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SESION DE 12 DE FEBRERO DE 1827

de Presidente de la República (V. sesiones del 10 i del 13) i los demas asuntos pendientes.


ACTA

Se abrió con los señores Aguirre, Arce, Bauza, Benavente don Diego, Bilbao, Benavides, Campos, Carvallo, Donoso, Fariñas, Fernández, González, Huidobro, Infante, Irarrázaval, Lazo, López, Luco, Marcoleta, Meneses don Juán Francisco, Meneses don J. Gregorio, Mena, Montt don José Santiago, Montt don Lorenzo, Muñoz Bezanilla, Molina, Novoa, Olivos, Prats, Eyzaguirre, Prado, Pérez, Sapiain, Santa María, Silva don Manuel, Silva don Francisco, Tapia, Vicuña don Rafael i Vicuña don Francisco Ramon.

Aprobada el acta de la sesión anterior, se leyó la secreta del 8, sobre amnistía, mandada publicar en ésta. Se hicieron machas i diversas observaciones a ellas; se discutieron, i al fin, se arribó a la resolución siguiente:

Artículo primero. Se concede amnistía a los ciudadanos comprendidos en el movimiento de la noche del 24 i siguientes.

Art. 2.º En consecuencia, el Poder Ejecutivo decretará su libertad. Pero, si por el estado de la causa puede fundadamente temerse exceso de alguno, lo separará de Santiago por el tiempo que considere indispensablemente necesario, destinándolos al punto en que los crea útiles.

Dióse despues cuenta de las representaciones siguientes: de la de los oficiales comprendidos en el motin de Chiloé; de la de doña Dolores Ramos, por don José Santiago Sánchez, i de la de doña Francisca Paula Osunas, por don José Santiago Rodríguez, pidiéndose, por éstas últi mas, la restitucion al país de los que nombra; i por la primera, la absolucion de la pena a que fueron condenados. Igualmente, una mocion del señor Mena para que se conceda libertad a los vecinos de Valdivia que coadyuvaron al citado movimiento de Chiloé.

Tomadas en consideracion, se acordó pasasen a la Comision que conoce de este negocio.

En este estado, se levantó la sesion, anunciándose para la siguiente la continuacion del proyecto de lei sobre elección de Presidente i los demás asuntos puestos en tabla en las anteriores. —Pérez. —Fernández.


ANEXOS

Núm. 136

Unos momentos de error pudieron comprometerme i ligarme a una conspiracion que mi corazon naturalmente resiste; en un principio solo se me presentó a la vista el bien i felicidad de la Nacion; despues los desengaños en las aspiraciones de algunos hombres atrevidos llenaron mi imajinacion de ideas desastrosas, i al momento desistí de permanecer por mas tiempo de llevar adelante el proyecto que iba a envolver en sangre a la Nacion; por último, señor, el triunfo de mis sentimientos hirió los corazones de los beneméritos que me siguen i desean con ánsias la tranquilidad de su Patria; ellos son dignos de todas las consideraciones del Soberano Congreso, a que V. E. puede manifestar los sentimientos de honor i deseos del bien por que anhelan i están próximos a sacrificarse.

Con este motivo, ofrece a la consideracion de V. E. los sentimientos de su respeto i veneracion. —Ambrosio Acosta. —Señor Presidente del Soberano Congreso.


Núm. 137

Soberano Señor:

Las relaciones de sangre que me unen al coronel don José Santiago Sánchez me dan el derecho de representar por él a Vuestra Soberanía: que, entre los desterrados de 1825 a la capital del Perú, fué comprendido tambien este digno ciudadano. Van a cumplirse dos años desde esta lamentable época, i cuando al favor de una lei de olvido se han restituido los mas al seno de su Patria, familia i amigos, él se halla sufriendo aun la privacion de goces tan queridos. Si es que mereció esta pena, ya la ha sufrido demasiado, si no, es ménos justo que se prolongue. Si a esto se agrega la consideracion de los sacrificios que ha prestado a la causa de la libertad i de lo útil que seria constituirlo en aptitud de consagrarlos nuevamente; si se atiende al desamparo de dos hermanas que no tienen mas apoyo que el de ese ciudadano i tambien a la necesidad de consolidar los intereses privados, yo tengo un derecho a esperar que Vuestra Soberanía, en ejercicio de los principios liberales que ha proclamado, le acordará el permiso de restituirse a su natal país.

Pero, señor, ¿a qué recomendar a Vuestra Soberanía tantas consideraciones? ¿No es hoi el aniversario del primer triunfo que obtuvo la libertad contra la tiranía en Chacabuco? ¿No lo es tambien de nuestra emancipacion política? ¿No contribuyó el ciudadano Sánchez al éxito de aquél i a la proclamacion de ésta? ¿No estamos en vísperas de ver sancionada nuestra lei fundamental, i elejído el mandatario que debe plantearla i hacer la felicidad de la Nacion?

Yo interpongo, señor, el valor de tan justos títulos para suplicar a Vuestra Soberanía me acuerde la gracia que solicito. —Dolores Ramos.