Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXIII (1834-1836).djvu/446

Esta página ha sido validada
446
CÁMARA DE SENADORES

que despues se destruyeron completamente por el terromoto de Febrero. Las refacciones de estos últimos puntos son, sin duda, de mas urjencia que las de Chiloé i Valdivia; sin embargo, deben también considerarse estas para repararlas tan luego como nuestro Erario tenga algún desahogo.

El estado número 18 manifiesta el número de nuestras plazas fuertes que están pertrechadas. Su simple lectura nos dice que no es mui lisonjero nuestro Estado en esta parte, pero confiado en que la Divina Providencia mantendrá en los chilenos ese espíritu de órden i tranquilidad, de que los ha dotado, espero que mui en breve tendremos los recursos necesarios para reparar las quiebras de nuestro parque destruido por la guerra, i por haber sido preciso mandar nuestro Ejército con todo su tren a protejer la libertad de nuestros vecinos hermanos.

Nuestros Gobiernos no son culpables de un cuadro tan poco lisonjero, pues que aniquiladas todas las fuentes de riqueza, ocupada esclusivamente su atencion i la de los jefes de las provincias en la misma guerra, en acallar descontentos i principalmente en observar los caminos que debían adoptarse para aquietarnos i constituirnos, no ha tenido lugar de instruirse del miserable estado del parque i de las plazas, i de buscar los medios de remediarlos. No ha tenido seguramente pequeña parte en este descuido la absoluta falta de injenieros i artilleros científicos, que son los que deben hacer anualmente con los gobernadores esta clase de reconocimientos para pasarlos al Ministerio; i sea este un nuevo motivo para recomendar la proteccion de la Academia Militar que nos proporcionará hombres capaces de dar sobre este punto noticias exactas i completas que jamas podríamos obtener por otro medio; i sea también ocasion de recordar el relevante mérito del jenio ilustre que supo concebir i crear tan importante establecimiento.

Por los mismos estados de armamentos i pertrechos que existen en almacenes, se demuestra que, sin embargo de lo espuesto anteriormente, no faltan elementos para hacer la guerra por algunos años con un considerable Ejército, esto es, sin contar con nuestra fábrica de pólvora, que aunque está hoi parada se pondría en movimiento en pocos dias, i lo mismo sucedería con la construccion de balas i demás artículos de guerra, habilitando las maestranzas de esta capital i otras provincias donde abundan las materias de que deben formarse. El Gobierno no aguardará seguramente estos momentos de conflicto, sino que aprovechará las favorables de la paz que felizmente gozamos para formar i preparar un rico parque, que de este modo se hará con todas las ventajas de la economía.

Acompaño un estado de lo trabajado por la maestranza de esta capital; i es propio de este lugar esponer que el sistema de economía i órden que se guarda en ella, hace honor a Chile i al jefe de la Artillería encargado de su direccion i cuidado. Difícilmente puede concebirse otro establecimiento que con tan cortos gastos de tanta obra; con poco mas de cien pesos semanales entretiene todo el armamento del Ejército permanente i de la milicia cívica, i ha montado las piezas de campaña con sus correspondientes carros, que se ven en el estado núm. 19.

Mui breve marchará al Sur el armamento completo de los Tejimientos de los Granaderos i Cazadores a caballo, quedando ya reemplazados los de Húsares i Carabineros, i finalmente, con poco mas costos se irán aumentando i mejorando toda especie de elementos de guerra.

Se han comprado este año dos mil fusiles de excelente calidad, de los que hai quinientos depositados en el almacén, i el resto se repartió entre los batallones Carampangue, Valdivia i Maipú, destinándose a las milicias de Concepcion el armamento viejo que se recojió de estos cuerpos.

Se ha dado órden al Comandante de la brigada de Concepción para que haga montar algunas piezas de artillería, para el uso de aquellas plazas de la frontera, donde mas se necesitan a juicio del Jeneral en jefe del Ejército.

El gobernador de Valdivia, en Setiembre del año pasado, montó varias piezas e hizo otros útiles reparos con el pequeño costo de cuatrocientos i pico de pesos, cuya cantidad aun no se ha mandado abonar a aquella tesorería, porque en dicha cantidad se incluyen partidas que, para aprobarse, ha sido preciso pedir instrucciones i noticias que no se acompañaron al espediente de la materia.

Con la misma economía observa el Ministerio que trabajan otros jefes las obras que se les encomiendan, i se espera que, si no decae este espíritu laudable, llegaremos en breve tiempo a un estado brillante de defensa.

Las mismas ventajas se esperan conseguir del patriotismo i luces de los miembros de algunas comisiones que debe nombrar el Ministerio, para que le informen de las reformas que deben hacerse a algunos títulos de la Ordenanza del Ejército que, en concepto de algunos intelijentes, es preciso variar por ser absolutamente inaplicables a las circunstancias i réjimen de nuestra Nacion; reforma que se hará solo de lo absolulutamente preciso, i con toda la cautela i precaucion que dicta la prudencia, al entrar la mano en asuntos difíciles i de alta importancia, en que muchas veces se destruye en vez de correjir.

Los cuarteles pertenecientes al Estado son mui pocos i los de las provincias de Valdivia i Chiloé están deteriorados por el tiempo; sin embargo de que algunos se han refaccionado. Los de la provincia de Concepción se han arruinado con el temblor; mas, los de esta capital se hallan en un regular estado de servicio. En los demás pueblos se ocupan conventos, que no se hallan habitados por los regulares, o casas de partícula-