ticias recibidas de nuestros ajentes diplomáticos i cónsules. Sabemos por otros conductos que se ha trabajado i trabaja infatigablemente en aumentarlos; que el cuantioso sobrante de las rentas de la isla de Cuba se invierte esclusivamente en ellos; que el comercio peninsular ha hecho donativos i empréstitos considerables para el mismo objeto; i que la masa de fuerzas de mar i tierra de que la España puede ya disponer en el Atlántico, excede en mucho a lo que son menester para la seguridad de las posesionas que restan. Convencido el Gobierno de que en estas circunstancias habria sido infructuosa toda indicación pacífica, se ha abstenido de iniciar comunicaciones directas con un Gobierno tan indiferente a los intereses jenerales de la humanidad como ciego a los suyos propios.
La ▼Francia se muestra animada de sentimientos mui diferentes. Su ilustrado comercio insta por la estension de sus comunicaciones con países nuevos que ofrecen a los interesantes productos de la industria francesa mercados vastísimos, cuyas demandas deben crecer rápidamente bajo la influencia de la paz i de instituciones rejeneradoras. Su Gabinete, Cediendo al voto de la opinion pública, no dilatará quizas latgo tiempo el reconocimiento de los nuevos Estados. I Como paso preliminar, ha procedido al nombramiento de un Comisionado que debe recorrer i dar informes circunstanciados acerca de su situacion presente. El Gobierno de Chile, con la mira de promover este deseado objeto, ha nombrado un Cónsul Jeneral que debe residir en la capital de la Francia, i cultivará con esmero las relaciones iniciada ya entre los dos Estados.
Hace algun tiempo que se nombró a don ▼José Miguel de la Barra para residir en la Gran Bretaña con el mismo carácter; pero es sensible añadir que el exequatur espedido por el Gobierno Británico se aparta del estilo usual de esta clase de documentos, i de la forma de cortesía consagrada por la costumbre de las naciones. Bajo los números 2 i 3 se acompaña la traduccion del exequatur i copia del oficio que a consecuencia dirijió el señor Barra al Ministro de Negocios Estranjeos de S. M. B. haciendo presente la necesidad en que se hallaba de consultor a su Gub erno ántes de entrar en el ejercicio de sus funciones.
La desgraciada suspension de los dividendos del empréstito chilero es el único motivo a que se puede atribuir este sensible desvío de la política años ántes adoptada por el liberal e ilustrado Gabinete de la Gran Bretaña. A consecuencia de las jestiones hechas por los tenedores de las obligaciones americanas, se ha dirijido aquel Gobierno a los Estados de Méjico, Colombia i Buenos Aires, por el conducto de sus Ministros residentes en Lóndres, representando la necesidad de que se dé una atencion preferente a este crédito privilejiado. El Cónsul Jeneral de Inglaterra en Valparaíso ha recibido instrucciones en el mismo sentido, i ha manifestado al Gobierno una carta del Sub secretario de Negocios Estranjeros que contiene amargas quejas por la dilacion del pago, i señala como prévia condicion para el reconocimiento de la existencia nacional del Estado de Chile el relijioso cumplimiento de su empeño.
Chile no ha desconocido jamas que su honor i su interes se hallan igualmente comprometidos al sostenimiento de su crédito. Aunque los notorios sacrificios que ha hecho para lograrlo no han producido hasta ahora todo el efecto que se deseaba, ellos a lo ménos dan una prueba nada equívoca del peso que ha tenido este asunto en la balanza de sus deliberaciones. Debemos prometernos que los esfuerzos que se han hecho i hacen para el desempeño de nuestras obligaciones con los acreedores estranjeros nos acelerarán el reconocimiento formal de la Gran Bretaña, a que nos dan indisputable derecho la progresiva mejora de nuestra organizacion política, la importancia cada dia mayor de las transacciones mercantiles entre los dos países, i la uniforme proteccion que se ha dispensado en el nuestro a las personas i propiedades británicas.
Sabemos que los soberanos de los Países Bajos, de Suecia i de Prusia, i la República de los E.U. de N. América, i las ciudades anseáticas han manifestado favorables disposiciones para entablar comunicaciones i celebrar tratados de comercio con el Estado de Chile. Convendría por tanto que el Cuerpo Lejislativo se ocupase en fijar las bases sobre que deben cimentarse estas relaciones tan importantes al desarrollo de una industria naciente, i al mantenimiento de la paz, amistad i buena intelijencia con los pueblos de Europa i América.
La política de las potencias comerciales no aspira a distinciones odiosas, manantial fecundo en todo tiempo de sinsabores, desavenencias i guerras. Sus miras se ciñen a una perfecta reciprocidad entre las partes contratantes, i a la igualdad de todas en los puertos de cada una, en cuanto sea compatible con las moderadas ventajas que recama el fomento de la navegación i comercio racional.
El Gobierno de Chile, que ha dado siempre un alto valor a los lazos de amistad que le unen con la gran federacion americana, nada desea con mas ansia que la pronta i satisfactoria decision de las varias reclamaciones entabladas tiempo há por sus Enviados para la indemnizacion de perjuicios e injurias que se suponen irrogadas a sus ciudadanos. Tales son: 1.º las de dos sumas de dinero interceptadas en territorio enemigo, i a bordo de un buque neutral en puerto enemigo, por las armas de la República, cuando bloquearon las; costas del Perú; 2º la de una parte de derechos exijidos por la aduana de Valparaíso al capitan del bergantin Garnet sobre mercaderías que habian estado anteriormente a bordo del buque, pero que habian sido vendi