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230 CÁMARA DE DIPUTADOS

largo período que desde aquella época ha trascurrido hasta la fecha, han solicitado reiteradamente su remocion, alegando justificadas causas, como falta de salud o residencia en el campo, i sobre todo, exijiendo porque se fijase un término a la duración de su cargo. El ejemplo de la Corte de Apelaciones, donde los jueces suplentes se renuevan anualmente, les alentaba a repetir su demanda; pero, hasta el dia, no ha sido posible atenderla ya por las multiplicadas tareas del Congreso, ya porque se esperaba la reforma del Código constitucional i la planteacion consiguiente de un nuevo réjimen para los tribunales i administracion de justicia.

El resultado de esta demora ha sido la imposibilidad efectiva de unos i el aburrimiento de otros que, negándose a concurrir cuando son llamados bajo razones especiosas cuya realidad o ficcion jamas podrá justificarse, dejan al tribunal en un estado completo de acefalía.

Esta especie de crisis que paraliza enteramente la marcha de los tribunales, que deja burlados los derechos del inocente, que alimenta la audacia de un injusto detentor, se repite ya casi diariamente, así por la causa espresada como por la ilimitada libertad que la lei vijente concede para interponer recusaciones, i me ha hecho llamar la atencion de la Lejislatura. Para prevenir, pues, en parte los graves males que el público esperimenta con estos entorpecimientos, es de urjente necesidad que ámbas Cámaras se reunan en la sala del Senado para verificar el nombramiento de nuevos suplentes de la Corte Suprema. Sírvase V. E. convocar a los señores diputados para el sabado 14 del corriente, a las doce de la mañana, hora i dia que creo mas adecuados para que puedan espedirse sobre este interesante objeto.

Dios guarde a V.E . —Santiago, Diciembre 11 de 1833. —Joaquin Prieto.Joaquín Tocornal. Al Excmo. Señor Presidente de la Cámara de Diputados.


Núm. 212

Por olvido de la familia, el 10 del corriente, como a las nueve de la noche, se me entregó un oficio en que VS. se sirve comunicarme las medidas adoptadas por la Sala para hacer efectiva la concurrencia de los señores diputados a las sesiones ordinarias. Al dar VS. este paso, creo que VS. lo ha hecho en fuerza de la órden jeneral dictada contra los inasistentes.

La Sala i mui en particular el señor Presidente están íntimamente persuadidos de la notoriedad de mis achaques i que una contraccion de pecho acompañada de flato asmático al paso que ejercita mi sufrimiento mortifica sobremanera a las personas que me cercan.

No es la molicie, el regalo ni la aversión al trabajo lo que me impiden asistir a las sesiones. Los Ministros de la Corte, que tenemos el honor de pertenecer a las Cámaras, estamos exceptuados de la conciliacion; no obstante, como los síntomas de mi enfermedad se mejoran por la mañana, me dedico gustoso a este jénero de trabajo, por compensar en alguna manera las faltas e inasistencias al Cuerpo Lejislativo a que pertenezco.

Si, a pesar de todo lo dicho i la notoriedad de mis dolencias, la Sala exije otros justificativos, estoi dispuesto a presentarlos, bien que en ello no se avanzará otra cosa que dar pasos inútiles i mortificantes; pues, siéndome indispensable en las vísperas de Pascua hurtar todos los años el cuerpo por lo fuerte de la estacion, trasladándome a la villa del Monte u otros lugares mas templados, hoi mas que nunca me veo en la necesidad de ejecutarlo.

Sírvase VS. trasmitir esta sincera esposicion a los señores de la Cámara, reinterándoles de mi parte las mas respetuosas consideraciones. —Santiago, Diciembre 13 de 1833. —José Gaspar Marin.