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SESION DE 14 DE JULIO DE 1826

justamente que las divisiones del Sur que han recibido ménos auxilios, han de hacer alcances enormes.

En situación tan miserable, es imposible conservar la rijidez de la disciplina, ni aquel órden de subordinación que constituye la fuerza del ejército. El soldado, aburrido de la indijencia i no conociendo las causas por que se le falta con la paga de sus sueldos, empieza por aborrecer al Gobierno a quien sirve, se entrega a crímenes que los jefes tienen precisión de disimular, e introducida una vez la relajación, es mui natural que el último resultado sea un motin que acabe de consumar la corrupción. Ya el intendente de la provincia de Concepción, en nota de 20 de Junio último, que en copia tengo el honor de acompañar al Congreso, anuncia estos fatales pronósticos, i los jefes de esta guarnición no dejan de recelar lo mismo en las tropas de su mando.

Creo que comprometería la responsabilidad de mi delicado cargo, si no hiciera presente a los Representantes los peligros que amagan la seguridad pública, para que, fijando sobre ellos su alta atención, me provean de medios con que evadirlos oportunamente. La Hacienda, en todos sus agotados ramos, no presenta el menor recurso con que acudir a esta necesidad, cuya urjencia recrece en cada momento; i los medios estraordinarios a que se ha apelado en otras ocasiones, parece que en el dia son inverificables, o bien por la falta de numerario que se nota en el país, o porque sucesos anteriores han alejado de los prestamistas toda confianza en el Gobierno.

En circunstancias tan difíciles, concibo que solo la autoridad i el respeto de la Representacion Nacional podrá proporcionar los recursos que yo no alcanzo, i espero que su sabiduría tomará todas las disposiciones capaces de salvar la Patria de la crisis presente.

Debo manifestar al Congreso que una grave enfermedad del Ministro de Hacienda le ha impedido dar cuenta del estado de ese departamento, i que, conociendo la urjencia de que los Representantes tomen noticias de los recursos del país, hace esfuerzos por ponerse en situación de llenar a la brevedad posible este imperioso deber.

El Presidente de la República, al elevar a la Representación Nacional esta lijera esposicion, tiene el honor de ofrecerle su distinguido aprecio i respetos. —Santiago, Julio 12 de 1826. —Manuel Blanco Encalada. —M. J. Gandarillas. —Al Congreso Constituyente.


Núm. 135

Ya se han espedido las órdenes convenientes a fin de que se retire la guardia de honor destinada al Congreso Nacional, como V. E. se sirve prevenírmelo en su apreciable nota de ayer, a que tengo el honor de contestar, ofreciéndole al mismo tiempo las distinciones de mi mayor aprecio. —Santiago, Julio 13 de 1826. —Manuel Blanco Encalada. —Tomás Obejero, secretario. —Excmo. señor Presidente de la Sala del Congreso Nacional.


Núm. 136

En camino i viaje a esta capital, desde mi provincia de Colchagua, que me elijió por uno de sus representantes para el Congreso Nacional, me he postrado en cama con el descenso precipitado de humor que me ha hecho i me hace aun dudar de mi existencia, tanto por el trastorno de mi naturaleza como por el dictámen de los físicos que me asisten. En esa Corporacion Augusta hai varios señores instruidos de mí dolencia i de su gravedad, que deben escusarme acompañar certificado de facultativos para justificarla, a efecto que se me admita la dimisión que interpongo, del empleo de diputado, por medio de US. I protesto que nada me habría sido mas lisonjero que servir a mi Nación i a mi Patria asociado al Honorable Congreso. La exactitud con que pretendí presentarme en el mismo dia prefijado, hace el crédito de mi esposicion i acaso el principio de mi enfermedad. Sírvase, pues, US. ponerlo en consideración del Soberano Congreso para que se sirva mandar se llame al suplente, a fin de reintegrar la Representación Nacional, i aceptar las consideraciones de mi mayor respeto. —Santiago, Julio 14 de 1826. —Gregorio Argomedo.


Núm. 137

Para poder dar principio a los trabajos de la Comision Militar, se necesita tener a la vista los reglamentos i demás trabajos que han hecho las Comisiones de los anteriores Congresos sobre este ramo. Asimismo, es de necesidad que el Poder Ejecutivo indique la fuerza permanente que debe tener la República en tiempo de paz; para, según eso, formar el plan del ejército que debe quedar.

En esta atención, se servirá US. hacerlo presente al señor Presidente déla Sala del Congreso, a fin de que se sirva ordenar que, de su Secretaría, se franqueen a esta Comision todos los papeles que hayan relativos a ella, i que el señor Presidente de la República pida el plan de ejército que considere necesario en tiempo de paz, para la seguridad de ella.

Con esta ocasion, ofrecemos a US. nuestra consideración i aprecio. —Dios Nuestro Señor guarde a US. muchos años. —Santiago, Julio 14 de 1826. —Luis dé la Cruz. —Agustín López. —José Antonio Villagran. —Señor Secretario del Congreso Constituyente.