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SESION DE 20 DE JULIO DE 1826

traducirse en los restantes puntos pacíficos papeles incendiarios, i otros que en rigoroso sentido son unos libelos infamatorios; i cuando no desconoce, deben obrar ajentes de la anarquía para su propagación, es cuando, en desempeño de su responsabilidad i en uso del derecho que a cada ciudadano refluye hácia el sosten de la tranquilidad pública, toma demasiado ínteres en evitar los males que amenazan la salud de la República, i en disponerla ya para resistir toda invasión estranjera que perturbe su quietud, ya para contener los desórdenes que pueden sobrevenir en otra forma. El medio único o mas análogo es armar las fuerzas veteranas que guarnecen este departamento, no ménos los cívicos i escuadrones de milicianos de caballerías de las diferentes delegaciones; mas, para este interesante fin, faltan recursos, i cuáles seguramente la Asamblea quiere saber si se pueden proporcionar con la exijencia que demandan las circunstancias. En esta ciudad hai un batallón de Nacionales; pero sin fusiles ni demás elementos, es inútil su formacion, que seguramente debe ser anticipada para que esté en aptitud de obrar cuando llegue el caso. Existe también aquí una compañía cívica de plaza, i en las delegaciones no faltan brazos con que hacer una respetable fuerza que contenga todo mal; pero por ahora no se puede contar con ella por las faltas respectivas.

V. E., que no deja de conocer la necesidad de estos remedios i que probablemente cualquiera invasión deba hacerse por esta parte, ya conocerá también escusada toda otra puntualizacion, como lo que es consiguiente a congratular las tropas veteranas de estos puntos, con pagos de sus haberes vencidos o, al ménos, con alguna asignación mensual indefectible, aunque sea pequeña, para que el soldado cuente segura una entrada que le haga llevaderos siquiera sus vicios. La Sala, que tiene la satisfacción de ocurrir a V. E. en reclamo de los varios particulares de esta nota, espera la resolución que desea saber, aprovechando esta oportunidad para reiterarle sus respetos i consideración. —Sala de la Asamblea en Concepción, Julio 4 de 1826. —Hilarión Gaspar, presidente. —Félix A. Novoa, diputado secretario. —Excmo. Señor Director Supremo de la República de Chile.


Núm. 197

Con fecha 20 de Junio próximo pasado, me dice el gobernador intendente de Concepción lo que sigue:

"Ya que US. se sirve recomendarme, en su respetable comunicación del 5, número 2, la responsabilidad que me liga por la conservación de la provincia, con cuyo mando se me honró, séame permitido hacer algunas observaciones que disminuyan aquéllas i sirvan de garantías si en adelante sobreviniese algún suceso inesperado.

Con repetición tal vez abusiva se ha hecho presente a US. el mal estado de este ejército, por la falta de asistencia en sus pagas i desprovision de la mayor parte de los utensilios de que han menester, por carecer su caja de fondos, de los que son retenidos. Si el soldado fuera de otra esfera superior, no habría que recelar motines, pues se conformarían conociendo el oríjen de donde provenia la escasez que ellos imputan a principios diversos. La proporcion de un socorro semanal o mensual, como que aliviaría sus ordinarias necesidades, me atrevo a asegurar a US. los conformaría en la lealtad, miéntras que, pasándose tres o cuatro meses i tal vez mas, sin recibir un real de un prest a que saben tienen un derecho, su imajinacion se ocupa por esta razón del descubrimiento, el espíritu marcial se anonada, los sentimientos de honor se prostituyen contrayendo deudas que los deshonran, i finalmente, se estingue en ellos aquel deseo laudable de llenar sus deberes con exactitud. De aquí las conversaciones subversivas del buen órden, i de aquí también las revoluciones de que tenemos bastantes ejemplos. Ahora dígnese US. comparar la época presente con la anterior. Si en tiempo que no habia mas enemigo con quien contender que el común, se esperimentaron sublevaciones de tropa, cuyos efectos hasta ahora estamos viendo, ¿cuánto no debe recelarse en la actual situación en que el grupo de anarquistas astutos, con influencia en los pueblos, no cesan con papeles de pintar odios a la administrar ion, descubriendo un sendero de imajinarias felicidades? ¿Que es el soldado, si me es peimitido espresarme así, una máquina susceptible de moverla con cualquier resorte? El año pasado un sér despreciable pudo poner en rebelión a casi todo el ejército de esta provincia. Sus resultados habrían sido mortíferos a toda la República, si providencias activas aunque peligrosas, no hubieran logrado apagar un incendio que se habia propagado a un tiempo mismo en esta ciudad, la de Chillan i la frontera; pero no siempre seria prudencia esperar iguales efectos. Las tropas del Sur, en quince años de luchas desastrosas i sangrientas, a excepción de los reveses indicados, han manifestado, es verdad, una virtud espartana; pero, sin embargo, juzgo peligroso la continuación de ejercitarlas en la misma prueba.

"Lo espuesto hasta aquí es relativo solamente a la situación del soldado. Eche US. ahora la vista sobre los demás elementos para sostener la guerra de que se carece sin reparación, si no sale del tesoro jeneral. Los almacenes, desprovistos de los artículos necesarios; la caballería, sin monturas i sin caballos en el número preciso; el armamento, nada corriente por su antiguo servicio, i falta de una maestranza formal que cuide de su reparo; sin un recurso para ocurrirá esta clase de gastos indispensables; sin artillería en las costas, esto es, en la bastante proporcion para rechazar con fiuto una fuerza que se presen