas las peticiones que se aglomeran, que el perjuicio que de esto resulta al público es conocido. En la otra noche dijo un señor Diputado que se habian despachado por la comision a que pertenece como 25 solicitudes. ¿I a donde iríamos a parar, si de todas ellas se tuviera que ocupar la Sala? ¿no seria una vergüenza para la Cámara de Diputados que solamente con este objeto se congregase i es tan indiferente la ventura de Chile, para que solamente con este objeto vengamos a ocupar estos asientos? Para esto se encuentran Diputados asistentes; para esto se encuentra todo, señor, i no para los asuntos jenerales. Tengo sentimiento en decirlo, señor, pero es justicia que así lo haga. Por otra parte, si continuamos concediendo gracias a todos los que las piden, no encontraremos arcas ni rentas que sean suficientes. A mas de que, sin una lei que fije la cuota que debe darse, cometeremos siempre injusticias. Se ha presentado ya al Senado un proyecto para fijar los montepíos que deben gozar las viudas de los jueces, i sin embargo no conocemos de él primeramente. Yo quisiera, señor, ser el primero que secase las lágrimas de la amargura; pero esto lo haria con mi bolsillo i no con los bienes del público. Estas rentas nacionales de que disponemos ¿no son el sudor del pueblo? ¿no tenemos que dar cuenta de ellas, siempre que no las empleamos debidamente? Necesitamos, ante todo, atender las necesidades públicas, que son mui numerosas. Acudiendo a solicitudes particulares ¿cumpliremos con los encargos de la nacion cuando depositó en nuestras manos su porvenir? Yo creo que vamos por un camino errado, i siento decir que se necesita vencer mas dificultades para abordar esta cuestion, que para abordar a un navio de tres puentes en un pequeño barquichuelo. Al tratar esta cuestion, tengo que luchar con mil intereses privados; pero he creido de mi deber hacerlo presente a la Sala. Declare pues, primeramente la Cámara si está en el uso de sus atribuciones el conocer de las solicitudes particulares i entónces nos ocuparemos de ellas; pero miéntras tanto me parece que debemos cortar de hecho toda cuestion.

El señor Vice-presidente. —No hai nada puesto en discusion. Yo habia dicho, señor, que no se ponían en discusion los asuntos jenerales que hai pendientes, porque no hai ninguno de los señores Ministros encargados de sostenerlos. Si hai otros proyectos jenerales propuestos por Diputados, no han sido todavía puestos en tabla i sólo se habia dicho que iba a ponerse en discusion uno de los particulares que la Comision habia informado.

El señor Toro. —Yo quisiera saber cuáles son los asuntos jenerales que están en tabla.

El señor Secretario. —Se halla en tabla el proyecto de matrimonios de disidentes desde el año anterior, quizá es de los mas antiguos; el proyecto sobre determinar la planta que debe tener la Iglesia de Ancud, i otro para reformar los aranceles eclesiásticos presentados por el Ministerio de Justicia. Este último fué aprobado en esta Cámara; i en la de Senadores ha sufrido una variacion, por lo que volvió a la de Diputados, i pasó a la Comision Eclesiástica, la cual ha informado i está en estado de despacharse, pero no está presente el señor Ministro del Culto i no se podrá considerar. Existe tambien un proyecto presentado en la sesion anterior por el señor Toro sobre abolicion del Estanco; otro del señor Gandarillas sobre abolicion del trámite de conciliacion en los juicios mercantiles; uno presentado por el señor Eyzaguirre, para determinar el modo de reemplazar a los jueces de los Tribunales de Justicia; los demas asuntos están pendientes ante las comisiones i no los recuerdo en este momento.

Asuntos particulares hai varios. Entre ellos uno propuesto por el que habla, que era el que el señor Vice-presidente queria poner en discusion, no como de interes jeneral, sino por ser presentado por un Diputado, motivo por el cual podrá ser considerado, i tambien por ser un asunto de corta discusion.

I ya que se me ha permitido hacer uso de la palabra, aprovecharé la ocasion para contestar lo que se acaba de sentar en la Sala. Se ha dicho que es inconstitucional la ocupacion de la Cámara en la consideracion de los asuntos de interes particular. Yo creo que es mas inconstitucional esta opinion, porque está en contradiccion con lo dispuesto por la misma Constitucion que en la parte 6.ª del artículo 12 dice: "Derecho público de Chile. La Constitucion asegura a todos los habitantes de la República (Parte 6.ª) el derecho de presentar peticiones a todas las autoridades constituidas, ya sea por motivo de interes jeneral del Estado o de interes individual, procediendo legal i respetuosamente." Esta es pues una parte del derecho de Chile, i yo no sé cómo pueda negarse el derecho que tienen todos los particulares de presentar peticiones a esta Cámara.