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328 CONGRESO NACIONAL

Con vista de este nuevo tropiezo se ocurrió a Barclay, quien dijo que desde luego él se allanaba a convenir en que se usase el dinero, que también allanaría el que Winter cubriese la nueva letra de once mil quinientas libras; pero que no podia suplir el dinero que restaba hasta completar treinta i cinco mil libras, aunque se le ofreciese un cambio ventajoso.

Me valí entónces de cuantos medios estuvieron en mi mano i de las personas que conocía para que me supliesen el déficit que habia, pero todos mis pasos fueron vanos.

El Ministro Plenipotenciario de la República de Colombia acababa de recibir el funesto golpe de la quiebra de la opuenta casa de Goldsmith, que tenia en su poder los fondos de aquella República; i me espuso, por consiguiente, que él se hallaba en mayores apuros que yo, no tenia arbitrio de concurrir a salvar el crédito de Chile. El encargado de negocios de Méjico me hizo presente con franqueza que él tenia fondos de aquella República en Lóndres; que habia suplido de ellos setenta mil libras al Ministro Plenipotenciario de Colombia para que pagase su próximo dividendo; que iba a quedar en descubierto con la quiebra de Goldsmith ; que se habia echado encima la enorme responsabilidad de franquear tan crecida suma, sin órden de su Gobierno, por el Ínteres jeneral que tenían los Esta dos de América en no perder su crédito en las circunstancias presentes, i también porque en Colombia existia un Gobierno firme i consolidado; pero que en Chile se divisaba un continuo estado de revolución, lo que no daba garantías para el reintegro, i sobre todo, habiendo ocurrido el accidente desgraciado de acabar el Presidente de Méjico de hacer presente en su mensaje al Congreso de la República, el triste estado de desórden en que se hallaba Chile. La misma respuesta dió al señor Sarratea, encargado de negocios de Buenos Aires, quien, no teniendo aquí fondos del empréstito de aquel país con que auxiliarme, reunió sus ruegos a los míos para con el señor Rocafuerte.

Aquí no podrán Uds. dejar de notar el desden con que Hullett mira los intereses de Chile. Despues de esponerme lo estraño que le era que el Gobierno de Chile no tomase medidas, como debia hacerlo, para que Cea i Portales cumpliesen efectivamente; despues de repetirme que Cea i Portales no tenían derecho el menor para esperar que la casa de Hullett supliese, pues ni tenían intervención en su negociación, ni jamas les habían anunciado ni indirectamente que contasen con dicho Hullett; despues de significar lo absurdo que era contar para un pago tan sagrado, como el de los dividendos i amortización con el accidental i en el dia imposible recurso de encontrar quien diese aquí dinero para recaudarlo en Chile, añadió que él no podia suplir. El desvío o la poca jenerosidad de esta casa es tal, que absolutamente no quiere esponerse a la menor responsabilidad ni peligros. Antes de que se allanase el pago de la libranza contra Winter, i se solicitase que el señor Rocafuerte supliese siquiera las once mil i quinientas libras de su importancia, dándole para seguridad la misma libranza aceptada por Winter, para pagarla a los dos meses de la aceptación, me espuso Hullett que él no la endosaba porque la firma de tal endoso le haria responsable si Winter no cubría. Yo bien veo que Hullett no tiene obligación rigorosa de hacer suplemento, ni de esponerse a perjuicios por Chile; pero los demás empresarios que han contratado empréstitos, manifiestan un interes por el crédito de los respectivos gobiernos que no se divisa en Hullett; quien, ademas, con este despego causa un perjuicio negativo, cual es fomentar el descrédito de Chile, porque a toda persona a quien se ocurre pidiéndole un suplemento, lo primero que, con escándalo, pregunta, es por qué no lo hace Hullett, i suponiendo a éste, como debe ser, el mas instruido en los negocios relativos al empréstito, i en las probabilidades i medios de que se pague, resulta que su falta de franqueza es pura los demás un testimonio evidente de que el Gobierno de Chile no piensa en pagar. Todos han observado ahora que han faltado al Gobierno siete mil libras para verificar la amortización del presente semestre; i que la casa contratante no ha querido suplirlas, manifestándose así que Chile no tiene crédito ni por esta cantidad.

Desesperanzados ya de hallar quién supliese dinero, fué necesario pensar en lo que podria hacerse con las veintiséis mil libras existentes. El Gobierno en cada semestre es obligado, como Uds. saben, a dos operaciones: la una a pagar el dividendo o los intereses de la deuda no amortizada; la otra, amortizar tantas obligaciones cuantas se puedan comprar con cinco mil libras, i ademas aquella suma de dividendos correspondientes a las obligaciones amortizadas en los años anteriores. Para el pago de 30 de Setiembre último, debió la casa de Cea i Portales haber puesto en Lóndres treinta i cinco mil libras; las treinta mil correspondientes a los intereses del semestre, i las otras cinco mil para la caja de amortización. Pero como para entonces no pusieron dinero alguno, fué necesario contraer el préstamo de Barclay, i como solo se trabajó por veintiocho mil libras (que era la cantidad precisa para cubrir los intereses de la deuda actual), dejando las siete mil restantes que debían invertirse en la amortización para tomarlas de las primeras remesas que llegasen, puesto que esta amortización no urjía hacerse hasta el 15 de Marzo siguiente. Mas, llegado ya dicho 15 de Marzo, era preciso verificarlo, so pena de descubrir la quiebra, que es lo que ha sucedido.

Lo mas urjente en el dia es cubrir los dividendos de la deuda actual i suspender la amortización. La deuda en el presente semestre es la misma que en Setiembre pasado, porque no ha habido posterior amortización. Se necesitaba, por