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SESION DE 17 DE JUNIO DE 1828

o dispuesto en decreto de diez del corriente, poniendo su acusación en la forma de estilo, con apercibimiento, que no haciéndolo se le tendrá por falso calumniante, i por incurso en las demás penas a que se hubiese lincho acreedor conforme a derecho."

Habiendo la Sala diferido, se fijó la proposicion siguiente: "¿ha incurrido el Diputado de Lautaro en el apercibimiento con que la Comision le conminó o nó?" Volada, resultó la afirmativa.

El señor Argomedo despues hizo indicación para que se moderase esta resolución; fué apoyada i se redactó por consecuencia en estos términos: "Se declara a don Nicolás Pradel falso calumniante, con solo la pena de quedar separado de la Representación Nacional. Lámese en consecuencia a su suplente."

El señor Orihuela hizo indicación para que se publicasen los antecedentes de este asunto i se vindicase el Congreso, haciendo mérito haber protestado en la Sala el señor Pradel no tener prueba de la existencia actual de esa asociación o lojia: no se resolvió.

Habiéndose llenado el objeto de la sesión, se levantó a las diez i media de la noche. —Vicuña.


Núm. 117

El Congreso Nacional, habiendo tomado en consideración la mocion del señor Pradel, en que denuncia la existencia de una lójia en la Representación Nacional, ha acordado lo siguiente:

Se declara a don Nicolás Pradel falso calumniante, con solo la pena de quedar separado de la Representación Nacional: llámese en consecuencia a su suplente.

El Presidente de la Sala, al comunicar esta resolución a S. E. el Vice Presidente de la República, se complace en repetir las seguridades de su aprecio i respeto. —Valparaíso, Junio 19 de 1828. —Francisco R. de Vicuña. —Bruno Larrain, Secretario. —Al Excmo. señor Vice-Presidente de la República.


Núm. 118

El Congreso Nacional, habiendo separado de la Sala al señor Diputado de Lautaro, ha acordado se llame al suplente, por lo que se servirá usted incorporarse a ella a la mayor brevedad.

El Secretario que suscribe se complace de saludar a usted del modo mas afectuoso. —Bruno Larrain. —Valparaíso, Junio 19 de 1828. —Al señor don Ramón Herrera.


Núm. 119


al público

[1]

Los asesinos, los ladrones, los criminales, en fin, acostumbrados desde algún tiempo en Santiago a fabricar toda clase de folletos anónimos para calumniar al recto majistrado, al buen sacerdote, al ciudadano pacífico, al hombre de bien, al padre de familia i hasta al bello sexo mismo, pretenden hoi embotar la atención pública con los dos artículos que aparecen insertos en El Mercurio de Valparaíso, núm. 82, bajo el falso título de: Unos chilenos amantes del honor de su pais i dos suscritores. Estos son tres o cuatro diputados [2] en el Congreso Constituyente autores i venerables creadores de la lojia acusada, bien conocidos en toda la República, particularmente por el vittuoso pueblo de Valparaíso i por los dignos representantes, entre quienes, por desgracia i para oprobio de esta augusta Asamblea, ocupan un asiento. Proscritos de la sociedad de los hombres honrados se reunieron en Santiago por juramento execratorio i establecieron un club liberticida para disponer de la suerte del Estado i de la de cada individuo, según las reglas prescritas por sus instituciones sagradas, en cuyo laboratorio se ensayaba el temple del alma del iniciado, que insensiblemente se iba acostumbrando a la práctica de estas virtudes tan difíciles a los profanos. Cansados de manchar aquellas imprentas con semejantes folletos, de que por desgracia han quedado impunes, abusan del candor de los pueblos de Chile, i se presentan como en farsa a profanar el santuario de la Representación Nacional. El mejor comprobante de sus altos crímenes es el periódico El Canalla, que redactaron i en el cual estamparon por lema la profesion de fé política i relijiosa que caracteriza a sus editores: roba, pilla i agarra. Ya es llegado el tiempo de arrancar la máscara a estos personajes, i presentarlos ante el justo tribunal de la opinion pública, en donde no podrá jamas obrar el poder i la combinación de los miembros de la lojia para eludir el juicio a que los he provocado. Ante él acúsenme, enhorabuena, con la misma libertad que han tenido para ocultarse en las sombras del misterio; bien entendido que de no firmar sus folletos, protesto nomhrarlos, i entónces contestar las mentirosas líneas i sarcasmos de mis detractores, impresos en los dos comunicados de El Mercurio. Mi sistema de franqueza es tan público, i tiene tanta analojía con mi carácter i habitudes, que nunca podrá intimidarme ni la magnitud de un militar cobarde i corrompido,

  1. Este artículo ha sitio trascrito del tomo III de Papeles sueltos, de la Biblioteca Nacional, años 1817-1828. —(Nota del Recopilador.)
  2. ¡¡¡Diputados!!! Sí, diputados, por la coaccion de una lojia, según su propia confesion.