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SESION DE 30 DE JUNIO DE 1834

za, pues no es la vez primera que ha hecho reclamos de la misma naturaleza, por las que si bien no es justo deducir un deseo gratuito de poner en descubierto la marcha de los funcionarios públicos de esta ciudad que entiendan en la remision de los víveres, a lo ménos puede presumirse que es por manifestar un recomendable celo por los intereses del Estado, sin curarse mucho de los medios que se emplean en su adquisicion.

Los víveres que se han remitido a la provincia de Coquimbo siempre han sido de la mejor calidad, porque los ha entregado el proveedor de marina bajo las estrictas condiciones de la contrata que tenía hecha con esta Comisaría, i a satisfaccion de los individuos comisionados para recibirlos, lo que puede conocer V. S. mejor para acreditarlo mas bien al Supremo Gobiermo con el informe del señor Comandante i Contador de la goleta de guerra Colo-Colo, a quienes debe oirse en el particular; porque bajo la inmediata responsabilidad de ámbos se han trasportado i entregado en Coquimbo. Es de estrañar que el jefe de la Aduana i Tesorería Unidas de la Serena no comprenda si la lesion de las especies malas provenga de su calidad o del temperamento, cuando en el recibo que dió de ellas al Contador Silva se manifiesta entregado de todas sin hacer reparo alguno, lo que debía haber tenido presente para atribuir afirmativamente la lesión al temperamento u otra causa, i no preparar el ánimo del Gobierno dejándolo vacilante, como es de creer haya quedado a la vista de datos que aunque faltos de fundamentos, sorprenden.

No hace mucho tiempo que el señor intendente de Coquimbo remitió a la Comandancia Jeneral de Marina, que V.S. preside, un saco de gangocho o arpillera la mas ordinaria, manifestando que de la misma calidad habían sido los que contenían la harina remitida, cuyo artículo se había perdido en gran cantidad. En consecuencia de este aviso, se tomaron las declaraciones e informes convenientes tanto de esta oficina como de la oficialidad de la Colo-Colo i del proveedor de Marina, resultando de dicha medida que los sacos en que se condujeron i entregó la harina i frangollo fueron de brin; si hubo cambio no es posible que se juzgue verificado a bordo de la Colo-Colo, porque, de la mala calidad del jénero, como así mismo de la merma del artículo se habría dado cuenta en el ajuste de recibo que resulta conforme con el presupuesto; es de presumir, pues, que se haya hecho en las bodegas del puerto donde se depositaron las provisiones, en el trasporte de ellas a la Serena o quizas en otra parte que no alcanza el informante. Este aserto lo acredita harto bien la circunstancia de haberse devuelto por el mencionado jefe el frangollo, que relaciona en su nota número 43, pues con la misma libertad pudo no admitir i devolver los demás artículos, pero el frangollo únicamente podía no admitirse con visos de razon; no por su mala calidad, sino porque era de trigo blanco a que no se da tanta estimación como al candeal, lo que ignoraba la Comisaría hasta que lo supo, por la repulsa del Ministro de la Serena, la que se remedió en el momento, remitiendo dicha especie conforme a la muestra que se entregó en Coquimbo al Contador de la Colo-Colo.

Los perjuicios que dice el Ministro se irrogan al Fisco por razon de mermas, etc., carecen de razon, porque, sin embargo que las provisiones se han llevado poco a poco según la capacidad de la Colo-Colo, i que era mas susceptible de merma no la ha habido en ninguna especie, ántes, por el contrario, se aumentó en muchas de ellas no obstante que todavía falta que remitir un corto número de quintales de frangollo, i solo libras de otros artículos. Para corroborar esta verdad, acompañaría esta oficina el recibo que tiene en su poder del citado señor Ministro; pero, por ser un documento que necesita para cubrir su responsabilidad, se abstiene de hacerlo hasta que el Gobierno tenga a bien determinarlo en caso que lo considere necesario.

Es cuanto tiene que informar a V.S., en cumplimiento de su decreto de 21 del corriente, esta Comisaría de Ejército i Marina de Valparaíso. —Marzo 22 de 1834. —Pablo del Rio.

Comandancia Jeneral de Marina. —Valparaíso, Marzo 24 de 1834.

Informe el Comandante i Contador de la goleta de guerra Colo-Colo. Cavareda.


Núm. 126[1]

Señor Comandante Jeneral de Marina:

En cumplimiento del decreto de V.S., fecha de hoi, i en vista del informe del señor Comisario de Marina que lo motiva; decimos que reproducimos ese informe en todas sus partes i solo agregamos que el saco de gangocho remitido por el Ministro de Rentas Unidas de la Serena, ha sido una remesa escandalosa; pues jamas en la Colo-Colo se ha visto envase de esa naturaleza ni aun para rejoles i, por consiguiente, mucho ménos para harina, porque, en tal caso, toda se cerniría i la merma sería mui considerable i justamente fleta harina en sacos de brin i de la mejor calidad como, por consiguiente, todos los víveres.

Nosotros diríamos en esta ocasion otras cosas que omitimos porque tocarían inmediatamente a nuestra comportacion i al desagrado de aquel señor Ministro que, si le faltaron los víveres, vea dónde ha sido la pérdida i, si le salieron malos i en otros sacos, también vea quien pudo cambiar-

  1. Este documento ha sido trascrito de un volumen del Archivo Jeneral, correspondiente al Ministerio de la Guerra i titulado Proyectos pasados a las Cámaras que no han tenido sancion, 1823—34. —(Nota del Recopilador.)