▼tria ver perecer la mujer de un empleado que desempeñó con tanta honradez los primeros destinos de la Nación? V. E. es justo, conoce el mérito, i no dudo que con la recomendacion mas especial, elevará esta solicitud a la ▼Cámara de Senadores para que se sirva tomarla en consideracion con preferencia. Ella se puede decir que debe considerarse como de interes jeneral. Cruz sirviendo al público, i llenando su vida de méritos, ha contraído una obligacion con éste para que del mismo modo le preste siquiera su atencion considerando sus representantes por una hora la gracia que pide la familia del que contrajo treinta años en su obsequio. Desde la tumba, mi hijo muerto ofrece su sangre i pide justicia. Si él viviese sería mi apoyo. ¿Quién me lo ha quitado, por quién se sacrificó? Otros no cuentan este timbre i han obtenido una acojida favorable. Halle yo la misma en la recomendacion que a V. E. suplico. Es gracia. —Isabel Antúnez.
Aunque el ▼Gobierno reconoce los distinguidos servicios que prestó a la patria el finado contador de la Casa de Moneda, don Anselmo de la Cruz, se cree sin embargo desprovisto de facultades competentes para resolver sobre la adjunta peticion de su viuda doña Isabel Antúnez; i se limita por lo tanto a someterlo con audiencia del Consejo de Estado a la deliberación del ▼Congreso Nacional.
Dios guarde a V. E. —Santiago, Junio 26 de 1834. —▼Joaquin Prieto —▼Joaquin Tocornal. —A S. E. el Presidente de la ▼Cámara de Senadores.
Núm. 166
▼S. J. L.
Doña Isabel Antúnez conforme a derecho digo: que conviene a mis intereses se sirva V. S. hacer se me dé copia autorizada por uno de los escribanos públicos, del ▼decreto supremo de seis de Abril de mil ochocientos trece referente a la impresion de las resoluciones del Gobierno en el ▼periódico Monitor Araucano, cuyo tomo primero donde se halla, en debida forma presento. Igualmente del oficio de V. S. a mi marido don Anselmo Cruz, contestacion de éste, i decreto supremo de (18 de Junio de 1813) dieciocho de Junio de mil ochocientos trece, también que en el mismo periódico se rejistran de la pájina 133 a la 134 vuelta, para lo que suplico a V. S provea como solicito, es justicia, etc. —Isabel Antúnez.
Núm. 167
▼Santiago, i Abril cuatro de mil ochocientos trece. La publicidad de las acciones sirve para estimular al bien, retraer del mal, i alimentar el honor, alma de las grandes acciones. Con un día de intermedio, se imprimirá una noticia de todas las ocurrencias interesantes, i de las resoluciones del Gobierno. Igualmente, que de las entradas i gastos del Erario al fin de cada semana, para que tenga la opinion el influjo que debe, i cada uno se esfuerce a merecerla buena. —Carrera. —Pérez. —Infante. —Se acaba de saber oficialmente que el teniente don Francisco de la Cruz, hijo de usted, ha muerto en la ▼batalla de San Cárlos. El Gobierno siente la pérdida de un ciudadano que formaba las esperanzas de la patria, i con quien ella contaba como uno de sus mas ilustres defensores, aunque es cierto que la consideracion de que ha derramado su sangre en obsequio de lo mas sagrado, i mas amable que tiene el hombre sobre la tierra, i que ha fallecido cubierto de honor i de gloria, mitiga sus sentimientos i debe consolar a un padre a quien la pérdida de su hijo le honra, i le hace mirar con respeto por sus conciudadanos. El mérito de este jóven distinguido debe premiarse en su familia, i sobre sus anteriores servicios tiene hoi un nuevo título que le hace acreedor al reconocimiento público. Proponga usted otro de sus hijos para CONFERIRLE EL MISMO GRADO que tenía el difunto, i se espera que heredero de las virtudes de su padre i hermano, sea uno de los firmes apoyos de los derechos de la patria.
Dios guarde a usted muchos años. —Santiago, Junio dieciseis de mil ochocientos trece. —▼Francisco Antonio Pérez. —▼José Miguel Infante. —▼Agustin Eyzaguirre . —▼Mariano Egaña , Secretario.
Núm. 168
▼Excmo. Señor:
Vuecencia se compadece por la muerte de mi hijo Francisco teniente de Voluntarios, que el 15 de Mayo murió gloriosamente en la accion de San Cárlos; i jenerosamente me dice Vuecencia en oficio de 16 de este mes, proponga otro de mis hijos que ocupe aquel lugar. ¡Ah! ¡qué rasgo tan humano, tan piadoso i tan político! ¡Qué leccion para los mandatarios europeos que aflijen la humanidad en varios puntos de América! ¡Qué consuelo para todos los que tenemos la felicidad de vivir bajo la influencia de un Gobierno tan consecuente! Si yo, que soi el menor de la gran familia del estado chileno alcanzo tanta consideracion de Vuecencia, mis demás conciudadanos qué no deben esperar? Mi corazon señor Excelentísimo, se penetra del mas vivo reconocimiento; agradece como debe su respetuosa atencion: ofrezco señor Excelentísimo, a mi hijo José Miguel de 16 años a la disposición de Vuecencia para que lo destine en donde sea de su superior agrado.
Dios guarde a Vuecencia muchos años. —Santiago de Chile, Junio 18 de 1813. —Anselmo de la Cruz.