Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XVI (1828).djvu/89

Esta página ha sido validada
SESION DE 10 DE JUNIO DE 1828

gan las condiciones necesarias para la ciudadanía. Mi discurso se reduce a que estoi conforme con la adición, asociación política i que quisiera se quitara la esplicacion de naturales i legales; quedando así —es la asociación de todos los chilenos.

El señor Concha. —Si es verdad que no debemos establecer otros artículos que los necesarios, es preciso convenir en que no debe quitarse en el presente esta palabra —i legales —ella evita uno en que seria necesario decir que dos clases de elídenos reconoce nuestra Constitución; en él ya se ha sentado, i de consiguiente, un artículo ménos contendrá la Carta Constitucional si permanece como se halla redactado. No prolonguemos ia discusión, señores, sin necesidad Hai chilenos que son tales porque nacen en el suelo que lleva el nombre de Chile, i hai otros a quie- nes la lei considera como aquellos i la reunión de esos forma la Nación. ¿Puede esto dudarse? ¿Qué se ha dicho en contra hasta aquí con fundamento? Yo creo seria responsable si hablase mas; habría consumido un tiempo precioso e importante para la patria, tratando de convencer en una materia cuya claiidad se deja ver bien a los ojos de los representantes.

El señor Navarro. —Estoi convencido que este artículo necesita otros que espliquen quié- nes son chilenos naturales i legales. La buena retórica así lo enseña, esto es, que los artículos jenerales se espliquen por otros mas detenidamente. Luego por un órden regular se desciende a la discusión de cada artículo, i entónces se detalla a las clases de chilenos que deban comprenderse en el artículo 5.º De este modo en la distinción jenérica no se habla sino jeneralmente, diciendo: es la asociación de todos los chilenos.

El señor Fernández. —La redacción propuesta con la supresión de las palabras naturales i lega les no la embaraza el artículo 5.º, el cual determina cuál es el chileno natural, como el 6.º, cuál es el legal. Me parece que esta clasificación no es necesaria i que debe suprimirse. He dicho.

El señor Presidente. —Supuesto que en la sustancia del artículo está convenida la Sala i solo se detiene en ciertas palabras de la redacción, no merece la pena que se empeñe una discusión en esto solo, respecto a que está en lo principal convenida.

El señor Argomedo. —Pido al señor Presidente que se digne tomar en consideración el medio que propuse poco ha, sobre las tres proposiciones de la Sala; no es cuestión de nombre la que se trata, en este artículo se va a decidir la suerte de una porcion de hombres, los indíjenas que vienen a quedar escluidos sin la palabra política. Me parece que poniendo estas proposiciones se convencerá la Sala i no entorpecemos la discusión del proyecto. He dicho.

El señor Collao. —Yo pido que no se vote sobre las proposiciones sino que espresamente se pregunte, ¿por el artículo o contra? Si resultare lo último, entónces tendrán lugar.

Se votó así, i resultaron contra el artículo 18 sufrajios por 13. En seguida el señor Presidente hizo votar sobre si se ponia asociación o reunión, resultó la segunda. Luego esta otra, ¿se agrega la palabra política o no? se resolvió que se agregase. Ultimamente se votó por si se decia de todos los chilenos, o si se suprimía naturales ilegales;, 27 sufrajios contra 4 aprobaron el artículo tal cual está redactado en esta parte. En conclusión, quedó aprobado en estos términos: "La Nación chilena es la reunión política de todos los chilenos naturales i legales." Acto continuo se leyó la parte que dice: "es libre e independiente de todo poder estranjero." Se puso en discusión. Tomó la palabra i dijo:

El señor Elizalde Elizalde.—Yo creo que hai redundancia en lo que dice de todo poder estranjero"; con decir "es libre e independiente", basta.

El señor Presidente. —Se dice que hai redundancia, yo no la veo, mas, aun cuando así fuese, este no es el mayor mal. Por esto la Comision se lisonjea de haber trabajado con claridad para que en ningún tiempo los hombres usen de interpretaciones o tomen otro sentido.

El señor Argomedo. —Yo estoi conforme con la indicación del señor Elizalde, para que se qui- te la palabra de todo poder estranjero —tanto por redundancia como porque su existencia da una idea de que no es libre de otro poder. Si dice libre e independiente ya se sabe que no solo lo es del estranjero sino aun del interior. Podia levantarse un déspota en la República que nos dijese que no éiamos libres de él porque no era estranjero i es verdad que Chile es libre también de todo tirano; esa espresion cuya supresión solicito no en concepto de los señores representantes pero en los de un incauto que abundan, importaría el medio de un inconveniente como el que he advertido. Reparémoslo haciendo una cosa que si no aprovecha no trae mal alguno, como lo que he dicho.

El señor Presidente. El señor que ha hablado parece que se equivoca cuando dice que es inú- til la cláusula, de todo poder estranjero. Es conveniente dicha cláusula, porque sin ella, cuando la Constitución ésta otra vez se examine i modifique, habria libertad para la introducción de algún poder estranjero, como desgraciadamente lo hemos visto en Lima. Conste pues que la voluntad espresa de la nación, es desde hoi para siempre no depender de un poder tal.

El señor Albano. —La oposicion del señor Presidente parece que se dirije a preservar la Repú- blica de todo compromiso o pacto en que pueda peligrar su independencia, como por desgracia ha sucedido en algunos estados vecinos. A mi concepto es digna de tenerse presente.

El señor Presidente. —¿Está bastantemente discutida la materia? I por unanimidad se contestó que sí. El mismo señor fijó la proposicion. ¿Por