Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XVI (1828).djvu/268

Esta página ha sido validada

por el anterior Congreso Soberano se halla mensurada para proceder a su venta.

La chácara de Apoquindo, único fundo que se nos ha dejado para nuestra subsistencia, la con- sideramos como perdida por una instancia que se siguió en la que ha sido vencido por la contraria parte uno de los mejores artículos en que creíamos apoyada la defensa. He aquí la situación de los dominicos recoletos; todo les anuncia su pronta destrucción i esterminio: hemos hecho presente las justas causas porque debemos ser sostenidos, tenemos probado hasta la evidencia la utilidad que resulta a todo el pueblo con nuestra conservación, en la de su bienestar por cualesquier aspecto que se mire i asimismo las contrarias consecuencias que resultarían con cualesquiera ilegal innovación ¿Que otra cosa es i ha sido el colejio i chácara de Apoquindo que un albergue de los necesitados i un vínculo perpétuo de caridad? ¿ni como es presumible que lo fuese estando administrado por un particular que debe mirar con preferencia sus intereses? ¿Cuál fué el destino de Peldegúe durante nuestra pose sion sino una hospitalidad sin reserva para todos los ciudadanos indijentes, cuyos notorios hechos no necesitan de prueba cuando están garantidos por la pública notoriedad? ¿I esta comportacion i conducta, en que manera se halla inconforme con las sábias i benéficas miras del Gobierno al pronunciar el decreto de reforma de regulares ? ¿ni como podremos considerarnos incluidos en él, cuando léjos de faltar a nuestros votos todo Chile es testigo de lo espuesto, i por tanto :

A V. S. suplico que atendida la urjencia de la materia se sirva sancionar el artículo que a nom- bre de mi comunidad solicito. —Frai Manuel Mujica.


Núm. 298

El dia que marchaba de ésta para incorporarme a la Sala recibí un feroz golpe del caballo, que ha indispuesto mi salud en los términos que se demuestra por el certificado que acompaño; este inesperado acontecimiento me priva de marchar con la prontitud que deseaba, pero restablecido que sea lo verificaré gustoso. Sírvase Ud., señor Secretario, hacer ver al señor Presidente i señores déla Sala el mérito que impide mi viaje.

Aprovecha esta ocasion para saludar a V. con todo su respeto. —Santiago, Julio 29 de 1828.— Juan Antonio González. —Al señor Secretario del Soberano Congreso, don Francisco Fernández.


Núm. 299

El infrascrito, profesor de cirujía-médica certifico: que he reconocido a don Juan Antonio González, quien está actualmente enfermo de resultas de una caída de a caballo, por cuyo accidente se ha lastimado el pecho de tal modo que desgarra sangre i tiene tal alteración del pulso que manifiesta una inflimacion considerable interior; la misma causa ha inferido una hinchazón de otras partes de la mayor sensibilidad; de esta combinación de enfermedades el dicho señor está absolutamente incapaz de andar a caballo o de emprender en algún modo un viaje tanto por razón del dolor que sufre cuanto de las resultas que se puedan fundadamente recelar.— Santiago i Julio 23 de 1828. —A. Nathal Cox.