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138 CONGRESO NACIONAL

po; una mocion del señor Bustos, para que los pueblos elijan libremente a sus párrocos (a la Comision Eclesiástica); un oficio del Gobierno, haciendo presente las escaseces que sufria el ejército, por falta de recursos en el Erario, acompañando otro del intendente de Concepción relativo al mismo asunto, i que el Ministro de Hacienda, por su enfermedad, no habia podido dar cuenta al Congreso de la administración de su Ministerio, pero que lo baria inmediamente que recobrase su salud.

El señor Lazo. —Yo creo que este oficio del Ejecutivo debe ocupar con preferencia la atención del Congreso. Es indudable que el ejército está insoluto; que, debiendo salir a campaña, carece aun de los primeros elementos necesarios a su manutención; que el Erario no tiene como sufragar a sus gastos i que hace tiempo no recibe su paga. Yo no dudaré un momento de la fidelidad del ejército; pero la necesidad puede obligarlo a insurreccionarse; lo mismo puede suceder en la provincia de Concepción. Ya se acerca el verano i puede venir Pincheira; la licencia i disolución que este bandido concede a sus secuaces la impunidad del crimen, í otras mil ventajas que halagan el vicio, desmoralizarán ese ejército que, viéndose desnudo i aun sin víveres, abandonará la causa de su Patria i se entregará al pillaje. Así, creo que lo primero que debe hacer el Congreso, es acordar como pueda pagarse el ejército de aquí i Concepción, al ménos una parte, cuando no sea posible el todo. El soldado nos debe muchas consideraciones; es el defensor de su Patria, i debemos proporcionarle lo necesario para subsistir.

He oido decir que el señor Ministro de Hacienda está haciendo esfuerzos para presentar algunas reformas sobre los ramos de la renta pública; pero miéntras tanto debe proporcionarse un recurso pronto que alivie las necesidades del momento que sufre el ejército.

El señor Pérez. —Me parece conveniente que pase el oficio a la Comision de Hacienda, para que informe; de lo contrario vamos a divagar en opiniones i proyectos impracticables quizá por falta de conocimiento sobre el estado actual de la hacienda pública sin adelantar nada. Por esto me parece que debemos volver a la órden del dia.

El señor Fernández. —Yo agregaré que se pidan al Ejecutivo los elementos que tenga en su poder para que esta Comision de Hacienda pueda trabajar. Ella se hallaría a oscuras ¡ sin conocimientos, porque ningún diputado de los que la componen, pueden reunir a sus conocimientos sobre hacienda, los que exije el arreglo, según el estado actual de la nuestra. El Gobierno, en todas partes del mundo, presenta a la Lejislatura una memoria de cada uno de los ramos de la administración, para que ella pueda proceder a las mejoras que permitan; solo en Chile observamos que los Congresos se reúnen i discuten las materias, sin datos, porque el Gobierno jamas se los pasa: i aquí es que nada todavía han hecho hasta la fecha.

El señor Vicuña. —Lo que ha observado siempre la Comision de Hacienda, es llamar a su seno al Ministro para que le instruya en lo que necesite para espedirse. La Comision, en virtud de esto, dictamina en la Sala.

El señor Lazo. —Pero seria bueno que la Comision lo hiciese con la mayor prontitud posible.

Así se acordó.

El señor Fernández. —Entre los nombres de los señores que componen la Comision de Hacienda, no encuentro el del señor Benavente, i yo me atrevería a proponerlo.

El señor Benavente. —Yo suplico a la Sala o al señor Presidente, si es de su arbitrio nombrar las Comisiones, que se me escluya de la de Hacienda. A mas de que mis conocimientos son mui escasos, tengo motivos que me impiden desempeñar ese cargo, porque tendrá que tratar sobre varios negocios en que mi delicadeza ha sido ofendida. Sin embargo, siendo la Sala la que sanciona los trabajos de las Comisiones, podré entónces servir aquí, pero de ningún modo en la Comision.

El señor Sierra, diputado por Copiapó, se presentó a este tiempo, i prestando el juramento de estilo, se incorporó a la Sala.

Entraron a discusión los asuntos de la órden del dia, i en primer lugar el artículo 8.º del proyecto sobre elección de gobernadores de partido.

El señor Albano. —Noto que, en la reforma de esta mocion, se dice que los intendentes de las nuevas provincias se retiren; esta palabra entiendo que significa quedar en suspenso i nada mas, volviendo otra vez a su destino; yo creo que es necesario espresar terminantemente que concluyen sus gobiernos, i que los pueblos quedan libres para elejir sus gobernadores.

El señor Infante. —El acta constitutiva de que ha hablado el señor Vice-Presidente [1] comprende, no solo la división de provincias, sino también otra multitud de artículos, que me han parecido sábiamente redactados, en una lectura rápida que he oido de ella; con todo debe producir fuertes discusiones, i aun yo creo que ántes, de traerse a la Sala, seria conveniente su publicación, para que los señores diputados, en sus propias casas, pudiesen leerla con detención i meditarla a fondo. En esta misma acta se dice que las provincias procederán a elejir diputados para sus respectivas asambleas. Al hacer esta mocion se ha tenido el objeto de que los gobernadores de distrito sean elejidos ántes que

  1. El señor Vice-Presidente, ántes de entrar a discusión el articulo, habia dicho que el acta constitutiva que debia sancionarse mui luego, prevenía la demarcación de provincias i que podria esperarse o suprimirse este artículo, porque ella disponía detalladamente el mismo asunto, i era una lei que siempre debia subsistir.