Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXVII (1840-1841).djvu/201

Esta página ha sido validada
194
CÁMARA DE DIPUTADOS

lleneras Good Return i Franklin, pero se trabaja asiduamente en ellas i me lisonjeo de que podré terminarlas en breve.

En medio de estas controversias, en que el Gobierno se ha esmerado en dar pruebas de los sentimientos de justicia que lo animan i de su constante deseo de mantener ilesas las relaciones de paz i amistad con las naciones europeas i con los Estados Unidos de América, no ha llegado jamas a turbarse la buena intelijencia i armonía con estos poderosos Gobiernos. Su comercio se desenvuelve mas i mas en los puertos de la República, i la provechosa influencia que él ejerce sobre nuestra industria i civilizacion se percibe mas i mas cada día, sobre todo despues que, deslindadas las atribuciones de los ajentes consulares, han podido nuestras judicaturas ejercer sin tropiezo las que la lejislacion nacional les tiene asignadas.

El Presidente ha remitido al Congreso, tiempo hace, un tratado con la Reina de la Gran Bretaña para prestar la concurrencia de esta República a la abolicion del detestable tráfico de esclavos. Aprobado por la Cámara de Senadores, ha pasado a la de Diputados, con una modificacion importante, que permitirá someter a la esperiencia de algunos años los efectos de sus estipulaciones i nos dejará libres para continuar en ellas o poner término a su duracion, segun pareciere convenir. Mediante esta precaucion, no alcanza el Gobierno a prever inconvenientes de ninguna especie que deban arredrarnos de ratificarlas. El objeto, por otra parte, ha sido recomendado con instancia por el Gobierno británico, cuyos filantrópicos votos no pueden ménos de hallar una poderosa simpatía en el pueblo, que desde una época temprana de su vida política ha desterrado la esclavitud de su suelo i ha escrito en su código fundamental la igualdad civil de todas las razas humanas. No duda, pues, el Gobierno que se prestará por la Cámarade Diputados una atencion preferente a este asunto.

Nuestro ajente en Roma promueve cerca de la Santa Sede los asuntos eclesiásticos que se le han encomendado, i anuncia que no habrá obstáculo para su pronto i favorable despacho, de que el Congreso será informado oportunamente por el Ministerio respectivo. A la presentacion oficial de las preces debía preceder el reconocimiento formal de la República de Chile, paso importante para el espedito curso de las atribuciones del Patronato, inherentes a la soberanía nacional.

A nuestras relaciones con las Repúblicas hermanas presiden los sentimientos de amistad i fraternidad que corresponden al común oríjen de todas, a la semejanza de sus instituciones i a tantos intereses recíprocos. Han sido renovadas las instancias del Gobierno mejicano para la formacion de un Congreso de Plenipotenciarios de todas las nuevas Repúblicas; i Chile, comprometido a concurrir a él por el tratado de 7 de Marzo de 1831, ha manifestado su pronta disposicion a verificarlo. El Gobierno de Chile no cree que es este el mejor medio de que los Estados americanos pudiesen valerse para estrechar su union política; i hace tiempo que espuso al de Méjico su juicio sobre los embarazos i dificultades que se tocarian para la reunion de este cuerpo i para la expedicion i eficacia de sus deliberaciones. El tiempo no ha hecho mas que confirmar la solidez de las consideraciones que se sometieron por nuestro Gobierno a sus aliados; i en el trascurso de tantos años puede decirse que apénas se ha dado un paso para la realizacion del proyecto. Sin embargo, no habrá por nuestra parte oposicion ni demora, i suscribiremos gustosos a los deseos de los demas Estados concurrentes, por débiles que sean nuestras esperanzas de llegar por esta senda a resultados positivos.

Acerca de la localidad en que debía situarse el Congreso, Chile ha creido que, entre todas las que se han indicado, la ciudad de Lima es la que presenta mas ventajas para la mayoria de los Estados.

Entre tanto, ha juzgado el Gobierno que debía dirijir sus esfuerzos al afianzamiento de las relaciones que ligan a esta República con las otras del Sur, i ha dado ya algunos pasos hácia este objeto, que es probable se realice, una vez que ha cesado el principal obstáculo: la desavenencia entre el Perú i Bolivia, a que dichosamente ha sucedido un acuerdo pacífico. El Gobierno, cediendo a sus propios sentimientos i al voto de las Cámaras, tan enéticamente espresado, hizo de su parte cuanto le era posible para facilitar este feliz resultado, interponiendo sus instancias i buenos oficios con uno i otro de los Estados contendientes. Ha cesado la alarma que sus disensiones i los anuncios de un próximo rompimiento habian esparcido en el continente; i sin que fuese necesaria la mediacion que formalmente ofrecimos, se ha celebrado un avenimiento, en que se dirimen la mayor parte de las cuestiones controvertidas, i se refieren las otras a la decision de un árbitro imparcial.

Todo hace esperar que esta conciliacion será duradera; que las dificultades pendientes entre aquellos dos Gobiernos i el nuestro se arreglarán amigable i satisfactoriamente; i que las Repúblicas del Sur, unidas con vínculos estrechos, no presentarán otra vez el espectáculo escandaloso de los atentados de la ambicion, i contribuirán recíprocamente a la estabilidad de sus instituciones i a la consolidacion de su sistema político.

El deber de velar sobre la seguridad de estos grandes objetos compelian al Gobierno a observar con cuidado las operaciones de los ajentes de don Andrés Santa Cruz, que cuentan como el primer medio para el logro de sus miras la dislocacion del órden establecido en Chile, no ménos que en el Perú i en Bolivia. Sus manejos