Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XI (1824-1825).djvu/369

Esta página ha sido validada
SESION DE 14 DE SETIEMBRE DE 1825 369

los diputados de la provincia de Santiago son los únicos que a su voz se han reunido; son los únicos que mantienen el vínculo i union del país; porque, ¿qué vínculo tiene el Supremo Director o qué cosa liga al Gobierno con la Nacion por ahora sino este Cuerpo? A nadie le conviene mas que al mismo señor Director, porque los casos urjentes, como son los mismos que él nos ha anunciado, como son ese Congreso de Panamá, la espedicion a Chiloé i otros asuntos de igual importancia i gravedad, ¿cómo los delibera? i si lo hace, ¿cuáles serán las ilegalidades a que se espone? Por esto mas que a nadie le importa la pronta reunion de los diputados de las provincias; i es preciso que la Sala le haga ver estas dificultades. No es necesario que le pongamos unos escritos sérios e imperiosos; yo creo que el señor Director obra de buena fe, i con seguridad espongámosle, pues, que ningunas miras de capitalismo ni de vanidad nos han movido a decretar esas solemnidades, sino para que se facilite nuestro reconocimiento por la Europa[1]; este es el motivo que apresura su instalacion, i que por el decoro del Cuerpo i el suyo, es preciso que haya ese ceremonial.

El señor Infante. —He oido al señor preopinante decir que, si cuando se ha discutido este mismo asunto en las sesiones preparatorias hubiera previsto la oposicion del Director Supremo, no hubiera opinado como opinó sobre declarar a este Cuerpo Congreso Nacional, i sobre su solemne apertura; el señor preopinante ha oido de un diputado las mismas razones que ha espresado el Director en su oficio; esto quiere decir que mas valor tendrán en su concepto en boca del Gobierno que en la de un diputado. Entremos en materia.

La Sala se vé en el mayor contraste. Ha resuelto que el Congreso sea Nacional, que se proceda a su instalacion solemne; si desiste de esto, es una debilidad; si lo lleva adelante, va a causar la anarquía en toda la República. Si, como el Director dice, las provincias de Concepcion i Coquimbo se han determinado a elejir diputados i aun en Lináres están elejidos, yo creo que disienten, en el momento que vean esa nota, esa nota llena de veneno (si hemos de llamar tal lo que mata a los pueblos, produciendo el desórden). Ya yo no deberia tratar de esto; pero cuando he oido a un diputado que entró en este mismo acuerdo, que ahora opina que deben suprimirse las solemnidades i que la instalacion se haga privadamente, yo creo que, teniendo igual derecho que ese diputado para tratar de ese oficio i demas determinaciones, que son accesorias a este particular, puedo insistir en mis anteriores opiniones.

Yo he visto, señor, publicado el oficio de esta Asamblea a las de Concepcion i Coquimbo, i tambien el oficio que la Sala remitió al Director Supremo; yo no sé de qué órden se han publicado estas comunicaciones; al señor preopinante he oido que el señor Presidente dió órden para su publicación. ¿Fué así?

El señor Presidente. —Eso se acordó en la Sala.

El señor Infante. —Observo tambien que el Director Supremo, segun me ha dicho el señor Lazo, ha remitido esas comunicaciones a las Asambleas solo antenoche, i ayer en la mañana aparece el oficio del Director Supremo, oponiéndose ya a la instalacion; si esto puede chocar a las provincias, ¿cómo el Director Supremo, teniendo dispuesto oponerse a ese acuerdo de la Sala, no lo hizo ántes de remitir las comunicaciones por el correo?

Señor, las provincias siempre se han quejado de que, en la capital de Santiago, hai un espíritu de capitalismo; yocrco que injustamente ya hieren al pueblo de Santiago, porque el espíritu de capitalismo solo ha existido en los gobernantes i sus prosélitos i no en Santiago. El señor O'Higgins era natural de la provincia de Concepcion, pero, como era gobernante, manifestó tambien ese espíritu de capitalismo hasta quitar las intendencias de las capitales de las provincias, i convertir aquellos gobiernos en delegaciones, oríjen de la revolucion del año de 23. Pero ahoralas provincias, a vista de ese oficio que se les ha remitido por la Sala i de esta comunicacion del Director Supremo, tienen suficientes motivos para decir que la Asamblea de Santiago está animada del mismo espíritu de capitalismo, i que el Director es el único que sostiene sus derechos. He dicho espíritu de capitalismo. Señor, las Asambleas de Coquimbo i Concepcion quieren que la lei de elecciones resulte de una autoridad lejislativa; dicen: "No queremos ese sistema unitario, sino el federalo, i se les dice en este oficio, (Sacó el oficio i leyó las siguientes palabras): "Establecida la unidad eindivisibilidad de hecho que siempre ha conservado esta República, i que legalmente ha proclamado en el acta de Plenipotenciarios i otras instituciones, nosotros no podemos disolver los vínculos de esta sociedad." Con que de hecho i de derecho se dice que la República es una e indivisible; pues, esto no quieren las provincias, sino que quieren federacion. Señor, se quiere alucinar sobre estas espresiones i será mui justo desenvolverlas.

Cuando las provincias nos dicen: "Queremos federacion", nos dicen: "Queremos nombrar nuestros gobernadores,queremos tener nuestras Asambleas, para que arreglen lo interior de la provincia". ¿Puede haber una pretensión mas justa? I si

  1. Si las fiestas, los repiques, las misas de gracias, sermones, salvas, etc., diesen un derecho a las Américas para exijir de las potencias europeas el reconocimiento de su importancia política, ocuparían aquéllas en el dia la primera jerarquía en el mundo, Por desgracia, las costumbres de las naciones nos es contraria, i ellas aguardan cedernos el lugar que nuestros esfuerzos nos procuren, sin cuidarse demasiado de la devocion mas o ménos fervorosa que pudiera mezclarse a nuestros empeños.