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SESION EN 28 DE AGOSTO DE 1843

paguen una contribucion anual tan módica cuanto se quiera. Estas medidas tendrán dos resultados: el primero harer justicia de la desigualdad que ahora se nota i el segundo acostumbrarnos, poco a poco, a las contribuciones directas, cosa mas útil que lo que se cree, porque las entradas de aduana pueden dentro de diez o veinte años no ser suficientes para cubrir nuestros presupuestos.


Al emitir nuestra opinion sobre los trabajos i proyectos del Ministerio de Marina, debemos hacerlo con mas reserva todavía, porque, si bien tenemos un tal mal conocimiento de la milicia, este en la organización i arreglo mas conveniente de la marina en jeneral, es aun mas corto. Sin embargo, ilustrados con las opiniones de algunos marinos, presentaremos nuestras ideas sobre esta materia.

La civilizacion ha trasformado las naciones. El comercio, la guerra, las costumbres domésticas i en jeneral las condiciones que aseguran la existencia de los pueblos, han variado. En efecto, el comercio no es como para Sidon, Tiro i Cartago, el monopolio esclusivo de una sola nacion; la guerra no es como para Roma, el medio espedito de robar a los pueblos sus tesoros, i si bien este azote causa ahora pérdidas a los vencidos, al ménos no se les desnuda. Ahora pues, las condiciones de existencia han variado; ni hai pueblos conquistadores de profesion ni hai monopolios; pero al contrario el mundo es un vasto mercado, en donde se cruzan todas las naciones. En este palenque luchan la intelijencia i el interes individual para conquistar compradores. Todos los pueblos propenden con ese fin, a mejorarlo todo en beneficio de la mayoría, a descubrir la utilidad de todos los objetos criados i a adquirir, por esos medios, una influencia pacífica i comercial. La victoria en esta competencia mercantil, es del que a mas de poseer en su suelo las materias primas i fábricas, tiene mayores facilidades para la esportacion, vastas costas, reglamentos de aduana liberales i tribunales justificados.

Nosotros que no tenemos fábricas porque nacidos ayer no hemos adelantado tanto i quizas, porque todavía no nos convendria tenerlas, reunimos la mayor parte de esas condiciones de prosperidad comercial i de riqueza. En efecto, Chile es un pais nuevo, una estrella brillante que se eleva gradualmente en el horizonte bajo los mas felices auspicios. Las esperanzas de su porvenir comercial son las mas halagüeñas pues que a los variados frutos de su suelo, a las infinitas materias primas que con abundancia produce, reune condiciones de existencia i de riqueza en sus vastas costas, que miran un mundo nuevo i en sus liberales leyes de aduana. Empero no bastan al comercio sus naves; los gobiernos tambien las necesitan, porque por desgracia es preciso que las mas justa causa i los mas sagrados derechos se recomienden con ciertas razones que se llaman de los reyes (aunque con bastante frecuencia i sin motivo las emplean nuestros hermanos de las repúblicas de América) como consecuencia pues de esta necesidad, las naciones aun mas amantes de la paz sostienen una marina de guerra. Esta debe guardar cierta proporcion con nuestra política actual i con la preponderancia de que sin disputa hemos estado en posesion. No creemos necesario muchos buques ni nuevos departamentos de marina, ni vastos almacenes: nada de eso; pero sí creemos que debemos tener aquellos que sin enormes gastos no puede improvisarse. Las opiniones del señor Ministro son mui justas. Es preciso protejer la marina mercantil i la de guerra; ámbas se ausilian. No olvidemos que en otro tiempo mucho se debió a esta última i que tiene recuerdos gloriosos i melancólicos una parte de ellos; despues de haber triunfado en Chiloé, Valdivia i el Callao, desapareció en la oscuridad de una noche tempestuosa tragada por el Océano.

Creemos que Chile no puede tener todavía buques de guerra de vapor. Daremos nuestras razones.

Los necesitan algunos hombres especiales, cuyos sueldos son mui crecidos por razones de su misma especialidad: los vapores no pueden existir sin otros establecimientos i fábricas; i esto es tan cierto, que solo en los países en donde las artes mecánicas están mui esparcidas, existen éstos en gran número. Por fin tómense informes sobre los gastos de los vapores de la Compañía Inglesa en el Pacífico en sus diferentes composturas i se verá lo que cuesta un vapor en el ramo sólo de casos fortuitos. A mas hemos visto perecer todas las especulaciones estranjeras que empleaban máquinas de hierro complicadas, porque carecemos de grandes establecimientos que reemplazan las piezas que se rompen o se inutilizan.

En nuestro concepto, pues, la escuadra nacional puede componerse de la Chile i tres goletas. Asegúrese, por todos los medios posibles, la conservacion de la Chile en el estado de desarme i mándese construir a los Estados Unidos dos goletas de guerra de 220 toneladas cada una; ármese ésta con un cañon jiratorio de a 48, a la Paixhans, con su cama en la bodega, i seis u ocho cañones de a 12 del mismo modelo en bateria. Estos dos buques harian el servicio en tiempo de paz sin el jiratorio. Si se quiere, i en caso de guerra, serian con la Chile i la jentil Janequeo una escuadrilla respetable. Desarmada la Chile el gasto de las tres goletas no alcanza los $99.905 presupuestados para la Chile i dos goletas. No hai comparacion entre el tiempo de vida de un buque verdaderamente de guerra i los buques mercantes armados, porque estos son, en jeneral una cáscara de nuez, que cuestan mucho, duran mui poco i pierden aun, con el peso de la artillería, las buenas cualidades que tenian.

Pensamos como el señor Ministro que es pe