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DE LA ASAMBLEA DE 1825

Acta

En esta villa, cabecera de San Fernando, en 10 dias del mes de Julio de 1825, habiéndose reunido el pueblo cabecera i sus distritos en conformidad i obediencia a lo preceptuado por el Supremo Gobierno i encargado por los señores don Carlos Rodríguez, don José Miguel Infante i don José Antonio Ovalle en unión i con denominacion de Junta Gubernativa, erijida por el pueblo de Santiago, en los términos que manifiesta el acta que se nos acompaña, i, a consecuencia de haber sido convocado el pueblo de esta cabecera el dia 2 del presente, para reconocer o nó la espresada Junta i de haber pedido algunos de los que concurrieron en aquel dia la citacion de todo el partido para solemnizar mas este acto indicado, accedió el gobernador, i, efectivamente, se hizo; i atendiendo a no haber otro sitio proporcionado al gran concurso que se esperaba, se designó el convento de San Francisco, en el que por costumbre se han hecho todas las elecciones de diputados para los Congresos i Asambleas pasadas.

Congregado el pueblo en esta forma, el dia 2 del presente, a las once i media de la mañana, se procedió por órden de dicho señor gobernador a leer el acta i oficio recibido del Excmo. señor don Ramón Freire, Supremo Director de la República, i de los señores ántes citados, haciendo saber a aquel numeroso pueblo que el acto puramente se dirijia a reconocer o nó la Junta, como asimismo a espresar su voluntad libre sin el menor temor acerca de estar o nó conformes con la administracion del actual supremo gobernante.

En este estado, se dejó ver algún espíritu de partido en uno u otro de los concurrentes que indicaba alteracion del órden; i aunque éste se perturbó en parte, el gobernador tomó el temperamento, para evitar resultas de calor, de ceder al partido, lo que exijieron los que le perturbaron, en cuanto a mandar retirar la fuerza que ocupaba aquel punto por ser aquel su cuartel propio, ordenándole al comandante de dicha fuerza lo hiciese, i efectivamente se hizo, retirándola a la plaza, i no mas léjos por hallarse a pié con toda la jente.

Dejados, de este modo, en plena libertad, repitió el gobernador sobre la aprobación o reprobacion de los puntos indicados. Esta proposicion fué interrumpida con pretender introducir al pueblo la franquicia en que se hallaba para deponer al presente gobernador i nombrar otro que presidiese el altercado sobre si el pueblo podia o nó proceder a este acto, le provocó i acaloró el espíritu que le poseía, i entonces, sin poderlo contener, alzó la voz en masa gritando unánimes: ¡Viva el señor Freire; no queremos Junta!Poco mas tuvieron que altercar los pocos opuestos, i satisfecho el gobernador de la voluntad espresa de aquel concurso, para que se aquietase, se paró i fué a su casa. Entonces el pueblo todo le siguió aclamando con las mas vivas voces: ¡Viva el señor Freire; no queremos Junta ni otro gobernador del partido que al señor Quintana! La pequeña parte díscola se separó i tomó la sala de Cabildo, llamando desde allí al escribano, que se hallaba en casa del gobernador, i aquél, sin que el gobernador lo supiese, se fué donde ellos, quienes trataron i propusieron el dar parte, sin duda, a la nominada Junta. El gobernador oyó con satisfaccion la reclamacion de los vecinos del partido, que le espusieron hallarse en distancia de sus hogares con enorme incomodidad por la estacion del tiempo; que se sirviese recibirles sus votos que acredita la suscricion individual a que aspiraban; i así es que, en un acto deliberado i el mas solemne, se han suscrito los que aparecen al pie, sin contar con dos tercios mas de individuos que no firmaron, unos por no saber i otros porque, precisados a gozar del indulto para retirarse, pensaron cumplir con la voluntad espresada, que repitieron tres ocasiones en casa del gobernador i a presencia del Ilustre Ayuntamiento, comprometidos a ratificarla en caso necesario, separándose solo el alcalde de primera elección i el escribano.

Es todo lo acaecido en el acto en verdad i puntualidad la mas exacta, de que, como escribano suplente por la implicancia del que lo era i nombrado para el caso i concursos ulteriores por el señor delegado e Ilustre Cabildo, doi fe, con la de los señores suscritores, en testimonio del orijinal que queda archivado en el libro de Cabildo, a que me refiero. Aparecen 249 firmas i las del Cabildo. —Manuel Quintana i Bravo. —Tomás Grez. —Manuel Fernando Quezada. —Manuel Porras. —Jacinto Valenzuela. —Pedro José Ramírez. —Tiburcio Calvez. —José Parga, escribano suplente de Cabildo.


Núm. 404 [1]


El Director Supremo del Estado a los pueblos

Circunstancias las mas imperiosas i urjentes me obligan a reunir el Congreso Jeneral para que tengo invitada la Nación en mis anteriores decretos, i son de tan alta importancia, que no permiten los pasos preliminares que entónces anuncié i que tal vez convendrían a las provincias en momentos menos apurados.

La Europa se apresura a decidirse sobre la suerte de las Américas i la Inglaterra ha recono

  1. Este documento ha sido trascrito del volumen titulado Papeles sueltos, tomo XIX, años 1817 a 1834, pajina 62, del archivo de la Biblioteca Nacional. (Nota del Recopilador.)