Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXV (1836-1838).djvu/163

Esta página ha sido validada
155
SESION DE 29 DE AGOSTO DE 1836

llaves del pañol se las habían quitado para hacer uso de los víveres a su satisfaccion, el primero de Agosto, sabiendo que estábamos frente a Valparaiso, acaudillados por José Rojas i Manuel Zapata, a las tres i media de la mañana, se agolpó a la cámara, tomó las armas i las puertas de los camarotes donde dormían los conspiradores, intimándoles que se dieran presos por el Gobierno de Chile o morían todos; contestaron: estamos rendidos; i haciéndoles salir de uno en uno fueron asegurados en la barra, sin que hubiesen esperimentado el mas leve atropellamiento ni insulto de palabra. Luego la tripulacion dió tres vivas: «Viva nuestro Presidente el Jeneral Prieto; Vivan nuestros hermanos chilenos; Viva la union;» i se le mandó a mi piloto don Jorje Mebon pusiese el rumbo a Valparaiso, i todos gritaron por tres veces: «para Valparaiso,» se hizo así en el momento i yo saqué mis papeles i los hice leer en voz alta para manifestar el engaño con que nos traían, habiéndonos hecho consentir en que nuestro viaje era para Guayaquil. Se nombró primer comandante a don José Rojas, i segundo a don Manuel Zapata; estos aceptaron el cargo, se puso todo en el mejor órden i solo se oían las palabras de «Viva la union.» Concluida esta acta la firmaron conmigo los que sabían firmar, i los que no, rogaron lo hiciesen por ellos los que sabían.

A bordo de la espresada fragata Monteagudo a la vela para Valparaiso en los 33 grados 17 minutos de latitud, a las cuatro de la tarde de hoi primero de Agosto de 1836. —José María Quiroga, capitan. —José Rojas, comandante. —José Antonio Vidal. —Jorje Mebon, piloto. —Juan Calderon. —Diego García. —José Antonio Cobos. —Hermenejildo Taliche. —Domingo Gómez. —José González. —José Ojeda. —Manuel Chinga. —Juan Kilimaco. —José Ahumada. —Prudencio Rojas. —Pedro Soto.


Núm. 185 [1]

Instruido el Presidente del importante servicio hecho por los marineros chilenos, Manuel Zapata i José Rojas, que venían en la fragata Monteagudo, i habiendo leido con el mayor placer, en la representacion que le dirijieron, la espresion de los honrados i heróicos sentimientos que los estimularon a él, me manda decir a V.S. que lo manifieste así a nombre de S.E. a dichos marineros i a todos los que cooperaron con ellos a la entrega de la fragata, añadiendo que el Gobierno nunca ha dudado de la fidelidad de los chilenos a la bandera de la República, i tan pronto como tenga una noticia cabal del mérito contraído por cada uno en esta ocasion, propondrá a las Cámaras Lejislativas, que les asigne el premio correspondiente a la grandeza del servicio. —Dios guarde a US. —Agosto 8 de 1836. Diego Portales. —Al Gobernador de Valparaiso.


Núm. 186 [2]

Señor:

El infrascrito, jefe superior del departamento, ha recibido la apreciable comunicacion que, con fecha de ayer, se ha servido diríjirle el señor don Ventura Lavalle, Cónsul Jeneral de Chile, haciéndole reflexiones sobre la que le escribió el dia 14, relativamente a los chilenos fugados en los buques Monteagudo i Jeneral Orbegoso.

El señor Cónsul se empeña en su citada en esforzar su propósito de que se forme causa, sin haber hasta ahora personas señaladas contra quienes pueda verificarse el juzgamiento, a pesar de que el señor Cónsul no puede nombrar a persona alguna comprendida en el delito de que se queja, porque para ello sería preciso presentar pruebas que justificasen la acusacion. En el mismo caso se halla el infrascrito, i aunque como el mismo señor Lavalle asienta, este es un asunto delicado que él no se espondría a que mañana se le llamase impostor despues de declarado inocente un individuo a quien él hubiese acusado, sin exhibir los datos competentes; el que suscribe ha dispuesto se forme un sumario por el Juez del crímen doctor Darcourt, a fin de que examine quienes son los cómplices, a quienes señala la voz pública, como favorecedores de los chilenos fugados. El resultado hará conocer entónces sí existen datos suficientes para descubrir a los criminales, i si la voz pública, que para el infrascrito no es mas que un eco vago e indeterminado, basta para llenar los deseos del señor Cónsul, i las disposiciones del Gobierno peruano a castigar a los culpados.

Esta deferencia del infrascrito a la formacion del sumario pedido por el señor Cónsul, le hará conocer que su anterior negativa no ha sido sin fundamento, i que ahora se resuelve a adoptar la medida indicada, por complacer al señor Cónsul i darle una prueba mas de que el Gobierno del infrascrito desea alejar hasta la mas leve sospecha, de que estima en poco la tranquilidad de su hermana la República chilena.

En su primera comunicacion manifestó el infrascrito lo sensible que le fué esa noticia, i ahora le añade que mucho mas le ha sido de que no se le hubiese participado en tiempo por el señor Cónsul, supuesto que no la ignoraba, como categóricamente lo asienta en su nota contestacion

  1. Esta nota ha sido trascrita del periódico El Araucano, número 310, correspondiente al 12 de Agosto de 1836. —(Nota del Recopilador.)
  2. Este documento ha sido trascrito del periódico El Araucano, número 311, correspondiente al 19 de Agosto de 1836. —(Nota del Recopilador.)