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184 CONGRESO NACIONAL

cimiento. —Santiago i Octubre 16 de 1826. —Manuel Pío de Silva i Cienfuegos.


Núm. 273

Los diputados de la Comision que informan, han creído que si ti señor Campino raciocina su conciencia al proceder contra las instrucciones que se le han dado, es de necesidad se le admita la renuncia que interpone, i que ésta tenga efecto luego que esté aquí su suplente, conforme a la lei. —Sala de sesiones, Octubre 12 de 1826. —Benavente. —Ignacio Molina. —J. M. Montt.


Núm. 274

Señor:

La Comision de Hacienda cree que deba sancionarse el anterior proyecto. —Santiago, Octubre 13 de 1826. —José Miguel Infante. —Santiago Muñoz Bezanilla.


Núm. 275

Señor:

La viuda de don Ignacio Huerta, respetuosamente hace presente al Soberano Congreso: que al ocurrir al Gobierno por el pago de los haberes vencidos de mi marido, cuya preferencia encargó tanto la Sala, no se ha entendido el acuerdo estensivo a la dieta que alcanzó como diputado nacional, ni a los tercios retenidos por disposiciones bien anteriores. Yo estoi persuadida de cuando el Congreso habló de haberes vencidos, quiso que se pagase todo lo alcanzado por Huerta.

Yo prescindo de que esto se deba por justicia; lo que advierto es que el acuerdo de la Sala, todo lleno de jenerosidades i misericordias para una familia miserable i desvalida, parece que dió al decreto toda la estension de que es capaz una gracia en el caso. A mas de que el pago de los tercios se ha hecho a varios que no están en el caso que la familia desgraciada de Huerta, no será, pues, un ejemplar tan singularísimo. Pido, pues, al Soberano Congreso que, teniendo consideración a mi situación, se digne declarar que el pago debe hacérseme de los sueldos vencidos que debió haber percibido mensualmente de los tercios retenidos i de las dietas correspondientes, cuyo consuelo suplica rendidamente al Congreso. —Mercedes Bastidas.


Núm. 276

A pesar de no tener estado la causa criminal que sigo contra Márcos Gana, por insultos, los mas injuriosos al juzgado, que cometió en la mañaña de hoi, yo, por deferencia al recado de V. E., que recibí por un edecán, a pocos momentos de su prisión, lo remití al instante escoltado, con calidad de volver a su arresto, así que se desocupase de la puerta, para completar el sumario, que en lo demás yo he concluido con su confesion.

V. E. sabe la necesidad por la lei de este requisito, i creo tendrá la bondad de disponerlo así i de que se subrogue, entretanto, con otro la comision de Gana, cuya falta no parece de tanta entidad, cuando ahora mismo le estoi viendo sobre los balcones de ia cárcel, seguramente haciendo alarde de su crimen.

Tengo el honor de saludar a V. E. con los mejores sentimientos de consideración i aprecio a su persona, que le ofrece el que suscribe. —Juzgado Criminal de Letras, Octubre 16 de 1826. —Manuel Joaquín Valdivieso. —Señor Presidente del Soberano Congreso.


Núm. 277

El Congreso Nacional, a consecuencia de una solicitud de la viuda del finado don Joaquín Huerta, en que interpone su mediación para que se le atienda con preferencia de los haberes que tenia vencidos su difunto esposo, ha acordado que se oficie nuevamente al Poder Ejecutivo, recomendándole el cumplimiento de lo dispuesto por el Congreso en su primera solicitud, comunicada en la nota número 167.

El Presidente de la Sala ofrece nuevamente al Vice-Presidente de la República las protestas de su aprecio i afecto. —Sala del Congreso, Octubre 18 de 1826. —Al Excmo. Señor Vice-Presidente de la República.


Núm. 278

El Congreso Nacional ha decretado i sancionado lo siguiente:

Artículo primero. Se autoriza al Poder Ejecutivo de la República para el nombramiento de dos Ministros Plenipotenciarios al Congreso de Panamá, cuyo nombramiento pasará al Congreso para su aprobación.

Art. 2.º Formará las bases que deberán servir de instrucciones a los nombrados i que se pondrán igualmente en conocimiento del Congreso para el mismo efecto.

Art. 3.º Levantará un presupuesto de los sueldos de la Legación, el que, del mismo modo i para los mismos efectos, pasará al Congreso.

El Presidente de la Sala, al comunicarlo al señor Vice-Presidente de la República, tiene la honra de ofrecerle las consideraciones mas distinguidas de su alto aprecio. —Sala del Congreso, Octubre 18 de 1826. —Al Excmo. Señor Vice-Presidente de la República.