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396 ASAMBLEA DE DIPUTADOS

do que deben remitirse a las provincias a dos individuos de este Cuerpo, porque deben ponerse en práctica todos los medios posibles de disipar cuantos prestijios i prevenciones pueden haberse excitado en aquellos pueblos. Ya hemos dado el paso tan prudente de oficiarles, que no será feliz si desgraciadamente se han sembrado algunas prevenciones, pues aunque al fin debemos esperar que triunfe la verdad i la sanidad de nuestros sentimientos, con todo, nunca estaria de mas la voz viva de algunos sujetos, cuya probidad i talentos faciliten cuantas dificultades se ofrezcan. Teniendo el Congreso en su seno sujetos tan dignos de este encargo, me avengo a proponer que se le confie al señor Zañartu la comision para la Asamblea de Concepcion, para que, aprovechándose de la oportunidad de los buques británicos que están prontos a dar la vela en el puerto de Valparaíso, lleve a la provincia de Concepcion los deseos de ésta por la reunion del Congreso enviando ellos sus diputados, permaneciendo en el mismo estado en que se hallan, hasta que la reunion nacional determine el modo i forma en que deben considerarse i permanecer esas Asambleas. I por lo que hace al individuo que me parece ha de caminar a la de Coquimbo con el mismo cargo i objeto, dejo su eleccion a la Sala.

El señor Infante. —¿Se ha declarado en sesion anterior que rija el reglamento interior que adoptó el anterior Congreso?

El Secretario. —Sí.

El señor Infante. —Ese reglamento previene que toda mocion se presente por escrito; la del señor Egaña no se ha presentado con esa calidad, i la mia sí; de consiguiente, ésta debe ser preferida en la discusion. Por otra parte, previene ese reglamento que todos los asuntos se pongan en la órden del dia para que se trate de ellos en la sesion siguiente. Se hace esta indicacion por el señor Egaña, i de palabra; i se quiere ya tratar de ella! Así, pues, pido que se ponga por escrito la mocion del señor Egaña; en el entretanto no será una mocion que se podrá trataren la sesion siguiente como la mia.

El señor Egaña. —Por lo que hace a la mocion por escrito, es mui fácil escribirla. Por lo que hace a la discusion, no debemos equivocarnos. Lo que son leyes, eso requiere mas formalidades, pero nó una simple indicacion, cuyo único resultado será un decreto i no una lei; sin embargo, si aun se quiere quitar esta escrupulosidad, el mismo reglamento la podrá salvar, pues en caso de urjencia, como lo ha de prevenir ese reglamento, se puede deliberar un asunto en primera discusion; i a mí me parece que esto tiene la calidad de urjencia. Por lo que hace a la proposicion, permítame la Sala, que al momento la pondré por escrito. (Se paró i escribió.)

El señor 'Presidente. —Tampoco es una mocion particular la que se ha hecho por mí; es una conversacion tenida con Joaquin Vicuña; i me hace presente que aquí han formado un concepto contrario a sus ideas; que era preciso aprovecharnos de la ocasion; pero a mas de esto que he anunciado, i que tiene disgustadas las provincias, el Congreso debia tratar sobre todas estas cosas. Por esto ha hecho ver que hai una urjencia, tanto de que yo (si gusta la Sala) me vea con ese señor, como de los comisionados que se han propuesto, porque aquí no se trata de una lei, sino de dar un paso para abreviar todas las dificultades que puedan ocurrir sobre la intelijencia de esa carta que se ha remitido a las provincias, porque las contestaciones exaltarían las pasiones de los señores congresales, i no se lograría ningun fruto; esto no es formar lei sino dar un paso para el acierto de los encargos que nos han dado los pueblos; i en consecuencia de esto, el señor Egaña ha propuesto que se envíen esos comisionados a las provincias.

El señor Lazo. —Creo que en todos los negocios debe haber igualdad; mandar una persona autorizada del Congreso para tratar con el señor Vicuña, cuando éste no tiene poderes para tratar con nosotros, seria un acto desigual. Si acaso el señor Presidente, en virtud de lo que ha oido en la Sala, i por lo que ha observado, vuelve a hablar con el señor Vicuña, sin llevar instrucciones, seria un acto digno de su patriotismo como el que ha hecho anteriormente, en obsequio de la union i de la paz. Seria mui bueno, pues, que privadamente volviera el Presidente a hablar con el señor Vicuña.

Por ahora no encuentro motivo por que sea conveniente remitir a las provincias esos diputados, porque la comision que pueden llevar i todo lo que pueden hablar se puede hacer por medio de un oficio, principalmente ahora que harian mucha falta en la Sala dos diputados. Por otra parte, esta mision a Concepcion i Coquimbo no sé qué objeto tenga, cuando tenemos datos que ya se elejian diputados para el Congreso.

El señor Elizondo. —La esposicion sencilla que ha hecho el señor Presidente de los sentimientos que le ha trasmitido un diputado de la Asamblea de Coquimbo, ha dejenerado e invertido el órden de la discusion. Yo creo que el señor Presidente lo que ha hecho i quiere es que, despues de habernos orientado de la conversacion que tuvo, quiere que ese señor esponga por escrito las aspiraciones que tiene Coquimbo; creo que esto no perjudica en modo alguno a la igualdad que debe haber de ámbas partes, porque el señor Presidente no volverá a ver a ese señor como un comisionado de la Sala, sino como un particular, como lo hizo anteriormente, llevado de su celo por el bien de su país; i sea que ese señor tenga poderes para tratar con nosotros, sea que no los tenga, siempre la Sala logrará un conocimiento de las aspiraciones de aquel pueblo. Creo que, despues de haber visto nosotros cuáles son sus aspiraciones, entónces seria bien tratar de los medios; entónces tambien se conoceria si