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CONGRESO CONSTITUYENTE

próceres de la revolucion arjentina. Inmediatamente, como por la identidad de interes i por todo se considerasen ámbos países como una misma familia, le elijió el Gobierno de Buenos Aires por su Diputado cerca de éste a fin de uniformar su marcha, creyéndolo la persona mas a propósito para linear este objeto, pues pertenecia igualmente a los dos, al uno por su nacimiento, al otro por su eleccion despues del principio de la revolucion. Los que habeis sido autores, cooperadores o testigos de la de Chile decid ¿en qué acto de ella no ha intervenido e influido el doctor Vera? Si la historia pudiera alguna vez escribirse con individualidad, exactitud i verdad ¿cuánto no podria decir de los méritos i servicios del doctor Vera por la causa de la independencia i libertad de América? Pero los coetáneos callan por pereza i porque dan poca importancia a los sucesos de que han sido testigos o por otras consideraciones i sentimientos, i la jeneracion que sucede, ha perdido la noticia i memoria de los hechos particulares o los recibe adulterados o incompletos.

Por aquel tiempo se conoció por la primera vez la imprenta en Chile i el fué uno de los primeros que le dieron ocupacion, siendo el digno amigo i compañero del ilustre patriota i literato chileno don Camilo Henriquez. Fué tambien en los tiempos mas críticos de aquel período Secretario de Gobierno. Vuelto a ser dominado el pais por el pabellón español en 1814, el doctor Vera emigró a las provincias arjentinas, donde sus servicios fueron incesantes por el restablecimiento de la independencia de este pais. Su talento, su patriotismo i la consideracion de que gozaba lo llamaron a Mendoza a ser secretario i auditor jeneral de guerra por el jeneral San Martin, que creó i mandó el ejército que libertó a Chile de los españoles. En este carácter i destino se mantuvo hasta despues de la batalla de Maipo, en circunstancias que por su empleo era obligado a tomar las providencias mas enérjicas, mas decididas i mas odiosas contra los partidarios del gobierno español i las mas contrarias al mismo tiempo a la blandura e índole natural de su carácter.

Entonces fué cuando casó por la segunda vez con la bella i graciosa señorita doña Loreto Huidobro, a la que idolatró constantemente toda su vida i que ha quedado hoi viuda i sin hijos. . . . . . . . . . . . . . . . . .

El doctor Vera ha sido un continuo servidor de todos los gobiernos que han existido despues de la revolucion. De él fué el manifiesto de la declaracion de la Independencia de Chile, como otros muchos documentos mas o menos importantes i clásicos que incesantemente se le encargaban, aunque no tuviese ningun destino público. Ha escrito varios periódicos ya por sí solo, ya en la sociedad de otros, cuyo objeto era la ilustracion jeneral, sin que sea de este momento entrar en el exámen de su mérito en cuanto al estilo, doctrinas i opiniones. Fué Diputado, Presidente del Congreso de 1824, en el que como en todas ocasiones se hizo distinguir por su ilustracion, liberalidad i elocuencia. La calidad mas notable del carácter del doctor Vera era su espíritu conciliador i de complacencia i ésto en tiempo de revolucion, en que las facciones i los partidos se hallan tan exaltados, lo esponia a ser tenido por débil o tejedor (como se dice en el idioma del tiempo) i a que ninguno de los partidos ni facciones le tuviese por un decidido o acérrimo suyo. Pero esta circunstancia tambien le ha libertado de tener enemigos encarnizados.

El doctor Vera sufrió los dolores de su larga i cruel enfermedad i las molestias igualmente penosas que la sociedad presenta en estas tristes circunstancias; no solo con resignacion, serenidad i firmeza, sino hasta con humor festivo verdaderamente admirable i que probaba la superioridad de su alma. Esto era mas notable, si se considera que en su carácter estremadamente tierno i sensible debia hallarse traspasado de dolor al pensar en la triste situacion en que quedaban despues de su muerte su esposa e hijos.

Tal vez tambien el doctor Vera se vió en sus últimos tiempos tan falto de recursos propios que tuvo que implorar o recibir favor de la jenerosidad de sus amigos, que es el último tormento que puede tener que sufrir un ánimo noble i bien puesto.

Un filósofo griego censurado por sus discípulos de su conducta mezquina les contestó: "que mas bien queria quedase su riqueza despues de su muerte a sus enemigos, que no verse en vida precisado alguna vez a pedir socorro a sus propios amigos." El doctor Vera no solo servia gratuitamente a cuantos le ocupaban en su oficio si le decian que no tenian como pagarle, sino que se hacia el ajente, procurador i patrono de todos estos miserables que imploraban su proteccion, haciendo los costos procesales de su propia bolsa.

Con la misma jenerosidad i franqueza gastaba todo lo que ganaba a costa del mas duro i constante trabajo, no poniéndolo su profesion como otros en la necesidad de ser económico por la precision de emplear los fondos que le entraban o por solo poder mantener su crédito con la conservacion de éstos, pues el crédito de un literato no consiste en tener dinero sino en la opinion de su talento i conocimientos. Pero el doctor Vera debe ser para todos una leccion i un ejemplo de que la jenerosidad i la franqueza, si bien son unas mui bellas cualidades, que pueden proporcionar placer, sociabilidad i goces a los que las tienen i el mayor de todos el de aliviar la suerte o contribuir a la felicidad de sus semejantes, pero que ellas también conducen muchas veces a hacer perder la independencia, la estimacion i el crédito, humillan el carácter necesitando del favor de otros i por último hacen infelices a sus familias ¿Mas, quién podrá resistir a su propio temperamento. . .?