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CÁMARA DE DIPUTADOS

quizar sus antiguas posesiones americanas, que se hallan en el día independientes, i han adoptado instituciones incompatibles con aquella forma de gobierno, han excitado toda la atencion del Presidente. Tenía ya S. E. noticia de las indicaciones hechas a don Miguel de la Barra, Encargado de Negocios de esta República en Paris; i aun sin esta ocasion había creido de tiempo atras que nada era mas conveniente i aun necesario a las nuevas Repúblicas, que el establecer un sistema uniforme o, por lo ménos, entenderse de un modo mas franco, acerca de la conducta que haya de observarse en las proposiciones que directa o indirectamente se les hagan por el Gobierno español. Sin embargo, las comunicaciones dirijidas por don Miguel de la Barra, que sustancialmente coinciden con las de V. E., no parecieron de bastante importanda ni suficientemente auténticas, para ponerlas en noticia de los otros Gobiernos americanos; i por otra parte, creyendo que las jestiones hechas por Méjico para la reunion de un Congreso americano en que se traiase de estas i otras cuestiones de comun interes, iban a tener un resultado pronto i satisfactorio, mediante la mision de que se halla encargado-el señor don Juan de Dios Cañedo cerca de esta República i las de Buenos Aires, Bolivia i Perú, pareció que sería entónces el momento oportuno de entendernos sobre este asunto con los demás Estados continentales. —Por desgracia, la época de la proyectada reunion parece todavía distante; i los sucesos de que la Península española es actualmente teatro pueden envolver, en la decisión de las diferencias que allí se litigan, la de la suerte futura de los nuevos Estados erijidos sobre las ruinas de la dominacion española. —Nos hallamos, pues, en el caso de entendernos directamente sobre un problema en que tanto interesa ia causa comun; i el Gobierno de Chile acoje con la mayor prontitud i celo la invitacion que se le hace a este efecto por el de la República Arjentina.

El Presidente cree que, para responder a la interpelacion del Gobierno de Buenos Aires, le basta referirse a la respuesta dada por el Encargado de Negocios don Miguel de la Barra en las proposiciones que se le hicieron por la Corte de España.

En aquella respuesta puede ver V. E. una interpretacion fiel de los sentimientos de Chile; i como el pronunciamiento que V. E. solicita está implícitamente contenido en ella, no tengo dificultad en añadir que este Gobierno acepta del modo mas formal las bases sobre que están concebidas las instrucciones dadas por la República Arjentina a su Ministro en Lóndres, i de que V. E. se ha servido instruirme; es, a saber: que Chile no se prestará jamas a concesion alguna contraria a sus intereses o a la causa comun, o derogatoria de su honor nacional, a trueque del reconocimiento de su Independencia; i que, sin embargo, de no serle éste indiferente, porque jamas lo puede ser a sus ojos la sagrada causa de la paz, i por lo que puede contribuir a fijar la política ambigua de otras Naciones respecto de los nuevos Estados, está dispuesto a rechazarlo, sí se le presentase bajo condiciones incompatibles con la forma republicana que ha adoptado, i con el derecho de establecer sus instituciones sobre el pié que mejor le parezca.

Creo que esta esplicacion, a que estoi autorizado por el Presidente, dejará cumplidas las miras de la interesante comunicación de V. E., a que tengo la honra de contestar; i con este motivo me complazco en ofrecerle el testimonio de la alta i distinguida consideración con que soi su mas atento seguro servidor. —Ministerio de Relaciones Esteriores de Chile. —Santiago, 17 de Marzo de 1834. —Joaquin Tocornal. —Excmo. Señor Ministro de Relaciones Esteriores del Gobierno de Buenos Aires.


Núm. 449

Núm. 4.

Señor:

El infrascrito, Ministro Plenipotenciario í Enviado Estraordinario de los Estados Unidos Mejicanos cerca de estos Gobiernos del Sud-América, tiene la honra de esponer al señor Ministro de Relaciones Esteriores de la República Chilena, que, en virtud del artículo 15 de los tratados celebrados entre Méjico i Chile, ámbos Gobiernos se han comprometido a promover con las Repúblicas hermanas, emancipadas de la España, el nombramiento de Ministros o ajenies diplomáticos suficientemente autorizados para concurrir a una Asamblea jeneral americana que podrá reunirse en Méjico, o en el punto que acordare la mayoría de las citadas Repúblicas.

No se ocultará a la penetracion del señor Ministro, a quien esta nota se dirije, que, por falta de un centro común de comunicaciones, de luces i de intelijencias oficiales entre los nuevos Gobiernos de América, han caminado éstos por el espacio de muchos años aislados i con un sistema heterojéneo de relaciones esteriores, que los ha comprometido algunas veces a dictar medidas contrarias a sus intereses, desviándose de esta manera del verdadero rumbo que todos ellos deben seguir de común acuerdo, para consolidar los beneficios de su Independencia i disfrutarlos goces de sus libertades. Mucho mas podía el infrascrito estenderse en esta materia, si tratase de persuadir la utilidad de la proyectada Asamblea americana; que si en todas épocas puede presentarse como el baluarte del honor i de la Independencia de nuestro continente, en la presente se hace ya urjentísima, por las necesidades políticas de los nuevos Gobiernos, idénticos entre sí, por su oríjen, relijion e instituciones. Mas, todo este trabajo sería vano en el dia despues