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50 CÁMARA DE SENADORES
  1. por tal juramento. Obsérvese ademas que hubo un individuo que contestó que su boleto de calificacion estaba en poder de determinada persona i no obstante le fué admitido el voto sin manifestar el boleto.
  2. Una guardia de soldados del Escuadion de Cazadores con lanza en mano impedian que persona alguna se acercase a la mesa sin embargo del silencio i moderación que se observaba por el concurso. Con semejante medida parece que se ha querido impedir a los ciudadanos que vean el acto que la lei tiene dispuesto sea público i que todos presencien sin restricciones, siendo mui distintos los casos en que ella permite hacer uso de la fuerza que nunca puede hacerse servir como instrumento de intimidar a los ciudadanos.
  3. Habiendo recaido el dia viérnes la eleccion i sin existir motivo alguno para reunir la guardia cívica del pueblo se ha tocado llamada i el batallon de infantetía ha sido reunido en el cuartel desde ántes de instalarse la mesa i ha permanecido en él con una guardia de cazadores a la puerta hasta que concluyó de sufragar. Su comandante, el municipal don Isidro Hévia, hacia salir de dentro del cuartel a la tropa en grupos de ocho o diez hombres conducidos por él mismo ante la mesa receptora para que sufragasen con los votos que se les daban dentro del cuartel contra la voluntad de todos o de la mayor parte de los individuos del batallon. Estos individuos ántes de salir del prenotado cuartel eran rejistrados por el mismo comandante o de su órden por otra persona con el fin de hacerlos votar contra su voluntad. Con tales procedimientos, es evidente que ha faltado la libertad con que la lei quiere que se emitan los votos, que ha habido fuerza en la eleccion, que se ha sofocado la voluntad del individuo i se ha cometido un ataque directo al derecho de sufrajio de que nadie puede despojarse.
  4. Suspendida la votacion a las 2 de la tarde, la caja en que se hallaban los votos que hasta entónces estaban en el corredor de la sala se puso dentro de ésta distribuyéndose las llaves entre los miembros de la mesa i don Joaquin Riquelme hermano político del presidente de ella a cuyo señor Riquelme le fué entregada una llave despues de no haber querido el citado presidente depositarla en poder del licenciado don Fermin Valenzuela i como a vecindad en Curicó se ofreció para recibirla. Despues de esto otro de los concurrentes pidió a la junta se dejase la caja en el mismo lugar donde se estaba recibiendo la votacion custodiada por la misma guardia de cazadores lo que se negó tambien.
    Cerrada la sala i retirado el concurso se ha visto que don Francisco Javier Muñoz i el comandante Hévia la han abierto i entrado a ella sin que el centinela que custodiaba la puerta le pusiese embarazo. Nadie sabe cuál seria el objeto de la entrada de estos señores a la sala donde estaba la caja con la votacion, en circunstancias que los candados que tenia dicha caja eran los mismos que venden por dos reales en las tiendas i quizas en las mismas de Hévia i Muñoz.
    Este hecho arroja de sí muchas conjeturas sino una prueba evidente de que pueda haber habido algun manejo ilegal en la caja despues de la guarda, aunque según tengo noticia se dice por los mismos que entraron a la sala que fueron a buscar un baston.
  5. La mayor parte de los concurrentes dieron sus votos para electores por las personas siguientes: den Miguel Tomas Baquedano, don Antonio Vidal, don José Silva, don Gaspar Vidal, don Pedro Rojas i don Francisco Javier Moreira, pasan de ciento los que yo vi i pueden declarar que sufragaron por estas personas, i cuando a las 6 de la larde se hizo el escrutinio resultaron solo quince sufrajios de esa clase. Una variacion tan notable acredita de un modo inequívoco que ha habido fraude en la eleccion. No existe en Curicó un solo individuo que habiendo presenciado la votacion i estando instruido de las circunstancias, deje de atribuir la desaparicion de los enunciados votos a un cambio secreto que se haya hecho de ellos o una estraccion clandestina i criminal. Aquí es digno de notarse la negativa de la mesa receptora a permitir que yo entrase a la sala despues de hecho el escrutinio como lo solicité con el objeto de ver si por descuido de los señores receptoies se habia quedado algún individuo dentro de ella i ese habia sido quien cambió los votos, o si por casualidad se habia quedado otra de las cajas que suelen haber en dicha sala iguales en tamaño i cerraduras a la en que aparecia la diferencia de la votacion pues podia suceder que se hubiese puesto allí una de estas cajas con la votacion que produjo el escrutinio para cambiarla a un descuido de la Junta con la que esta tenia por depósito de los sufrajios. Muchas reflexiones podria hacer sino fueran escusadas cuando hablo ante unos jueces tan sabios como rectos i justicieros.
    El segundo dia de votacion han ocurrido mas de cien personas a sufragar, pero teniendo noticia de lo ocurrido se han retirado sin emitir sus sufrajios teniendo el mismo resultado; máximo cuando muchos de ellos han presenciado el siguiente suceso. El ciudadano Lorenzo Martínez se presentó a la mesa receptora para votar i estando allí don N. Grandon, oficial del Escuadron de Cazadores a caballo, pudo averiguar que Martínez iba a sufragar por los individuos que ya he relacionado i habiéndolo dicho el mismo Martínez porque Grandon queria que sufragase por otros, levantó la mano i le dió de bofetadas hasta dejarle la cara lastimada i llena de sangre.
    Este hecho con que torpemente se ha ofendido no solo a Lorenzo Martínez sino a la causa pública 1 a los respetos 1 a la dignidad de la misma mesa receptora, ha setvido para impedir por