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CÁMARA DE SENADORES

Núm. 678

Núm. 26

El 24 del presente, dia en que recibí la órden de V. S. para tomar la ofensiva contra los bárbaros, emprendí la marcha con la division, i en la noche del citado dia fui a dormir al Tigueral, donde todo el 25 permanecí oculto con el objeto de no manifestarme a los enemigos i caer sobre Canglo en la mañana del 26; lo que conseguí hacer a los pocos minutos de la salida del sol, despues de haber hecho en la noche una jornada de diez leguas. Como las reducciones de los indios se encuentran separadas, determiné que el Teniente-Coronel don Lorenzo Luna marchase con la mitad de la division al cerro de Chiguaihue, obrando yo con la otra mitad sobre la derecha para caer a un tiempo sobre sus posesiones, que ya encontramos sin habitantes por la noticia que les había llevado una india que se desapareció del campamento de Vergara dos dias ántes. Este inesperado acontecimiento inutilizó la sorpresa que con tanta cautela había meditado. Alojado en Panqueco intentaron sorprenderme a las tres de la mañana, lo que no consiguieron apesar del silencio con que a llegados a un monte venían, porque fueron recibidos al tiempo de acometer con fuego graneado por el batallon Carampangue, de lo que resultó que quedaron dos muertos i ocho lanzas.

En las reducciones arriba nombradas solo se encontraron como 40 mujeres i chicos i 18 hombres, 8 bueyes i 500 cabezas de ganado menor.

El 27 debía retrogradar a unirme con la indiada de Colipí que venía de Puren por el camino de Canglo; con cuyos aliados debía volver a la reduccion de Collico. En la retirada se me presentaron de 400 a 500 indios, inclusos 300 huilliches, que para salir a la frontera al mando de Cayupan allí se hallaban ya preparados; pero no se me acercaron sino mui pocos i bien montados, para lo que bastaron 34 tiradores que lograron voltear seis.

Por lo dicho, verá V. S. cuánto es la pérdida de los enemigos, miéntras que por nuestra parte solo hemos perdido un granadero de a caballo, un soldado del batallon Valdivia por bala de dos tiradores que ellos tenían, i un miliciano a lanza, sin ningún herido.

Séame lícito, señor Jeneral, el recomendar a V. S. el entusiasmo con que se ha portado mi división en la presente campaña, para que pueda apreciarse justamente su valor i patriotismo.

Dios guarde a V. S. —Division de Operaciones de la Derecha. —San Cárlos, Marzo 31 de 1835. —Estanislao Anguila. —Al señor Jeneral en Jefe del Ejército, brigadier, don Manuel Búlnes.


Núm. 679

Núm. 27

Cumpliendo con las órdenes de V. S., pongo en su conocimiento las operaciones de la division cuyo mando se sirvió confiarme. El 13 en la tarde, habiendo pasado el Bio-Bio me alojé al anochecer en la ribera meridional de este rio. El 14 al amanecer me puse en marcha hasta las orillas del Burco, punto en que esperé la noche para con ella seguir mi ruta, venciendo con una marcha forzada una distancia de 12 leguas. Llegué al amanecer del 15 a las riberas del Caillen, donde se encontraban los indios de Lonconas a los cuales traté de sorprender, i aunque no logré el objeto que me propuse, al ménos conseguí tomarles 2 yuntas de bueyes, 20 cabezas de ganado lanar, 6 indias i 1 indio, por el cual, despues de haber alojado en aquel punto, tomé noticia que todos se hallaban reunidos en Collico con el fin de venir a maloquear, pues contaban en su auxilio para verificarlo con un número de huilliches los cuales habían invitado a los fronterizos. El 16 ántes de amanecer emprendí mi marcha con direccion a Naunco i hacia las casas de Marril, i aun cuando no se les encontró, logré tomarles dos mocetones que fueron muertos por haber intentado su fuga, 2 yuntas de bueyes, 15 caballos, 20 cabezas de ganado menor i 4 indias por las que adquirí noticia de que en Renaico arriba se hallaban reunido los caciques Lebiluan i Compay con algunos mocetones, inmediatamente me dirijí aquel punto, i a las 2 de la tarde llegué a él; mas, habiendo sido sentido en la pasada del rio, se pusieron en fuga dejando en su retirada 46 lanzas. En el momento las paitidas destinadas a la persecucion de los fugados entraron al monte con este objeto, por cuyo medio se logró dar la muerte a 2 indios, tomarles 7 animales vacunos, 12 cabezas de ganado menor i algunas familias, empleando todo el resto del dia en perseguirlos hasta la hora de anochecer en que me alojé. El 17 me puse en marcha para esta plaza, i durante ella dispuse por segunda vez la salida de otras varias partidas, una de las cuales consiguió tomar algunas familias, entre las que se encontraban la mujer de Lebiluan con 2 hijas de este cacique, i 2 hermanas del de igual clase Paila.

Por fin, hoi he llegado a este punto en el cual espero sus disposiciones, sin haber ocurrido otra novedad, sino la de haberse disparado un fusil con cuya bala fué herido un soldado, pero tan levemente que no le impide su marcha.

Es cuanto ha ocurrido, i cuanto tengo el honor de poner en el conocimiento de V. S. para su intelijencia. —Dios guarde a V. S. —Santa Bárbara, Abril 18 de 1835. —Francisco Ramos. —Señor Jefe de Estado Mayor, Coronel, don José Antonio Villagrán.