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SESION DE 22 DE JUNIO DE 1837

tracion, han encontrado ya una ocasion bella para emplearse en los sagrados objetos con que se han depositado en vuestras manos. No son quimeras, no son palabras vacías de sentido, no son caprichos de un individuo los que se os llama a defender. El órden i la paz han sido atacados vilmente; i el órden i la paz son a la vez el oríjen i el conjunto de todos vuestros bienes. Sois los soldados de la opinion; i el clamor de la opinion chilena es por la conservación de las instituciones patrias que manos impías quieren derrocar.

¡Defensores todos del Estado! Nunca me es mas glorioso el título del primer Majistrado que cuando me obliga a acercarme a vosotros, i combatir a vuestro frente a los enemigos de Chile; porque nunca se emplean con mayor satisfaccion los esfuerzos de un verdadero patriota; i nunca me puede acompañar mas seguridad del éxito de mi empresa, que cuando la mayor parte de ella está conñada en vuestro valor i a vuestras virtudes.

Santiago, Junio 5 de 1837. —Joaquín Prieto.


Núm. 339 [1]


A LOS CÍVICOS DEL BATALLON NÚMERO 4

Soldados: La Patria amenazada por un traidor insensato reclama al presente los esfuerzos de vuestro valor. Quillota acaba de ver levantar el estandarte de la rebelión, aprisionada la persona de un digno Ministro, vilmente traicionada la confianza del Gobierno. Ha llegado el dia ¡ilustres patriotas! en que hagais ver al mundo vuestra fidelidad a nuestras instituciones i a nuestras leyes; ha llegado el dia glorioso en que aseguréis la ventura de que tanto tiempo habíamos disfrutado. ¿Permitiréis que la tierra en que nacisteis vuelva ser inundada en sangre i sumida en todos los horrores de la anarquía por un puñado de traidores? Nó, vosotros jurareis sobre vuestras armas defender la Independencia i la prosperidad de Chile... Os presentareis en el campo del honor. Libertad i fidelidad serán vuestra divisa, i los perversos se dispersarán acobardados, cuando vean tremolar vuestros estandartes, libres de la mancha eterna con que ellos han tiznado los que la Patria había puesto en sus manos para defenderla de las inicuas tramas de un estranjero.

¡Valientes defensores de Chile!

¡Cuán ilustre, cuán gloriosa, cuán santa es la causa en que vais a ensayar vuestro valor! Asegurar la paz de que Chile había disfrutado siete años, sostener un Gobierno que nos ha hecho felices, impedir que los horrores de la anarquía ocupen el lugar del reposo a cuya sombra corría nuestro pais a colocarse entre las primeras Repúblicas americanas; tales son los sagrados objetos que reclaman hoi el esfuerzo de vuestros brazos. Pero, ya no son solamente unos hermanos traidores los que teneis que combatir. Son los Ministros de un déspota estranjero los que pretenden dominarnos.

Revelándose contra su Patria, ellos la entregan en manos del enemigo impío de la libertad de la América.

¡Ilustres guerreros! Corto es el número de los rebeldes. Avanzad con paso firme, i se dispersarán a vuestra vista. El Ejército del Sur, las milicias de todas las provincias permanecen fieles como vosotros i unirán sus armas con las vuestras. Pronto será sofocada la rebelion naciente. Chile os deberá el restablecimiento de su tranquilidad, de su ventura i de su gloria. El cielo que proteje siempre la causa de los fieles os dará la palma del triunfo; i la Patria, esta dulce Patria, ídolo del corazon de todo buen chileno, os llamará sus libertadores i coronará vuestras heróicas frentes, entonando el canto de victoria. —Clemente Diaz.


Núm. 340 [2]

Al amanecer de este dia, nos han atacado los facciosos con todas las fuerzas en el punto del Barón, que eran las posiciones que ocupábamos. Despues de una hora de fuego bizarramente sostenido, se retiraron en el mayor desórden, dejando mas de cien muertos, doscientos prisioneros i un trozo de cuarenta i ocho pasados. Se les persigue con tesón por Reñaca i en su desordenada fuga todo han perdido, i espero serán conducidos ántes de la oracion, aun que este glorioso triunfo nos cuesta la cara víctima del señor Ministro don Diego Portales, que alevosamente asesinaron cuando vieron la heroica defensa que se ha hecho.

Acaba de llegar la caballería i he dado órden que se incorpore a las órdenes del Mayor Jarpa, que la manda, a nuestra división, con lo que no podrá escapar ninguno de los enemigos.

Dios guarde a V. S. —Gobernacion Militar de la Plaza. —Valparaíso, 6 de Junio de 1837. —Ramón Cavareda. —Al señor Ministro de Estado en el Departamento de la Guerra, don Joaquin Tocornal.


Núm. 341

Al amanecer de hoi, he derrotado completamente a la columna de seducción que pretendía

  1. Este artículo ha sido trascrito del periódico El Araucano, número 353, correspondiente al 9 de Junio de 1837. —(Nota del Recopilador.)
  2. Este articulo ha sido trascrito del periódico El Araucano, número 353, correspondiente al 9 de Junio de 1837. —(Nota del Recopilador.)