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CÁMARA DE DIPUTADOS

inconveniente que ha apuntado el señor Ministro, de que se dudaria si los cívicos entraban en el goce de los mismos emolumentos que los del ejército. Con que, para que no comprenda a todos, ni tampoco se ofenda a aquellos que no son comprendidos, será mucho mejor la espresion que ha indicado.

El señor Dávila. —En atencion a lo que se ha dicho en obsequio de la guardia cívica i que yo considero mui justo, creo que no habria inconveniente para que a la presente lei se agregue un artículo que diga: "Los individuos de la guardia cívica gozarán del sueldo designado por la presente lei, miéntras se dicta el reglamento especial que trata de su nueva organizacion i arreglo".

El señor Seco. —Despues de hacer leer el artículo tomó la palabra i dijo: Señor, si acaso se suprime el artículo, yo quisiera saber cuánto es el sueldo que gana el soldado cívico cuando está en servicio activo, porque esto no se ha dicho hasta ahora. No se estrañe que yo haga esta pregunta, porque no estoi enterado en la milicia. Se dice que va a ganar el mismo sueldo que ahora. ¿Por qué, habiéndose comenzado a señalar los sueldos, habiéndose reconocido que los sueldos de los cívicos son tan importantes como los de los veteranos, por qué no acordarles el mismo sueldo que a éstos? Interpelo al señor Ministro de la Guerra para que me conteste.

El señor Ministro de la Guerra. —He convenido ántes en cuanto a los soldados cívicos, que la Cámara cree que deben hacerse algunas modificaciones, se hagan.

El señor Seco. —Es decir que el señor Ministro no se opone a que el soldado cívico goce el mismo sueldo que el veterano. Si no hai ningun artículo en esta lei que lo diga sino que se espera un reglamento que vendrá a formarse dentro de seis años o mas ¿será posible que miéntras tanto se haga sufrir al soldado cívico? Nó, señor, esto no puede ser. Por tanto, pido que se esprese este caso en la lei.

El señor Palazuelos. —Debo agradecer a la Providencia que me haya presentado esta ocasion de decir algo contra ese principio que algunos llaman aristocracia de que se resienten casi todas nuestras instituciones i que yo no sé cómo llamar porque no pertenezco a ninguno de estos partidos, democrático ni aristocrático. Hablo de ese monopolio que ha hecho de la cosa pública cierta clase de la sociedad que se apropia el movimiento intelectual, movimiento moral, el movimiento político i relijioso; esa clase, señor, que todo se lo apropia; esa clase que hierve; esa clase que charla i que en todo figura. Voi a esplicarme.

Se quiere que el soldado cívico sea pagado como el veterano ¿por qué esta compasion por el soldado cívico? ¿Qué dice la Constitucion sobre el particular? Que todos son indistintamente llamados a desempeñar este cargo. ¿I se habria acordado el señor Diputado del pobre cívico si no supiera que existe este artículo en nuestra Constitucion? ¿Se habria interesado tanto, si no hubiera sabido que por nuestras instituciones, comprende a todos los blanquitos esta carga que ahora pesa sobre la clase mas infeliz? Tal es el estado en que nos hallamos, señor, que nos negamos a creer en nuestras instituciones. Tan olvidados estamos de todo lo que pertenece a los derechos de nuestra humanidad, de nuestro pais, que ni aun en nuestras instituciones creemos. Esto es la verdad, señor. I cuidado.

No se crea que tomo la palabra para hablar en contra de aquella disposicion, sino para proclamar ese principio que reclama la verdadera filosofía, la conveniencia i la moral pública.

El señor Seco. —Que a servicios iguales se les remunere del mismo modo; esto es lo que he dicho anteriormente, nada mas. Si el señor Diputado cree que he abogado por el cívico porque todos los blancos tienen obligacion de servir, ha padecido de una gran equivocacion. Yo estaría pronto a servir como ya otra vez lo he hecho, i el señor Ministro que está presente puede atestiguarlo.

Si ahora mismo se ofreciese i fuesen necesarios mis servicios, ahora mismo en la edad que tengo, los volvería a prestar gustoso. Ese es mi modo de pensar; i crea el señor Diputado que deja la palabra, que hablo esto con mi corazon.

El señor Palazuelos. —Hago la justicia que merece el señor Diputado; no me he contraído a su persona.

El señor Bustamante.— El cívíco entra a la guardia el lunes; a las nueve o diez del dia ha ganado real i medio con el cual ha comido; pero ha perdido el lúnes i tambien el mártes, porque perdido el lúnes al otro dia no tiene trabajo. Se perjudica, pues, el soldado cívico, por lo cual creo que debe dársele lo mismo que al veterano; i como en este artículo no espresa esto, pido que desde luego se aclare.

El señor Presidente. —Se va a proceder a votacion sobre el artículo; si es desechado, tendrán lugar las indicaciones.

Se votó sobre él i resultó desechado por mayoría de 24 votos contra 14.

El señor Presidente. —A pesar de haber sido derogado el artículo i de haberse dicho ántes de su votacion que desechado éste tendria lugar las indicaciones; creo que estas no deben ya considerarse porque de hecho ha cesado ya toda duda relativa a si debe o no darse al soldado cívico el mismo sueldo que al veterano; que si ahora se da real i medio al dia es porque lo mismo se da al veterano; i supuesto que no hai diferencia entre unos i otros, cuando sirvan ya está entendido que ganan el mismo sueldo, a ménos que una lei especial no lo disponga de otro modo.